𝕬𝖒𝖔𝖗 𝕸𝖔𝖗𝖙𝖎𝖋𝖊𝖗𝖚𝖒 //𝑺𝒆𝒃𝒂𝒔𝒕𝒊𝒂𝒏 𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒍𝒊𝒔//

ꕥ Esa araña, mentirosa ꕥ

Claude

Aunque su constante sarcasmo y bromas me son difíciles de entender, mi reina es una mejor opción como ama y señora. Estoy satisfecho de seguir sus órdenes, pues no son tan irritantes como lo eran las de Alois.

Polos opuestos, pero sabía que ellos se conocían, que eran "amigos" , me quedan dudas, pues no estaba seguro que alguien pudiera ser sincero con él, dada a su experiencia. Quizá les unió su soledad, su desesperación por ser aprobados - en él, ya que jamás tuvo una figura paterna, y el ella, para probarse que podía ser digna de amor después de la culpa que le consumía -

« Pero mi reina es distinta, ella sigue adelante y pelea, lucha por mantenerse de pie, tanto coraje, tanta valentía... »

Terminé de abrochar el vestido de color vino que había elegido. Era simple, adornado con un collar redondo blanco con encaje en los bordes, y mangas que resaltaban del mismo color.

- Claude, ¿crees que sería buena idea redecorar la mansión? Estoy pensando pasteles. Ya sabes, tendrá mejor iluminación.

- Cualquier decisión que tome será acertada.

- Y, ¿de rosa también? - sonrió.

- Sí.

- ¡Oh, eso no va a pasar! Mi mansión jamás será adornada por un rosado, toma nota de eso.

- Sí.

Hizo un sonido gutural - ¿Es lo único que sabes decir?

- ¿Disculpe?

- Dices que sí a todo - rodó sus ojos -, pregunto tu opinión porque vives aquí también... ¿O es que debería pedírselo a Hannah? - sonrió de lado, notando mi descontento. Vaya, si que le gusta molestar - Seguro que ella si satisfará mi petición mucho mejor que tú.

Traté de tomar aire para calmarme.

- No hace falta - contesté, levantando mi cabeza - Si gusta, podemos buscar el color adecuado para los interiores, y cambiar el amueblado a su preferencia.

- No hay nada como la opinión femenina - suspiró, cruzándose de brazos - En fin, cambiaremos el deprimente color después - ¿deprimente? yo mismo lo preparé -, ¿qué planes hay para hoy?

No era igual de exigente como el anterior amo, pero era extraño, quizá estaba probándome - No tiene nada programado.

- Ahh, ¡qué aburrido!

- Entonces, ¿qué desea hacer?

- Es una buena pregunta, Dorothy.

- ¿Dorothy?

- Nada, nada.

¿Será otra de sus referencias?

Al vestirla, admiré sus facciones. Sin duda ella es muy bella, como era de esperarse. Sus ojos brillantes que desatan una tormenta de emociones... y los mantiene a raya. Su cabello negro, tan liso y sedoso, brillante, hace que su piel blanca resalte. Coloqué el anillo carmesí en sus manos y sonreí en mis adentros. Ella se miraba al espejo, analizando la ropa que había elegido.

Oh, tanta confianza en sí, aquí está la nobleza de alguien que a pesar de poder caminar sobre otros, prefiere tenderles la mano, pero que no dudaría en aplastarlos si fuese necesario. Comencé a deslizar sus calcetas, y sus piernas, delicadas y suaves al tacto. Un alma tan exquisita como la suya merece un trato sumamente especial, digno de una reina.

Escuchamos un estruendo no muy lejos de la mansión. Sabía a quien pertenecía, podía percibir hasta aquí su aura.

- ¿Qué fue eso? - preguntó alterada.