"... me lo dijo el amigo del hermano de un amigo..."
Al cabo de una hora los enamorados Lord y Lady Rossdale hicieron su aparición en el estudio. Tanto para Saatfield como para Laughton fue evidente el motivo de tanta demora, por lo que con poco disimulo susurraban:
- Te gané la apuesta Saatfield. Te dije que de anoche no pasaba la confesión de nuestro buen Alex.
- Eso se llama jugar sucio, Ray! Aprovechaste la excursión a Gretna Green para lavarle el cerecbro!- elevó la voz el moreno Thorne Hamilton, visiblemente ofendido.
- Cada cuál recurre a sus medios para obtener el fin deseado- dijo el marqués, citando a Maquiavelo.
Para terminar con las elucubraciones surgidas, ciertas por lo demás, en razón de la demora en reunirse con ellos, Rossdale exclamó:
- ¡ Considero vergonzoso que realicen apuestas en torno a mi vida íntima!. No se dan cuenta que con ello ofenden a mi amada esposa.
Haciendo caso omiso del mortificado estado de su amigo, los granujas continuaron con sus cuentas:
- Ahora gané yo, querido Ray. Te dije que antes de mediodía escucharíamos al Angel Caído declamar palabras dulces. Ve preparando los pagarés.- dijo el vizconde extasiado, pensado en cuanto más se incrementaría su ya abultada cuenta bancaria.
- No quiero ser descortés e inmiscuirme en sus transacciones, caballeros. Pero a mi parecer hay asuntos más interesantes que tratar, y dudo mucho que los asuntos relativos a mi lecho sean de su incumbencia- remarcó Leto, con ese tono de voz que deja sintiéndose un tonto hasta al más eruditos los a hombres.
Los interpelados, visiblemente avergonzados, expresaron las pertinentes disculpas a una más divertida que ofendida duquesa de Rossdale. Quien dijo:
- Estando todo en orden caballeros , prodigamos. Thorne, cuéntanos qué averiguó esa sanguijuela de abogado que tienes.
- El señor Jenkins realizó una revisión al testamento del abuelo paterno de la señorita Crane, el difunto duque de Remington. En ella el muy condenado expresa que si el título pasa a una rama auxiliar de la familia, el nuevo duque debe contraer nupcias con alguna heredera de la rama principal.
- No veo en que eso pueda afectar el compromiso de Al y Tonya.- dijo una preocupada Leto.
- Pues mucho- dijo Ray, quien como experto conocedor en materia hereditaria, explicó- Es una forma de asegurar que las propiedades queden en la familia. La mayor parte del patrimonio de los Crane de Remington Castle, fueron aportadas por la esposa del cuarto duque, quien dispuso que toda la fortuna y tierras aportadas por ella fueran a parar a las manos de Lord Lucius Crane.
- El padre de Antonia- terminó Rossdale.
- Exacto.
- ¿ Pero no había heredado el ducado su tío, Lord Marius? El tiene un hijo.- dijo Rossdale.
- Lamemto informarte que Lord Marius falleció cuando regresaba de Constantinopla. Un ataque de apoplejía.- dijo Saatfield.
- Pero queda su hijo- dijo Charlie.
- Ya no.- terminó Saatfield- Hart Crane, el último y fugaz duque de Remington falleció hace una semana en un duelo. En Venecia. Por lo tanto, de acuerdo al testamento del padre y del abuelo de la pelirroja endiablada, específicamente de una cláusula que indica, y citó:" ... cualquier promesa de matrimonio que vulnere la posición y ocasione la eventual devolución del Ducado y Señorío de Remington a La Corona por falta de heredero de la línea principal, será dejada sin efecto, a fin que la fémina en cuestión contraiga nupcias con el nuevo portador del título, todo con el fin de salvaguardar y perpetuar la existencia de la casa Crane."
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Buenas Intenciones© #1 Serie Magníficos COMPLETA
Ficción históricaEL GRANUJA Alexander Domeric Ross, cínico y calavera duque de Rossdale nunca imaginó perder la cabeza por un par de inocentes y luminosos ojos castaños, menos si la dueña de aquellos luceros de perdición es la hermana menor de uno de sus mejores am...