Al otro lado del arcoíris

Capítulo 5

Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina. Es mortal.- Paulo Coelho.

DANEL

Expulsé el humo lentamente mientras miraba las vistas desde el balcón situado en el mismo centro de la ciudad. Los edificios de alrededor no eran muy altos por lo que permitían observar el cielo sin muchos obstáculos. Estaba anocheciendo y el sol empezaba a desaparecer formando un color rosado en el cielo; la temperatura era agradable teniendo en cuenta que el otoño estaba a la vuelta de la esquina y el aire fresco te envolvía el cuerpo acariciándote la piel.

Definitivamente me gustaba vivir solo a pesar de ser joven, no tenía a nadie que limitase mi libertad y la sensación de no depender de nadie era más reconfortante de lo que pensaba. Nunca hubiese pensado que me independizaría tan pronto ni que estaría preparado para cruzar el océano para estudiar en otro país con tan solo 19 años. Sin embargo, momentos como este eran en los que me daba cuenta que no me arrepentía ni un ápice de haber tomado esta decisión.

Decidí llamar a mi hermano pequeño como todas las noches hacía, era por lo único que había estado apunto de quedarme en mi país. Sin embargo, él mismo fue uno de los que me convenció de aprovechar esta oportunidad y empujarme hacia el cambio. Lo echaba mucho de menos, al que más sin duda alguna. En casa siempre nos habíamos tenido el uno al otro y aunque la diferencia de edad fuese de 9 años nuestra relación era muy estrecha. Desde que me fui se tuvo que haber sentido muy solitario con todos los viajes que realizan mis padres. Además, la lección más importante que tienes que aprender a los 10 años de edad es que no estás solo y aprender eso debería de estar haciéndose difícil para él, por no decir imposible.

En el segundo pitido respondió. Me limité a escuchar mientras él no paraba de hablar sobre la profesora, mi madre, la vida en general...es tan importante hablar como saber escuchar y más con mi hermano.

-¿Tu vida es diferente en el otro lado del océano? - me preguntó de repente.

No sabía bien a qué se refería, al final mi vida seguía siendo la misma en un sitio diferente y con más libertad, pero me sentía completamente distinto. Quizá la independencia puede hacer un cambio más grande en nuestras vidas que la que imaginamos.

-No lo sé, supongo que sí.- respondí sin saber muy bien qué quería escuchar. Siempre me hacía unas preguntas extrañas a las que él era el único que les veía sentido.

-Es que hoy la profesora de ciencias me ha explicado que la tierra lleva millones de años girando sobre sí misma, hacia la derecha. ¿No crees que se tendrá que cansar de girar siempre al mismo lado? Es como nosotros, lleva una rutina que llega a ser aburrida, sin sorpresas, sabiendo qué hacer en todo momento. Nosotros simplemente seguimos viviendo y la tierra girando. Supongo que si fuese la tierra yo me detendría.

Me quedé pensando. Sabía que no hay que encontrar un significado donde no existe explicación, en las preguntas y respuestas de mi hermano por ejemplo habitualmente no había ni significado ni explicación.

-Pues yo creo que simplemente cambiaría de sentido.- le seguí.

-¡Eso es! Yo también quiero cambiar de sentido, de aires. ¿Crees que papá y mamá me dejarían ir contigo si les contase la historia de la tierra?

-Eres muy pequeño todavía, tú tranquilo que espero que tu vida en unos años dé tantas vueltas que pierda el sentido de orientación.

Estuve hablando media hora más mientras me contaba lo que había hecho y me soltaba alguna otra hipótesis descabellada mientras que yo le informaba sobre la universidad y mi vida aquí. Era muy listo para la edad que tenía, veía el mundo de una manera inocente; sin duda mi hermano aún vivía en la ignorancia, donde puedes llegar a ser el más feliz.

-¿Están mamá y papá en casa esta semana?

-No, me han dicho que probablemente volverás en dos semanas, aún así Niles me ha dicho que no me preocupe porque me traerán muchos regalos de Tailandia. ¿Crees que podrían traerme un elefante?

-Pídeselo a la siguiente vez que hables con ellos y me cuentas qué te dicen. Sabes que el dinero no es un problema para ellos...-respondí.- Duerme bien Theo, mañana te llamo.

-¡Buenas noches Dan!

Colgué el teléfono preocupado. No era justo que mi hermano pasara tanto tiempo sin ningún familiar cercano, quizá tendría que ir a visitarlo o puede que hablar con mis padres para recordarles que seguían teniendo al menos un hijo por el que preocuparse fuese la mejor solución. Niles era el que estaba al cargo de cuidar a mi hermano era de confianza ya que había cuidado de nosotros desde hace más de 8 años y siempre hubiese sido como un padre para mí. No obstante me daba rabia que mis padres le compraran regalos a mi hermano para ganarse su cariño; es lo que habían hecho siempre conmigo y no había más que mirar nuestra relación hoy en día para darse cuenta que hacer eso es un gran error.

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Aún eran las diez de la noche por lo que mis amigos seguirían en la pista de carreras. La pista estaba situada en un terreno bastante abandonado al que se llegaba por diversas carreteras estrechas poco transitadas. En un principio era un descampado pero entre todos logramos construir un circuito de carreras. En todo momento sabiendo que hacer aquello era completamente ilegal.

Al entrar pude contemplar por un agujero de la verja que estaban terminando una carrera en la que Alex ganaba con dos vueltas de diferencia. Era muy bueno, pero no lo suficiente como para ganarme a mí. Tan pronto como me vio detuvo su Ferrari rojo robado y vino hacia mí.

-¿Te hace una carrera? Competir con los demás se me hace demasiado fácil, conducen como mancos.-dijo sacudiéndose la chaqueta para mostrar superioridad.

- Hoy sólo tengo ganas de beber y sentarme, no estoy de humor como para carreras.

- Eso lo dices porque no quieres perder, sabes que hoy te ganaría.

-Vamos tío ¿Cuánto llevas diciendo lo mismo? ¿Dos meses? No te tengo ni que responder.

Marché de ahí sin molestarme en escuchar su respuesta. No necesitaba hacerlo. Bien Alex como todos los de la banda sabían que no había nadie capaz de ganarme en las pistas y lo llevaba demostrando mucho tiempo. Sentados en un banco de al lado estaban Ian y Chris conversando. Me senté con ellos cogiendo una lata de cerveza. Ian me pasó el brazo por detrás, sonriente.

-¡Ya era hora de que llegaras! Me tienes que llevar en moto hasta mi casa antes de que llegue mi hermano, no tardará. Sé que tenías intención de quedarte ... pero de verdad necesito estar ahí en menos de media hora.

Suspiré. Me lo pedía a mí porque era como un hermano para él y probablemente el único de la banda que sabía lo que significaba hacer favores. Aunque todo el mundo pensase que era el peor.

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N/A: ¡Muchas gracias por leer mi historia! Con este capítulo tenía la intención de que conocierais mejor a Danel y  poder mostraros otro lado completamente diferente de su personalidad. Por lo que se ve Danel es más vulnerable de lo que aparente ser... ¿Qué opináis? XX