Capitulo 3 T.2

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El.
Ahí está.
El.
No me lo puedo creer, después de mas de 30 días, se atreve a venir a mi refugio, Barcelona.
Mi primera reaccion es dar media vuelta y caminar, sin rumbo fijo. Estoy segura de que me ha visto Cheeto. No porque le haya visto mirandome, sino porque escucho decir mi nombre, una silla levantandose y unos pasos hacia mi. Pero para su mala suerte, ya me he perdido entre la multitud ebria de la pista de baile y me dirijo corriendo a la barra donde me refugio con Amanda.
-¿Que pasa?- me dice al ver mi cara de sufrimiento.
-Ruben- la digo. Se sabe la historia de principio a fin, así que lo unico que hace es señalarme la puerta de la Sala de Empleados y decirme:
-Yo me encargo
Pero justo cuando voy a entrar, sale Guille y me choco con el cayendome al suelo a su lado.
-Lo siento- le digo. El se levanta primero y me ayuda a subir.
-No pasa nada, pero igual vas a necesitar gafas- me dice sonriendo. Yo, como una tonta llorica, le beso. Un beso intenso.
-Laura tenemoh que hablah- se escucha una voz que sin duda, por el accento se reconoce enseguida, Mangel.
-Creoh que interrumpeh algo- Cheeto. Dejo de besar a mi novio de repente, no quiero girarme, no quiero ver el panorama. Solo estoy pendiente de esos ojos grises. Aunque esos ojos grises estan preocupados. Cojo valor, me giro. Y veo a todas mis antiguas amistades mirandome, de fondo la discoteca ajetreada, a mi izquierda, Amanda, flipando en colores y muy preocupada tambien. Y detras de Mangel y Cheeto, con una gorra de minecraft, el. Veo sus ojos verdes y marrones húmedos mirandome. No voy a huir.
-¡¿Que cojones quereis joder?! ¿¡No podeis dejarme en paz?! ¡Nisiquiera os importaba antes así que nada ha podido cambiar en poco tiempo!- exploto. Noto la mano de Guille apollada en mi hombro. Siempre dandome animos. Aunque no entienda nada.
Parece que se han quedado paralizados, porque nadie habla. Por un momento incluso dejo de escuchar la música. Les he dejado de piedra. Literalmente.
Así qud aprovecho el momento de huir a la Sala arrastrando a mi novio conmigo.
-¿Quienes son esos?- dice, parece enfadado.
-Viejas amistades, me la jugaron- le digo andando en circulos a mi alrededor y con los ojos llenos de lágrimas. El dolor y la rabia que siento en este mismo momento son demasiado intensos. Guille me frena, se pone en frente mio y apoya sus manod en mid hombros.
-Explicamelo, porque no entiendo nada, y tranquilizate.- ya no parece tan enfadado.
-No puedo. No tengo fuerzas para explicarlo todo ahora. Solo...- pero antes de que lo diga me abraza, sabe que lo necesito, aunque no sabe porque. Eso es lo bueno de Guillem, Guille, Guillermo, como le quieras llamar, siempre te comprende.

Y UN DÍA... 《Rubius Y Laura》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora