Capítulo 17

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—¡Papi! —grité mientras extendía mis brazos.

—Cariño —él me tomó y me colocó en sus hombros— ¿Dónde esta tu hermanita? —cuestionó.

—Esta con mamá —respondí.

¿Vamos allá?

—¡Sí! —exclamé alegre.

Cuando ya nos encontrábamos cerca oí unos sollozos, al parecer mi padre también porque me bajó y luego corrió hacia el patio trasero en donde supuestamente estaban. Un grito suyo se escuchó desde donde estaba, la curiosidad me invadió y a pasos lentos camine hasta el lugar. Un sollozo se me escapó de los labios junto con las veloces lágrimas que inundaron mis ojos, sentía como el mundo a mi alrededor se desmoronaba, como todo lo que me rodeaba caía en pedacitos al suelo.

—¡Rin... Vete de aquí, ve a dentro con Lenka! —gritó mi padre en un intento desesperado de ocultar las manchas de sangre que cubrían a mi madre— ¡Rin, cariño ¿Me estas oyendo?! —sus gritos se oían lejanos, como si se encontrará a metros de mi.

Mami... Mamá... —susurré, estaba perpleja viendola, lo único que quería era que estuviera viva.

—R-Rin vamos a casa —murmuró Lenka tomando mi mano y jalandola hacia su dirección, la miré de reojo y se encontraba temblorosa.

—V-vamos... T-todo se arreglará —dije mientras caminábamos de la mano al interior de la casa. Aunque tal vez no fue una buena idea.

Lenka gritó a más no poder, él hombre que estaba delante estaba completamente de negro y con un cuchillo en su mano derecha.

—¿T-tú mataste a mamá? —pregunté acercándome a él.

Sí, ¿Quieren ir con ella? —preguntó mientras ponía el cuchillo en mi cuello.

—No... No hoy al menos —solté a Lenka de la mano y me agaché mientras golpeaba a ese hombre en su miembro. El arma que tenía cayó al suelo y mi hermana la recogió. La miró dudosa sin saber que hacer con ella— Lenka, ¡Entregamela! —exclamé extendiendo ambos brazos, ella hizo lo que le dije. Rápidamente me acerque a él y le encaje el cuchillo en su estómago, no resistió y cayó rendido al suelo —que lastima... Perdió contra una niña...

—¡Rin ¿Por qué hiciste eso?! —gritó mi padre entrando.

—Porque iba a morir, ese hombre intento matarla —respondió Lenka.
~~

Una lágrima cayó por mi ojo derecho al recordar eso. Ese fue el día en el que falleció mi madre y la primera vez que manche mis manos con sangre.

—Rin, ¿Estas bien? —preguntó Tei que estaba a mi lado.

—S-sí, descuida —rápidamente sequé la lágrima y volví a mi seriedad— ¿Te sientes preparada para capturar a Akita?

—Definitivamente, ella ha sido un gran dolor de cabeza desde que la conocí —dijo de brazos cruzados.

—Estoy de acuerdo, pasé casi dos meses buscándola —miré la ventana que estaba a mi otro lado y noté que ya estábamos cerca.

—¿Pasaste? Yo también ayudé —dijo Kiyoteru volteandose.

—Bueno, bueno, pasamos —rodé los ojos al decir esa palabra— Ya estamos por llegar, prepárense —ambos asintieron.

Pasado diez minutos llegamos a la azotea de un edificio, todos nos bajamos rápidamente y una pelirroja nos dio la bienvenida.

—Hola, me alegra verlos —saludó, ella llevaba un vestido ajustado de color negro que le llegaba un poco más arriba de la rodilla, en su cuello tenía un pañuelo rojo, y su cabello lo tenia suelto— mi nombre es Miki, ustedes deben ser los que vienen desde New York, ¿No es así? —cuestionó mientras ponía su mano derecha sobre su cintura.

—Sí, así es —respondió Nero.

—Bien, siganme —ella se volteó y nos guió escaleras abajo, caminamos por un pasillo muy largo que conectaba con varias puertas, finalmente llegamos a una habitación completamente negra, pero el suelo era un poco más claro. No había nada, estaba vacía, ni un mueble, ningún cuadro, nada.

—¿En dónde estamos? —preguntó Tei desconfiada.

—Tranquila, en esta habitación hay armas que podrán utilizar —dijo con calma cada palabra.

—Pero yo no veo nada aquí —dijo Ia de brazos cruzados.

—Por ahora —una sonrisa afloró en el rostro de la pelirroja, la cual de su bolsillo sacó un botón rojo que presionó segundos después,  la pared se giró permitiendo ver varios objetos colgados ordenadamente— he aquí los aparatos que podrán utilizar para comunicarse entre si y con la agencia, por si algo se sale de control. También hay algo de ropa y accesorios para disfrazarse y ocultarse —finalizó.

—Wow —oí susurrar a Ia.

—¡Bien! Por lo que me dijo Lenka en dos días más se encontrarán con Akita para capturarla ¿Estoy en lo correcto? —cuestionó.

—Sí —respondió Lenka.

—En ese caso los dejo solos, cuando hayan terminado me buscan en la habitación del piso de abajo, la número 15 —y así, sin decir otra palabra salió del lugar cerrando la puerta por detrás.

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¡Enamorarse No Es La Misión! [RinxLen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora