Capítulo 8

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Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas. - Pablo Neruda.

 ASHLEY

-Su amigo parece realmente simpático.- comentaba Lena tumbada en la cama mientras tiraba su móvil al aire y lo alcanzaba con las manos. Cabe decir que más de una vez había aterrizado en su cara.- Fue el que me acompañó la noche de la fiesta.

-¿Ese fue el tío tan simpático, amable, gracioso....que te acompañó a hasta la residencia?- le pregunté estupefacta.

-Pues sí...-admitió Lena.-Te prometo que me trató extremadamente bien durante toda la noche.

-Sinceramente si fuera simpático como tú dices no sería su amigo.- le respondí.

-Estás prejuzgando.- le defendió Lena bruscamente.

Me pareció extraño que con tan sólo haber estado con él parte de una noche y sabiendo lo que sabe de él lo defendiera tanto.

-No es solo mi opinión Lena.-me justifiqué.- también Roger nos informó de la banda a la que pertenece...

-Seguro que detrás de esa fachada de tipo duro se esconde...

-A nadie le importa lo que esconde. -la interrumpí.- el que desea dar la apariencia de ser un gilipollas solo tiene dos opciones. La primera es que realmente lo sea y la segunda que aparte de gilipollas sea cobarde por ocultar su personalidad. En su caso me decanto completamente por la primera.

-Yo la segunda.- respondió Lena.- Creo que ha construido un muro alrededor de él por el cual no deja pasar a nadie. Tiene que permitir que cruces el muro para llegar a ver la persona que es él en realidad.

-Al final lo que se ve es lo que es.

-Lo que tú digas, ya veremos si en unos meses me das la razón...

El sonido de alguien tocando la puerta nos interrumpió. Abrimos y nos encontramos con Roger acompañado por una chica muy mona que aparentaba nuestra edad.

-Mmm..soy Carlota.- dijo con un acento que parecía extranjero.- Soy de la habitación de al lado.

Parecía un poco tímida pero muy simpática. Estuvimos presentándonos y descubrí que efectivamente era de Londres y su nombre era Charlotte; sin embargo, desde que se mudó  aquí siempre había usado el nombre de Carlota. Estudiaba derecho al igual que Lena aunque su sueño siempre había sido trabajar como actriz, fueron sus padres los que no le dejaron ir por ese camino. A pesar de ello estaba realizando diversos castings en los que le iba muy bien.

Decidimos quedar en media hora en la entrada de la residencia para salir a dar una vuelta al centro. Estaba anocheciendo y el tiempo era perfecto como para salir a tomar algo. Para cuando Lena y yo bajamos, Roger y Carlota ya llevaban diez minutos esperándonos; hay que decir que fue culpa de Lena ya que había decidido que aunque estuviese oscuro y sólo saliéramos para poco tiempo rizarse el pelo era algo fundamental.

Carlota y Roger estaban hablando animadamente, era indudable que habían congeniado perfectamente. Andamos durante una media hora hasta que al final decidimos pararnos en la terraza de un Starbucks.

-¡Juguemos a algún juego para conocernos mejor!- soltó Lena.- Cada uno hará una pregunta al que quiera y sólo tenemos una opción de pasar.

Todos la miramos reprimiendo una carcajada.

-Un juego así solo recuerdo haberlo hecho en clase cuando tenía 5 años.- rió Carlota.

-Vamos a estar en el mismo pasillo de la residencia durante todo el año y estaremos juntos mucho tiempo por lo que es una necesidad conocernos mejor.- siguió Lena.

-Está bien, yo empiezo.- soltó Carlota animándose.- ¿Puedo preguntar al que quiera?

-Sí.- respondió Lena inventando las reglas del juego.-Teniendo en cuenta que la intención de este juego es descubrir más de nuestro pasado y gustos.

-¿Color favorito?-preguntó Carlota a Lena.

-Mmm...el azul supongo, aunque también me gusta mucho el rosa.

-No sé porque pero te pega el rosa.- comentó Roger.- Venga, mi turno. ¿Dices la verdad cuando afirmas que Danel no te atrae nada?- me preguntó Roger sin cortarse un pelo.

-¿No se supone que estas preguntas son para saber más sobre el pasado?- dije marcando la última palabra.

-Uno puede sacar muchas conclusiones del pasado de una persona sabiendo qué le atrae en el presente...

-No puedo negar que es atractivo, pero su inteligencia brilla por la ausencia.

-Eso no es lo que dicen en la universidad.-siguió él.

-No insistas  ¿Vale?-me defendió Lena.-Ash ya ha dicho todo lo que tenía que decir sobre aquel tema. Ahora Roger, deja de picar a Ashley y responde, ¿Cuándo y cómo fue la última vez que tuviste algo con una persona?

-No tengo nada que contar al respecto.

-Mucho vacilas para luego no ser capaz de dar información de tu parte. Una puede sacar muchas conclusiones del pasado de una persona sabiendo cómo fue su última historia con alguien...- imité sus palabras para presionarle.

-Todo el mundo tiene una historia. -lo animó Lena a seguir.- Una historia más feliz, más triste, más entretenida... pero todo el mundo la tiene.

- Fue la última noche antes de venir aquí en una fiesta y solo fue esa noche. La siguiente mañana estuvo llena de confusión y arrepentimiento. Principio y fin de la historia.- respondió Roger secamente.

Todos nos quedamos con ganas de saber más y estoy segura que si no fuese porque se estaba haciendo tarde Lena hubiera preguntado por todos los detalles de aquella noche.

Cuando volvíamos tranquilamente por la carretera  se escucharon motos ruidosas y jóvenes chillando como si fueran animales. Carlota, que era la más cercana a la carretera, intentó alejarse pero no antes de que un idiota le agarrase el bolso desde la moto arrebatándoselo de un solo tirón.

Volvieron a acelerar metiéndose por el siguiente callejón, sin saber que no tenía salida.

-Esa es la banda de Danel y su amigo.

-¿¡Qué!?- exclamamos Lena y yo juntas.-¿Estás diciendo que ellos son los que le han robado el bolso?

-Efectivamente.-afirmó Ruyer.

Sin pensármelo dos veces avancé hacia el callejón.

-¿¡¡Estás loca?!!!!- me chilló Carlota pisando mis talones.

-Creo que mi mejor amiga no comprende dónde está el límite entre la valentía y la estupidez...- siguió Lena.

Pero no hice caso a ninguna de las dos, entre al callejón y  Danel estaba ahí acompañado de seis chicos más. Ahora se daría cuenta de quién era yo realmente.

Al otro lado del arcoírisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora