Nuestras dudas son traidoras y a menudo nos hacen perder las cosas buenas que pudiéramos conseguir.- William Shakespeare
ASHLEY
La película era entretenida pero no lo suficiente como para hacerme olvidar la presencia de Danel a tan solo unos centímetros de mí. Y no solo eso, sino que al otro lado Ian le había pasado disimuladamente el brazo por la espalda a Lena y el nerviosismo de esta se notaba a distancia a pesar de que toda la habitación estuviese a oscuras. ¿Haría Danel también algún movimiento así? ¿Quería yo que lo hicieses?
A medida que avanzó la película llegué a la conclusión de que Danel no tenía la intención de hacer nada parecido y por el sentimiento que ese hecho me provocaba sabía que muy al fondo sí que lo deseaba. Joder. Quizá al fin y al cabo no estuviese tan interesado en mí como afirmaba...
La película acabó y nos fuimos los cuatro hacia fuera. Ian y Lena conversaban animadamente y se había comenzado a notar una complicidad increíble entre ellos dos. Lena se veía realmente feliz.
-Mmm...- comenzó a decir Ian cuando legamos a fuera del recinto.- ¿Queréis ir a comer algo?
-Nos encantaría.-respondió Danel.-Pero Ashley y yo tenemos un sitio a donde ir, llévate a Lena a cenar , lo está deseando.- le guiñó un ojo y tiró de mí.
-¿Tenemos que ir a un sitio?- pregunté exigiendo una explicación.
-Sí, sígueme.
Si hasta ahora había sido capaz de mantener conversaciones civilizadas no tenía la intención de montar un jaleo en este momento. Se detuvo al lado su moto, estaba loco si pensaba que me subiría ahí con él.
-Que sepas que eres la primera chica que se montará en mi moto.- dijo orgulloso.
-Te recuerdo que esta será la segunda vez para mí.-sonreí.
-No saques ese tema, por favor.- siguió.- Sé que he hecho muchas cosas mal pero a ti ni se te ocurra apoyar tus pies en la moto de nuevo...sino...- no terminó la frase.
-Si no, ¿Qué?
-No lo quieres saber.- dijo mientras me alcanzaba un casco de moto.
No respondí, alcé la pierna y tomé asiento en su moto. Espero que no se le ocurriese la idea de conducir como aquella vez que le vi a su banda por el centro de la ciudad porque era capaz de hacerle parar en medio de la carretera para bajarme.
-¿Es la primera vez que montas en una moto?-me preguntó.
-Sí...- contesté intentando ocultar mi nerviosismo.
-Tranquila, agárrate fuerte y no te pasará nada.- dijo montándose en la moto.
No sé si sería el hecho de estar conmigo o el llevarme en su moto pero a Danel también se le notaba más inseguro de lo normal, hasta que arrancó y toda esa inseguridad y dudas desaparecieron a medida que la moto cogía velocidad. El Danel conduciendo su moto era el verdadero Danel, seguro de sí mismo, valiente... A mí me constó un par de minutos abrir los ojos y comenzar a disfrutar del viento que golpeaba mi cuerpo; pero en cuanto lo hice me di cuenta. Yo también era feliz.
DANEL
Ya lo había conseguido, Ashley estaba conmigo, ahora solo me tenía que tranquilizar. Sin embargo, eso era imposible al sentir sus brazos alrededor de mi garganta. Solté una de mis manos del manillar para abrocharme la chaqueta, estaba anocheciendo y empezaba a hacer fresco. Aceleré.
-¿Estás loco?-chilló Ashley.- Agarra el manillar con las dos manos.
Sonreí y solté la otra mano. Ashley me agarró más fuerte todavía. Joder.
Sujeté de nuevo el manillar en una curva que vino pero entonces la noté tiritar.
-¿Tienes frío?.- le pregunté por encima del ruido de la carretera.
-Sí...
Cogí sus manos y las cubrí con una de las mías. Esperé a su reacción y al ver que no me alejaba comencé a acariciarlas con mi pulgar. Ashley se acomodó en el asiento de modo que estaba más presionado a mí. Me mordí el labio, sentirla a mi lado era mucho mejor de lo que había imaginado.
ASHLEY
Las caricias que hacía a mi mano me habían hecho olvidar completamente el frío en un solo segundo. Me deslicé hacia delante para pegar mi cuerpo más al de él y en cuanto noté que entrelazaba sus dedos con los míos me entró un escalofrío. Definitivamente ese no había sido a causa del frío.
Deseaba que aquel viaje durase más tiempo pero se comenzó a detener cerca de una cabaña iluminada con luces en la que ponía "Rae's". Debía ser un restaurante.
-Vamos a cenar, tengo hambre.- dijo deteniendo la moto y bajándose de ella.
Bajé un salto dándole el casco para que lo guardase, de mientras él se acercó a mí y me pasó su abrigo por los hombros. No creía que un viaje en moto era capaz de cambiar la relación de dos personas y jugar con las emociones de la gente en tan poco tiempo.
El restaurante era totalmente distinto a lo que había imaginado. En contraste con su antigua fachada de madera por dentro era moderno e innovador. Estaba decorado con mucho gusto y el olor que te llegaba nada más cruzar la puerta era exquisito. Sin embargo, estaba casi vacío ya que tan solo una familia estaba sentada a la derecha de la entrada.
-Puede que esté un poco vacío...- dijo Danel leyéndome la mente.- Pero te aseguró que es uno de los mejores restaurantes que nunca has estado, espero que te guste la comida italiana.
-¡Me encanta!- sonreí.-La pizza es mi comida favorita.
-Lo sé.- dije alegre de ver su reacción.- Puede que le haya preguntado a Lena cuál es tu comida favorita antes de venir aquí...
-¿Te ha dado fuerte e?- bromeé.- Acudir a donde mi mejor amiga a hacerle preguntas sobre mí es un paso grande.
-Puede que sí, lo admito. El problema es, ¿Por qué no lo haces tú?
El camarero se acercó librándome de contestar la pregunta. Nos pasó el menú y todo tenía una pinta increíble pero había un gran inconveniente: No había traído el dinero suficiente para un restaurante de aquel estilo. ¿Qué hacía? ¿Me pedía una ensalada y decía que no tenía mucha hambre para evitar la vergüenza de decir que no tenía dinero al final de la cena?
-Queremos una pizza especial de la casa para los dos y antes... déjame pensar.- se detuvo.- ¿Te gusta la ensalada mixta?- me preguntó.
Asentí.
-Pues ponnos también una ensalada y las croquetas, por favor.
¿Había sido casualidad que pidiese las croquetas o se había fijado que había estado mirando los diferentes sabores de croquetas que había durante un largo tiempo?
-¿Qué queréis para beber?
-Yo una cerveza.
-Una coca cola.- dije yo.
Danel intentó no reírse al ver que pedía una coca cola y le di una patada por debajo de la mesa.
-Perfecto, si desean algo más no duden en llamarme.- el camarero se alejó y me volví a acordar del problema de dinero. Además la pizza que había pedido y las croquetas eran extremadamente caras....
-¿Qué te pasa?- me preguntó al notar mi inquietud.
-No he traído el dinero sufici...
-Lo siento Ashley pero esto lo pienso pagar yo. Y sí.- siguió.- Ahora soy yo el que convierte esto en una cita, no hay más que hablar.
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Al otro lado del arcoíris
Lãng mạn-Seguro que detrás de esa fachada de tipo duro se esconde... -A nadie le importa lo que se esconde.- la interrumpí.- Si uno desea dar la apariencia de ser un gilipollas solo hay dos opciones: Que realmente lo sea o que aparte de gilipollas sea un...