Capítulo 11

70 13 2
                                    


El primer beso no se da con la boca, sino con la mirada.-Tristan Bernard.  

DANEL

-¿Que te estás enviando mensajes con quién?- le pregunté a Ian sin poder creer lo que estaba escuchando.

-Sabía que ibas a reaccionar así, pero se lo tenía que contar a alguien. Entiéndeme que no quiera hablar de esto con los demás de la banda pero tú... tú sé que no me juzgarás. La conocí en la primera fiesta y no pude evitar pedirle el número, ¿vale?- decía nervioso Ian.- No he sido nunca de los que entra a tías y mucho menos de esos que envían mensajitos durante días, pero  quiero llegar a conocerla, de verdad.

Al ver la cara de preocupación de Ian supe cuanto le estaba costando tener aquella conversación ya que su mirada lo decía todo, le importaba aquella chica y necesitaba todo mi apoyo.

-Está bien.- le contesté.- te ayudaré a acercarte a ella y si hace falta hablaré con ella para que te perdone por lo del bolso; tú nunca hiciste nada y no mereces que te juzguen por lo que hacemos los demás de la banda...

-No sabes cuanto te lo agradecería Danel. -respondió inmediatamente. - si quieres yo también puedo hablar con Ashley para que te perdone. Tuvisteis un encontronazo un poco violento pero creo que podría llegar a perdon...

-¿Para qué querría yo que Ashley me perdonase? Me importa una mierda.- lo interrumpí cortante. 

Sin embargo, tan pronto que las palabras salieron de mi boca supe que me estaba mintiendo a mí mismo. Aquella chica me estaba volviendo loco. No aguantaba tenerla cerca, pero cada vez que estaba lejos aparecía en mi imaginación como si estuviese dentro de mí. No soportaba su actitud, pero a la vez admiraba su valentía. No quería ni verla, sin embargo era como un misterio que quería llegar a averiguar por mi cuenta. 

-Lo que tú digas Danel, pero cuando la banda no paraba de decir lo buena que estaba y los huevos que tenía eras el único que se quedó callado el pasado fin de semana.- me recordó.- Soy tu mejor amigo y te conozco lo suficientemente como para saber que tu silencio no era a causa de que no pensabas lo mismo, sino por el respeto que le tienes en el fondo.

-En el fondo, fondo, fondo... Tan al fondo que no existe.

- Me da absolutamente igual que no admitas lo mucho que te comienza a importar, pero me estoy cansando de que ignores tus sentimientos y ocultes tus emociones cuando ni siquiera estamos con los de la banda. - dijo antes de irse por la puerta. 

Había sido capaz de zanjar el tema diciendo todo lo que yo no era capaz de decir. Y efectivamente tenía toda la razón del mundo, al fin y al cabo seguía siendo Ian. 


************************


Llevábamos una hora en la fiesta e Ian no hacía más que mirar a sus dos lados esperando que Lena apareciese de la nada.

-¿Has pensado que igual ni se acerca a la fiesta? A mí no me extrañaría nada.-le pregunté aunque tampoco quería quitarle toda la esperanza. 

-Me ha dicho que va a venir y lo hará.

No tuve tiempo para responder otra vez cuando Lena y Ashley cruzaron la puerta del salón riéndose. Joder. Me quedé embobado mirándola y solté un suspiro que no sabía que estaba aguantando. En ese instante me di cuenta de que necesitaba que me perdonase y me dejase acercarme más a ella.

-Tío. - me guiñó un ojo Ian.- Estás peor que yo.

Mi mirada se cruzó con las de Ashley, tuve la sensación que eramos los únicos en la sala y todo nuestro alrededor desaparecía. Nos miramos fijamente más tiempo de lo debido, pero fui yo el primero en apartar la mirada. Había perdido la estúpida batalla de las miradas, yo mismo me sentía perdido.

-¿Deberíamos de dar una vuelta antes de acercarnos?- sugirió Ian.- Tampoco quiero dar la impresión de estar deseando ir a donde ella.

-Está bien.

Fuimos a la cocina donde un grupo de jóvenes se encontraba más bebido de la cuenta. Mierda, Sara se encontraba sentada en la encimera y ya había comenzado a gesticular para que me acercarse.

-No respondes mis llamadas.- dijo directamente.

-Habrás apuntado mal el número.- le contesté sin querer admitir que en realidad le había dado un número erróneo, y es más que no le daría mi numero ni en sus sueños. - Pero da igual, entre tú y yo no hay ni habrá nada, así que ni te molestes.

-¿Quién dice que no hay nada entre nosotros?- me susurró al oído.

-Yo, te parecerá poco.- tiré de Ian hacia el salón.- No creo que haya ningún momento más adecuado que ahora para acercarnos a donde éstas,  no puedo aguantar a Sara cerca por más tiempo.

Ian se rió pero no me contradijo.

Las dos continuaban en el salón, apoyadas en la pared y ajenas al grupo de adolescentes bailando en el centro de la habitación. Su amigo, Roger creo que se llamaba, estaba con ellas y tenía un brazo sobre el hombro de Ashley. Quería ser yo el que pudiera hacer eso. Joder. 

-Dejemos de procrastinar, es ahora o ahora.- dijo Ian decisivo avanzando hacia ellas.

-Hola chicas.- dijo con una sonrisa. - ¿Os la puedo robar un momento?- se llevó a Lena dejándome sólo. Así, sin más. 

¿El magnífico plan de Ian consistía en llevarse a Lena y dejarme a mí solo? ¿Me estaba vacilando? ¿Qué se debía de hacer para conseguir hablar con la tía que te odiaba y tú también deseabas odiarla, pero no podías conseguirlo? Fue la primera vez que me puse nerviosos delante de una chica, el confiado, arrogante y chulo Danel había desaparecido por completo.

-Yo me largo, no quiero tener nada que ver con estos.-dijo Roger.- ¿Te vienes Ash?

-No, se queda.- dije cogiéndola del brazo y llevándola al centro de la multitud que estaba bailando para que no tuviese escapatoria.

 -¿Pero qué haces?¿De verdad crees que quiero hablar o bailar contigo?

-Lo siento. Lo siento por haber sido un gilipollas. 

-No uses el pasado, sigues siéndolo.- me interrumpió.

- Estoy intentando disculparme aquí así que por favor intenta no interrumpirme. Lo siento por como me he comportado y lo siento mucho por el bolso. Lo siento por todo.- dije arrastrándola al otro extremo de la habitación.- Me pasé, ese no soy yo.

-¿Y quién eres tú entonces?

-Yo...yo no sé quién soy.- agaché la cabeza.

 -Hasta que demuestres lo contrario creo que sabes todo lo que pienso, ahora apártate, me voy.

 -Deja que te demuestre que no soy así, baila conmigo.

No me había dado cuenta que mi mano seguía en su brazo, la retiré y Ashley bajó su mirada inmediatamente dándose cuenta de la ausencia de mi mano. La miré a los ojos, parecía estar dubitativa, eso era un gran avance.

 -¿Pretendes que baile contigo cuando esta es la primera conversación civilizada que tenemos?

Aunque intentarse hacerse la dura se le comenzaba a notar más vulnerable. Estaba preparado para suplicar y dejar mi fachada de chico malo por un día si hacía falta; sin embargo, me cogió de la mano dando un paso hacia delante. Dicen que la vida no se mide en el tiempo que respiramos sino en momentos que nos quitan el aliento y cuando nuestras manos se unieron me sentí eterno. Estaba más jodido de lo que pensaba.   

Al otro lado del arcoírisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora