Y UN DÍA... 《Rubius Y Laura》

Capitulo 4 T.2

Me paso toda la noche trabajando en la barra en vez de camarera y a las 02:55 ya estoy recojiendo para a las 03:00 irme a mi casa a refugiarme. Salgo por la puerta trasera y camino hacia mi casa mas rapido de lo habitual, pero no solo por Ruben si no porque tengo una sensación de que va a pasar algo malo mientras paso ppr el callejón que da mal rollo.
-¡Eh! Guapa- oigo una voz rasposa y masculina detrás mío. No reconozco la voz. No, porfavor. No me voy a girar así que sigo mi camino.
-¡Eh tu!- me dice la voz, y empieza a avanzar hacia mi. No puedo ir mas rápida que el. Una mano se me coloca en el hombro y me gira. Es un hombre de unos 40 años, me da mucho miedo, tiene pinta de acabar de salir de la cárcel.
-¿Que hace una chica tan guapa como tu a estas horas en la calle?- me dice en tono amenazador.
-Dejame en paz- y dicho esto le  doy una buen sopapo en la mejilla, le dejará marca, me suelta y se toca con las dos manos la mejilla. Debe de haber dolido. Aprovecho el momento para huir asi que me giro corriendo, pero me tropiezo con un hombre el doble de alto. Tiene la misma pinta que el otro. Mierda. Me mira con una expresión agresiva. Me coje y me levanta bruscamente.
-¡Ayuda! ¡Socorro!- empiezo a gritar con la esperanza de que alguien venga a resactarme.
-Calla niña- me dice tapandome la boca.
El tio de la bofetada me coje por detras y me tapa la boca tambien, el alto me suelta.
-Tranquila guapa, no te haremos daño-
-¡Socorro!- sigo diciendo, pero su mano amortigua mis gritos. Me despido de mi vida. Voy a morir, lo se. Empiezo a llorar. El tio me arrastra hasta una puerta del callejon. Pero derrepente se frena. Una sombra detras del grandullón le da una buena hostia en el cuello, así que este se cae al suelo. Y estoy segura de que otra sombra igual le ha hecho lo mismo al que me esta cojiendo, porque me suelta y se cae. Yo tambien caigo, de rodillas. Pero no porque me hayan pegado, si no porque estoy temblando.
-¡Laura! ¿Estas bien?- esta voz si la reconozco. Y yo que pensaba que las cosas no podian empeorar...