Harry: Live the life

32 8 5
                                    

Nunca había probado la libertad en el sentido literal de la palabra. Era completamente fascinante poder tener cada parte de lo que constituía esa palabra . Letra por letra.

La libertad podría sonar como lo mejor que estaba pasándome. Como aquella vez que visité aquella montaña en Chile o los campos llenos de flores y pasto verde que visité el año pasado en el verano. Definitivamente podía catalogarlos como algo relajante. Tal vez de alguna manera podía comparar las sensaciones de tranquilidad, como el estar entre el pasto verde y el viento fresco golpeando contra piel y rostro.

De alguna manera era casi parecido, porque no siempre podría comparar las cosas del todo. Había algo en mi pecho y mente que me decía que no tenía esa libertad por completo. Por supuesto que no.

Me faltaba él en mi vida de regreso.

Me faltaba tenerlo entre mis brazos al dormir.

Me faltaba pelear por tonterías durante las tardes.

Me faltaba acariciar su castaña cabellera en las mañanas.

Me faltaba mirar sus lindos ojos al despertar.

Me faltaba sentir su piel contra la mía.

Me faltaba besar sus lindos labios.

Y no quería lidiar con un recuerdo que podría no volverse real de nuevo.

Literalmente eso era, es, lo único que me está faltando en mi vida para ser del todo feliz y Julianna lo sabía. Ella sabía que esto era lo único que me derrumbaba por dentro y de alguna manera ella se propuso a hacer lo imposible para verme feliz y eso lo agradecía. Ella estaba procurando mantenerme ocupado, saliendo a comer o pasear, haciendo ejercicio, disfrutando la vista desde la habitación o simplemente manteniéndose pegada a mí.

Aunque también debo de admitir que ella, tanto como Jeff, se había dedicado al cien por ciento para poner en marcha mi carrera de solista.

Tenía algunas reuniones en diversos estudios de grabación, una junta importante con una de las disqueras más influyentes de los medios musicales, un par de sesiones fotográficas, entrevistas con algunos medios importantes y una audición muy importante para mi posible entrada al mundo del cine.

Habían logrado juntos y en muy poco tiempo encontrar tantas ofertas para mi carrera. Era algo que pronto tendría que agradecer a los dos. A Jeff por ser mi mejor amigo y darme la oportunidad de mi vida y a Julianna por siempre estar ahí para buscar y ofrecerme lo mejor. Tal vez unas vacaciones juntos disfrutando de nada más que la soledad de nuestros momentos juntos. Tal vez en un yate alejado de los demás o una cabaña en un lindo bosque. Lo tendría que pensar bien.

—Te he estado buscando por toda la casa. ¿Sabes lo difícil que es hallarte cuando te encierras en tu propio mundo?

Parpadee un par de veces al escuchar su voz, negando de forma leve por sus palabras y sintiendo como mi mente dejaba de vagar en cosas que no debería estar repasando.

—Lo lamento estaba...

—Algo muy distraído— completó, cruzándose de brazos para caminar a paso tranquilo hacia mí. —Últimamente lo haces demasiado y no es algo que deba reclamar, pero te he dicho, tus problemas los voy a arreglar.

—Pero...

—Pero nada— negó —. Estuve buscándote y llamándote durante lo que parecieron horas, creí que ya estarías listo para irnos.

— ¿Irnos? — genial estaba perdido—. ¿Iríamos a algún lado?

Golpeó su frente.

— ¿La reunión con Jeff? — Me miró arqueando una ceja—¬. Bien creo que no sirve de nada explicarte. Soló, levántate de ese sofá y cámbiate o vete a si, no importa —río—siempre te ves bien para la desgracia de muchos.

Juls - L.S ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora