Julianna: A song

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¿Sabían que las expresiones corporales podían decir más que mil palabras?

Cualquier expresión corporal puede ser contada como un lenguaje que pocos habían aprendido a descifrar, y es que con tan sólo un ademan podías percibir todo lo que una persona podría no decir con palabras... o al menos eso es lo que creo.

Con el paso de los años había aprendido a leer a las personas, no me fue difícil y mucho menos con Harry que se convirtió en mi libro desde un principio.

Con él aprendí que cuando jugaba constantemente con sus manos era la clara señal de que se encontraba nervioso; como cuando fruncía el ceño y apretaba los labios en una firme línea era porque estaba mucho más que enojado, pero eso no significaba que llegaría a estallar contra a ti, regularmente lo sabía cuándo empuñaba sus manos tan fuerte que sus nudillos se tornaban blancos por la presión que ejercía, en ese momento te convenía correr lejos de él; O cuando simplemente se quedaba en silencio mirando cualquier punto de manera fija y pasaba su mano por su brazo como si quisiera quitar algo que a veces era totalmente inexistente, en esos instantes sabía que quería decir algo, una verdad que creía que sería malo revelar... se volvió una costumbre en Harry después de tanto tiempo obligado a callar.

Claramente por esa razón él estaba así, sentado frente a mí y aun lado de Paul, tratando de quitar algo de su brazo que parecía molestarle demasiado y mirando a una de las diversas pinturas del lugar.

— ¿Qué sucede? — pregunte sin ser escuchada.

Suspiré. Llevaba de esta manera ya algunos minutos incluso desde que habíamos salido del aeropuerto. Nos encontrábamos en un restaurante cerca de la casa de Harold y él apenas había dicho una palabra desde que llegamos y simplemente fue para ordenar su comida.

—Hazz, oye, ¿Qué sucede?

Esta vez sacudí su brazo logrando que el saliera del mundo de sus pensamientos.

— ¿Qué sucede? —repetí— Has estado muy callado.

— Yo sólo he estado pensando— murmuro jugando con sus manos.

Suspiré. —Sé que lo has hecho. ¿Qué es lo que tanto has estado pensando? Y no te atrevas a mentirme, sabes que me daré cuenta si lo haces.

Bufó. — Por poco y le digo que lo amo. Si tu no hubieras llegado en ese momento, sé que se lo habría dicho sin siquiera sopesarlo y — se encogió de hombros— y no sé, pensé en los diferentes escenarios de las diferentes reacciones que él pudo haber tenido y...

—Te aterran— completé. Asintió. —No deberías. Si el ya no te quisiera no se hubiera acercado a ti como lo hizo, al contrario te hubiera pasado de largo sin prestarte una mínima de su atención y tú lo sabes— sonrió—. ¿Qué más quieres que te diga? ¿Qué más quieres escuchar?

—Que es real. Que él en verdad me ama— miro sus manos—. Que no soy un juego.

—Y no lo eres. Estoy trabajando lo más rápido y duro que puedo para poder sacarlo de su propio martirio. Él... él me lo dijo, estando ebrio claramente porque ambos sabemos que me odia como si su vida dependiere de eso.

Los tres reímos. —Julianna tiene razón. Él te ama. Por eso hemos estado trabajando día y noche. Hemos descubierto demasiadas cosas, Harry, sólo es cuestión de tiempo para que cada una vuelva a su lugar.

— ¿Qué cosas?

—Fuimos a Modest. Simon me cito, ambos sabíamos que tarde o temprano lo haría y bueno, me ha ofrecido una gran suma de dinero por alejarme y desaparecer de tu vida.

Se escuchó la riza de Harold. —No lo harás. — afirmo.

—Sabemos que ella nunca haría una cosa de esas y mucho menos a ti— continuo Paul — pero ambos nos topamos con una grata sorpresa... Zayn estaba allí. Tropezó con Julianna y ahí nos dimos cuenta de su presencia.

Juls - L.S ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora