capítulo 23

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Ian

El mundo es un pañuelo, de todos los lugares en los que hubiese deseado ver a jazmín precisamente la encuentro en el apartamento de mi hermano. Han las horas más insoportables que he vivido, ayer fue la noche más grandiosa que haya podido tener pero la mujer cuya figura tengo delante de mí huyó. Para mi suerte lía arrastró a nick con ella, a lo cual agradezco la privacidad.

-¿Y bien? Merezco una explicación. Ella se mordió el labio.

-Necesitaba espacio. Dijo cabizbaja. Reí sin humor.

-¿ espacio? ¿ Es una jodida broma? Dije sintiendo la rabia en mis palabras.

-Lamento lo que pasó yo..
La interrumpí sin más.

-¿ que parte ? ¿haberte ido en medio de la noche? O ¿ entregarte a mí? Le espeté con rabia.

-Si crees que me arrepiento ¡Estás muy equivocado! Gritó. La vena en su cuello delataba cuán nerviosa le es mi presencia. Me acerqué a ella.

-Sé que soy maldito por haber tomado algo tan preciado por ti.. Susurré en su sien. Ella suspiró.

-Fui yo quién lo decidió. Murmuró. Ninguno de los dos se tocaba pero la tensión era palpable a simple vista.

- Hay una razón, cierto? Cuál es? Pregunté moderado. Ella desvió su mirada. -Jazmín, dime. Le insté.

Ella retorcía la correa de su bolso. Luego me observó, sus maravillosos ojos me dejaron sin aire tal y como me robaron el aliento la primera vez que la conocí.

-Ian...lo mejor será que te olvides de mí. Habló con pesar, lo pude atisbar en sus palabras. -Voy a comprometerme. Dijo entre dientes. Eso último me dejó atónito, la mujer a la que le hice el amor, y ha osado perturbar mis pensamientos ¿será de otro?

-Lo que pasó ....ayer ...lo atesoraré...adiós.. Me rodeó para irse, deje de pensar y tiré de ella.

Estrellé su cuerpo contra la pared antes de cubrirla con el mío, y Sellé su boca con brusquedad, no respondió de inmediato, sin embargo no se opuso a mi vehemencia. Bloqueé sus muñecas por encima de su cabeza dejando caer su bolso y deslicé una de mis manos por debajo de su falda para acariciar su muslo y estrecharla hacia mí. Abrió sus labios dándole la bienvenida a mi lengua para apoderarse de su boca. Ahogó un gemido entre besos. Me alejé por unos centímetros.

-¿De verdad crees que voy a dejarte ir? Susurré. Le solté  despacio y la atraje por la cintura. Aún respiraba con dificultad. - ¿quién es el cabrón? Dije pausado con la rabia carcomiendo mi razonamiento. Jazmín pestañeo varias veces, mi fuero interno se enorgulleció al saber que soy yo quien logra aturdirle. Escuché una puerta abrirse.

Nick

-Ya no se escucha nada. Murmuró lía con la oreja pegada en la puerta. Por más que intenté quitarla no me lo permitió. Al principio mo solo se escuchaban gritos después un golpe estrépito y eso dio base para pensar muchas cosas. Me paré de la cama y la jale, acorralándole con mi cuerpo.

-Por enésima vez, es asunto de ellos, ya ella te contará después. Susurré en su cuello. -¿ como estás? Ya no te sientes mareada. Ella negó.

-Llamé a mi madre, se disculpó y también comentó lo de la empresa. Dijo serena.

-¿ has pensado en mi propuesta? Pregunté esperanzado. Asintió.

-Voy a aceptar... Levanté mi cabeza para verle y sin premeditar la besé, suave con ternura, quería que sintiera lo dichoso y feliz que me hacía al aceptarme. Se separó un poco. -Pero .... tengo ....ciertas condiciones...  Susurró sin aliento.

-Mientras no me pidas celibato.. Ella rió. -Lo digo en serio! Pídeme nadar desnudo en una piscina llena de pirañas a no tenerte entre mis brazos cada noche. Soltó una carcajada.

-Mm lo harías ? Me retó.

-Si con ello consigo que estés en esa cama conmigo encima de ti.. No lo dudes. Dije con firmeza. Sonrió y golpeó mi hombro.

-Venga vamos, debo socorrer a mi amiga. Abrió la puerta, salimos con las manos entrelazadas.

Lía

Era absurdo como llegue a esa situación, pero claro tratándose de nick era lógico. Al salir con nuestras manos unidas encontramos a Ian y Jaz abrazados, más bien él la tenía tomada por la cintura. Parecían inmersos en su mundo, así que carraspee mi voz.

-¿ Jaz ? Ella pestañeo y miró en mi dirección. Trato de alejarlo pero él no la dejó.

-Lizi...conoces al cabrón con el que piensa comprometerse jazmín. Dijo Ian sin despegar su vista de ella. Yo miré a Jaz perpleja.

-Amiga....¿ estas demente? Siseé molesta. -¡¡Una cosa es permitir a tu padre intervenir en tu trabajo y otra en tu vida!!!. Jaz me incineró con la mirada, ups! Hablé más de la cuenta. Mordí mi labio. Ian me observó con una ceja enarcada.

- ¿ Su padre?

- Gracias lía. Comentó mí amiga con sarcasmo. -¿ me puedo largar? Espetó enojada.

Yo y mi gran boca. Nick rodeó mi cintura ahuecando su barbilla en mi cabeza riendo en silencio. Eramos espectadores del forcejeo que tenían esos dos o mejor dicho Jaz, porque su adversario ni pizca de fuerza ejercía salvo sostenerla.

-Por favor!!! Nick has algo es tu hermano. Murmuró resignada.

-Es un cabeza dura. Le respondió.

-Tan solo dime quien es la basura que intenta robar a mi chica. Le dijo Ian con una sonrisa.

-Tu chica??? Vete a la mierda!! Siseó mi amiga.

-Suficiente Ian, vayan a tu apartamento y solucionen ese rollo en la cama. Dijo nick con diversión. Le codee la costilla. Aguante la risa al ver la cara de Jaz.

-Traidora!

-Oye, no me culpes!

-Pues ayudame!!

-Tal vez Ian sea el indicado. Traté de abogar por él.

-Ni de coña!!! Antes me voy para un convento!! Me oíste??

Eramos como una pelota de pinpon rebotando.

-¡Terca!

-¡Bruja!

-Paren las dos ... Dijo nick. Señaló a Ian. -Arregla tu bronca con ella en otro lado.

-Cierto, primero el sexo y luego vamos a hablar con mi suegro. Dijo Ian con descaro. Sofoque una carcajada, mi querida Jaz estaba roja como un tomate lanzándole petardos por los ojos. Acto seguido se la echó al hombro, para mí ya se ha vuelto algo normal. Quizás ella lo niegue se le nota que le gusta Ian.

-¡Suerte! Dije al tiempo que la puerta cerró. -Tu hermano es un canalla!

-Bueno...él lo admite y por lo visto ya ha sido sojuzgado tal y como yo. Susurró besando mi cabeza.

- Más vale que no la hiera, o juro que lo voy a castrar!

-Es un libertino que ha caído..
Me giró para verle, esos magníficos ojos azules relucían como el océano. - Entre tanto que tal si .... Besó la comisura de mis labios. - Nos concentramos en nosotros. 

Enrosqué mis dedos en su nuca y tiré de él, dado que odio ponerle lógica a todo es mejor no pensar, solo actuar. Me llevo ahorcadas hasta el dormitorio donde empezó una guerra carnal de lujuria y pasión.

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Hola!! Aquí yo reportando mi estado de ánimo: emocionalmente happy, por fin terminé de leer mi saga, amé el final..lloré con la historia. (^.^)

Si les gusto por favor voten y/o comenten....gracias.

Dulce Tentación!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora