capítulo 06

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Lía

-Se mía.. Susurro. Entonces me volvió a besar, como si estuviese hambriento y yo le correspondía, de pronto caí en cuenta de lo que estaba haciendo y me separé rápidamente. Él me observaba desconcertado.

-Tuya? Pregunté agitada, aún trataba de respirar y sentía mis labios hinchados, río amargamente y él sigue observando. -No me hagas reír, no crees que esta situación es irónica?

-¿Que quieres decir? Y su voz es grave y ronca.

-Fuiste tu quién me alejó y ahora me pides que sea tuya? Me sorprende que lo haya dicho serena, cuando todo mi cuerpo tiembla de rabia.

-Lía, lo hice por tu bien.

-¿Que? Y esta vez vuelvo a reír con ironía. -Lo hiciste porque no te importaba. Le digo con amargura.

-Eras una niña, por Dios que querías que hiciera?  Se pasa la mano por su cabello.

-Que enfrentaras la realidad, tenía sólo 16 años, ya era consciente de mi edad.

-Aún eras muy joven, para entender.

-Ah disculpe señor que todo lo sabe.

-Hubieras sufrido a mi lado.

-Era mi decisión.

-¿Piensas que fue fácil dejarte ir?
Gritó y aún con la música fuerte, dudo que no se haya escuchado.

-Tuve que soportar tu rechazo una y otra vez, como crees me sentí yo.

-Yo...

-No. Lo paré en seco, me cansé de oírle y ni siquiera me ha dado una verdadera razón. -Me voy, espero que de ahora en adelante no volvamos a cruzarnos. Cogí mi bolso.

-Esta bien, permite que llame a mi chofer. Saca su teléfono y escribe en el.

-Llamaré un taxi, no hace falta. Camino de vuelta a la escalera, nuevamente el mismo dejabu.

-Detente ahí. Habla con autoridad, y mis piernas dejan de avanzar, tranquila lía respira, cuenta hasta diez, tu puedes!!!
Uno, dos...listo aquí voy, me giro para verle y sus ojos siguen fijos en los míos.

-A partir de este momento, no volveremos a encontrarnos, y si llegase a suceder, finge que soy una extraña.

-¿Estas segura? ¿realmente quieres eso?

Vamos lía no vayas a ceder, no, no, pero es que habló como si le doliera. PARA!! Gritó mi yo interno, ¿a caso no sufriste lo suficiente?
Tiene razón esto termina aquí.

-Si. Le digo firme y sin romper el contacto visual. Él Suspira y se acerca a mi. Si me besa una vez más, al cuerno lo que haya dicho. Me toma por ambos brazos.

-lamento si te ofendí hace un momento, deja que te lleve, por favor.

Asiento la cabeza y me guía con su mano por la espalda. Llegamos a la entrada del club y mientras espero les envío mensaje a mis amigos para que no se preocupen. El auto llega y vaya que si es elegante, de él sale un hombre mayor, aunque poco se le notan las canas, tiene un aspecto dulce y pasivo.

-Raphael, llevaremos primero a la señorita, y por mi hermano descuida, yo me encargo.

-Espera, no pensarás dejar a Ian aquí tirado por mí o si?

-Vendré por él después, sube. Abrio la puerta del auto y ambos entramos.

Es el viaje en auto más largo que he tenido, no se compara como cuando estaba con los chicos, ha sido todo tenso e incómodo. Un silencio que espanta a cualquiera, peor que un funeral, y para colmo debo de terminar la mudanza....

Dulce Tentación!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora