Estaba harto. Lo estoy. Ya no podía soportar más esta estupidez. ¿Por qué no mejor dejaba todo a la deriva? Al fin y al cabo ya había perdido todo lo que más quería en este mundo. ¿Qué tenía? Contaba con el odio tanto la admiración de diversas personas. Había causado incluso la muerte de algunas cuantas y todo por culpa de una tonta y repugnante mentira.
Tan sencillo le fue a Simon colocarme en esta famosa obra de teatro dirigida por él, y por la que muy pocos son conscientes de la verdadera trama de la historia. Maldición. ¿Por qué siquiera sigo aquí? ¿Por qué estoy aun esperando? ¿Qué es lo que espero? ¿Qué alguien se dé cuenta de la mentira? ¿Qué alguien este aquí conmigo?
La venda se desplomó a tiempo. Había conseguido abrir los ojos en el momento exacto. Aun recuerdo cómo es que quisieron utilizar a Liam para tapar uno de sus conflictos que se había desbordado de sus manos. No los deje. Me interpuse entre lo que más quiero y lo que me domina, en lo que fue llamado tiempo después mi perdición. Como trato firmado, termine aquí, fingiendo ser un completo bastardo que odiaba con toda su alma a aquellos que en ocasiones pasadas llamo hermanos.
Tal vez si, esperaba a alguien que se diera cuenta del teatro montado, que se diera cuenta de la gran mentira. Que absurda esperanza. Pero... tarde o temprano la mentira salía a la luz y espero que tarde pero que salga.
Aunque eso no quitaba el hecho de estar harto de fingir. Hoy había tenido que reunirme con Virginia para tener que escuchar lo que tendría que hacer para otro plan pendejo, en donde criticaba de nuevo a la banda que me había otorgado el éxito que tengo para ganar más odio y atención hacia mi persona. Claramente en la entrevista donde lo diría no hablaría ni un poco de mi trabajo discográfico para fingirme el desinteresado en el. Completamente sencillo y majadero.
Frustrado, hastiado y enojado. Quería golpear a alguien. Tal vez fumar me calmaría un poco.
Entre a mi departamento en Los Angeles, colgué mi abrigo en el perchero a un costado de la puerta y coloque mi juego de llaves y cartera en la mesa frente a mí. Camine por la sala percibiendo el riquísimo olor a lasaña combinado con el clima tibio y una linda y relajante sonata de violín de fondo. Sonreí, no pude evitarlo, tenía tiempo que no era recibido de esa manera y...yo ya no era recibido de esa manera.
Tome lo primero que estuvo a mi alcance y que precisamente me sirviera para defenderme de quien sea que estuviese en mi departamento. Camine despacio hacia donde se escuchaban los pequeños golpes del cuchillo sobre la tabla: la cocina.
Los ruidos se hacían cada vez más claros y fuertes. Después la vi, cortando lo que al parecer eran verduras en la barra a un costado de la estufa. Usando una linda falda de cuero negra que resaltaba su gran, redondo y sus muy bien formados glúteos y que llegaba a un poco menos de la mitad de sus muslos, junto a unas medias negras que llegaban hasta sus rodillas acompañadas de unas zapatillas negras, una camisa blanca arremangada hasta los codos y una cabellera larga, lacia y rojiza, sujetada por lo que parecían ser unas gafas negras a estilo de diadema.
¿Qué hacia una chica como ella en mi departamento?
—Oh, llegaste.
Detuvo el cuchillo en la tabla para cortar, tomo una toalla y seco sus manos con una total parsimonia antes de darse una vuelta y caminar para recargarse en la barra que nos separaba.
Y además, completamente hermosa en las facciones de su rostro. Con la piel pálida tan parecida a la de Harry, unos labios tan finos como algo gruesos coloreados de un negro que contrastaba perfecto con su tono natural, pecas que parecían haber sido esparcidas minuciosamente a lo largo de sus mejillas para tratar de no sobrepasarse con ellas, una nariz clásica, cejas algo gruesas y sin ningún tipo de delineado y claro, unos ojos tan azules como el cielo acompañados de unos abanicos de largas pestañas rizadas, tan gruesas por el maquillaje sobre ellas. Por completo hermosa.
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Juls - L.S ©
Fanfiction«Es difícil reparar un corazón roto cuando éste quiere regresar con quien lo rompió y es aún más difícil prometer que le vas a ayudar a hacerlo» **Prohibida cualquier copia o adaptación de esta obra. Todos los derechos reservados.***