CAPITULO 14

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" ¡ Bendita familia !"


- ¡ Par de idiotas!- exclamó Rossdale, tirando él periódico sobre la mesa, y dirigiéndose hacia Lord Saatfield, prosiguió.-Pero más idiotas son tú y Ray por no traerlo con ustedes.

- Como bien sabes, salió de Londres junto a nosotros, al otro día de vuestra boda. Pero, antes de llegar a York recibió una carta del señor Jenkins, el jurista de moda, en la cual decía que debía retornar a Derbyshire por un imprevisto surgido.- refirió el vizconde.

- Thorne, Laughton y tú fueron testigos del espectáculo que Alistair y Heather dieron durante el desayuno de bodas. ¡A Dios gracias, la atención se concentró en Alex y en mi!, de lo contrario la sensación de la temporada serían esos cabezas de chorlito. ¡ Si es que ya no lo son!. Lady Gossip tiene esbirros en todo Londres.- expresó con preocupación la duquesa.

- ¡ Y que lo digas Leto!, con lo poco discretos que son Lady Lisbeth y Arty Lonsdale, es bastante probable que ya lo sepan hasta en América!- expresó entre preocupado y divertido Saatfield.

- Entonces no se hable más. Thorne, tienes exactamente veinticuatro horas para dar con el paradero de la prófuga señorita Crane.- dijo Rossdale, y volviéndose a su mujer- Charlotte, ahora necesito que despliegues tú encanto natural y utilices esa memoria prodigiosa que Dios te ha dado para dar con la familia más próxima, y viva, que tenga la pelirroja.

- ¿ Y tú? - interrogó Leto a su marido.

- Enviaré a Ray en busca de los condes de Rawlings. Si es que no los encuentro yo primero.
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Mientras se arreglaba para visitar a Lady Moira Campbell, Leto no percibió la presencia de Alexander en su cuarto, quien suavemente ingreso a la estancia despidiendo a Gwen.

Alex miraba fascinado el esmero que ponía Charlotte en su apariencia. El vestido azul cobalto confeccionado en un suave tejido de lana, coordinado con una graciosa capelina ribeteada de piel, otorgaba a la bella duquesa un aire de seductora inocencia.

No resistiendo el impulso, Rossdale se acercó a su mujer, acariciando suavemente su sedoso cuello de cisne, método infalible para desarmar las defensas de Charlotte, quien indudablemente cayó rendida ante las caricias de su marido, retrasándola un par de horas en la labor impuesta para aquel día.
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La fina lluvia escocesa acariciaba el rostro de Leto. Luego de una constructiva mañana en casa de Lord Drew Campbell, había dado con Edith McLeod, nombre de la tia política de Antonia Crane, la cual estaba emparentada con la difunda madre de Lord Drew, Lady Isobel Christie. Para obtener la información hubo de contar la tragicómica historia de amor entre Alistair y Heather, la que provocó gran hilaridad en el gigante y pelirrojo escocés.

- ¡Quien diría que uno de los mejores soldados del Rey, favorito de Prinny por su profesionalismo y prolijidad, iba a cometer semejante insensatez! - carcajeaba el conde.

- Lo mismo digo, mi Lord. A veces el corazón tiene razones que distan mucho de ser sensatas.- murmuró Leto, por lo bajo.

- En fin, nadie puede juzgar a quien comete alguna locura por amor. Hasta los eruditos más cuerdos han sucumbido a ese azote. Ya tiene usted a Abelardo, perdió todo por amor a su Eloísa.- dijo Lord Campbell, añadiendo lacónicamente- A decir verdad no sé si estaría dispuesto a perder mi esencia sin tener la seguridad de ser retribuido en el sentimiento.

- Mmmmm...- repuso una pensativa Leto- es mejor arriesgarse mi Lord, quien no lo hace, no gana. ¡Pero que tarde es!- dijo levantándose súbitamente una vez hubo escuchado las campanadas del reloj- Debo reunirme con el resto de la pandilla para ver que resultado han tenido en sus indagaciones.  Hasta luego, Lord Andrew, y gracias por la información .

- Llámeme Drew. Al fin y al cabo ahora forma parte de la familia Rossdale, y Claire, la única madre que he conocido, es una de ellos.

- Está bien, Drew. Solo si tú me llamas por mi nombre familiar: Leto.

Y así, la delicada duquesa de Rossdale encontró un nuevo aliado, y confidente, en el alto y robusto conde de Rosneath.

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Mientras Alex y Laughton se dirigían a todo galope hacia la frontera escocesa, fueron interceptados por un emisario que portaba correspondencia sellada por Lord Sherbrooke, en la cual consignaba que tanto Rawlings como la testaruda Lady Heather Lonsdale fueron atrapados antes de llegar al Distrito de los Lagos. Felizmente, ambos tuvieron la previsión de viajar en coches separados, por lo tanto no se halló comprometida la virtud de la joven, quien ayudada por Lady Horatia y Lady Claire, fingió un viaje sorpresa a las propiedades que Rossdale tenía en el norte de Inglaterra. En todo caso, su suegro les urgía hallar pronto a la heredera perdida, a fin de evitar más quebraderos de cabeza y malos ratos al nervioso Lord Cosgrove y a la grávida e impresionable Lady Lisbeth.

- Vamos Ray. Al parecer Sherbrooke puso en cintura a los tórtolos. Regresemos a Inverness, tan sólo estamos a dos horas de camino.

- Una vez amaine un poco la lluvia, Rossdale. Sé de tu impaciencia por disfrutar de tu luna de miel como Dios manda, pero se buen cristiano y apiádate de mi pobre estómago. ¡ Desfallezco de hambre!- dijo el marqués de Laughton con un tragicómico rictus.

- Está bien. Pero sólo porque soy un piadoso cristiano, tal cual me inculcó mi madre-respondió el duque, como ausente, ya que rara vez se refería a la fallecida Lady Beatrix.

Su amigo, notando la ambivalencia de sentimientos en el rostro de Alex, sólo atinó a decir:

- Deja de culparte por ello. Tú madre llevaba enferma desde antes que partiéramos a la Península. Eso me dijo mamá.

- Lo sé. Me lo dijo antes de morir. Sólo lamento haberle dado motivos de tristeza cuando regresé. Pero lo más terrible, fue ver cómo la vida de mi padre se fue consumiendo debido a su ausencia. Con ella murió su aliciente para vivir. De un hombre feliz y pleno, se volvió seco y apagado. No quiero eso para mí, tampoco para mis hijos.

- ¿ Por eso temes decirle abiertamente a Leto que la amas? interrogó Laughton a su amigo.

La respuesta llegó sin necesidad que Alex dijera palabra. Raymond Loring, marqués de Laughton sólo atinó a decir:

- ¡ Y yo que pensaba que la portuguesa loca era la causa de tu incapacidad de amar!- y dicho esto ingresó a la posada como alma que lleva el diablo, dejando a Alex sólo, reconciliándose con los fantasmas de sus amados padres.

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CAPÍTULO SORPRESA

EN ESTE CAPÍTULO VEMOS COMO EL PROPÓSITO INICIAL DE LOS PROTAGONISTAS SE ESTÁ TRANSFORMANDO EN UN VERDADERO QUEBRADERO DE CABEZAS PARA LOS ACCIDENTALMENTE IMPLICADOS. POR SUERTE, TIENEN UNA FAMILIA FABULOSA Y APAÑADORA!

PRÓXIMO CAPÍTULO...

ALEX Y LETO TIENEN UNA NOCHE DE AMOR, PRECEDIDA DE CONFESIONES.

SAATFIELD, LAUGHTON y ALEX DESCUBREN MÁS DETALLES OCULTOS EN LA PROTEGIDA HISTORIA DE LA MISTERIOSA MISS CRANE.

Buenas Intenciones©  #1 Serie Magníficos  COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora