Louis: Pacify her

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Un viaje largo, definitivamente largo. No importaba cuantas veces hubiera hecho esto a lo largo de mi carrera, aun no me acostumbraba a el jet lag que sufría mi cuerpo cada que tenía un viaje sumamente extenso. Y realmente un viaje de Londres a Los Ángeles era agotador, es decir, once horas de viaje sentado dentro de un avión con mucha más gente era cansado.

Desgraciadamente para mí, este no se trataba de alguno de mis viajes "vacacionales", era trabajo, solamente trabajo el que tenía que realizar en la ciudad. Iría a la casa de "mi amada novia con la cual peculiarmente no puedo vivir cada que sobresale un problema que Modest no puede controlar" para alistar las cosas que usualmente se llevaría a un viaje de esquí, al mismo lugar en el cual años atrás había visitado con Ha...

Negué, tenía que sacarlo de mi cabeza. Suspire, sería una tarea realmente difícil.

Los Alpes Franceses, ese sería el lugar al cual iría a vacacionar junto a Danielle o más exactamente, a Courchevel. Sabía que Modest había planeado demasiado bien la salida y sabían también que ese lugar significaba mucho para mí.

Suspire.

― Señor Tomlinson.

―Dime. ― no me digne a mirar a la castaña que se encontraba a mi costado.

―Ya hemos llegado, tenemos que bajar.

¿Qué?

Mire por la ventanilla del avión y efectivamente acabábamos de aterrizar dentro del aeropuerto. Suspire. Quite el cinturón de seguridad que en algún momento ella debió de haberme colocado sin que lo sintiera, me pare del asiento y me deslice hacia el pasillo permitiéndome estirar mi cuerpo y escuchando algunos de mis huesos tronar por el movimiento.

Tome mi mochila y salí prácticamente huyendo de la mujer que gritaba mi nombre en lo que supuse seria voz baja. No me importaba que me metiera en problemas con esa mujer, realmente lo único que quería era encontrar a Oli para largarme a mi casa y desahogarme con el pelirrojo.

Ahg, pelirrojo.

Desbloque mi móvil y busque rápidamente el contacto de Oli mientras prácticamente corría a buscar mi maleta en la cinta transportadora de la sala de recogida de equipajes. Presione el botón de llamar y espere uno, dos y tres timbres hasta que escuche la reconocible voz de mi amigo.

― Hola, Lo...

― ¿Dónde estás? ― lo corte.

―Bueno, gracias, estoy bien, amigo ¿y tú? ― ironizó ― Acabamos de aparcar, estamos de camino a la sala de llegada.

― ¿Scott está contigo? ― escuche como murmuraba en afirmación, mientras miraba los diversos equipajes pasar en la cinta transportadora. ― ¿Por qué?

―Bueno, teniendo en cuenta que eres una persona famosa, le llego una información acerca de que habría algunos cuantos paparazzi por aquí. ― ubique mi maleta entre las que se divisaban en la cinta ― Más vale prevenir, ¿no?

―Claro― comencé a caminar lejos de la gente que llegaba a buscar su equipaje con total tranquilidad ―Necesito salir de aquí lo antes posible.

― ¿Puedo saber porque la urgencia?

―Pues...― me coloque la capucha de mi sudadera ― Virginia está cuidándome, no quisiera entablar conversación con ella en estos momentos, sabes que la detesto.

―Oh, esa mujer también me saca de quicio...

Pero deje de escuchar el hablar del pelirrojo, algo mucho más importante había llamado mi atención. Varias chicas y chicos, personas susurraban a gritos el nombre de la única persona que nunca me dejaría de importar: Harry Styles.

Juls - L.S ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora