Al otro lado del arcoíris

Capítulo 12

La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.-Leonard Bernstein.

 ASHLEY

La música entra por los oídos, o quizá nos atraviesa la piel, lo que está claro es que llega hasta el corazón. Es increíble el poder que tiene para evocar emociones en los seres humanos. La música expresa la vida y es un útil medio para salir de ella también.  Deseaba pensar, entonces , que era la canción de "Let it go" de James Bay la que me envolvía en esta burbuja de bienestar y seguridad y no el cuerpo de Danel junto al mío .

La gente definitivamente dejaría  de decir que los chicos no saben bailar después de ver hacerlo a Danel. Llevaba el ritmo con una confianza y tranquilidad increíble, un paso hacia delante y otro hacia detrás. Nuestras miradas se cruzaban de vez en cuando pero ninguno de los dos se atrevía a mantenerla más de lo debido.

-Debo decir que he visto chicas menos tensas que tú bailar.-comentó.-relájate.

¿Cómo quería que me relajase? Había perdido de vista a Roger y Carlota; además Lena estaba por ahí haciendo quién sabe qué con Ian. Y yo aquí, con Danel, mi mente me pedía alejarme, pero mi cuerpo no. ¿Qué me estaba pasando? Posó su mano derecha en mi cintura y con sus dedos acariciaba la poca piel que quedaba a la vista entre mi camiseta corta y los vaqueros. Me gustó la sensación, estaba claro que sus caricias eran capaz de evocar más emociones y sentimientos que la música misma. Sin embargo, aún no era capaz de eliminar el sentimiento de  estar haciendo algo malos y me comencé a sentir algo incómoda al estar tan pegada a él.

-¿Estás bien?- me preguntó dándose cuenta de mi estado.- Vamos, salgamos a la terraza y te invito a una copa.

Me cogió de la mano y me tensé inmediatamente por lo que me la soltó inmediatamente. Por una vez en la vida parecía estar perdido y confuso pensando en cómo comportarse conmigo. Bien, se lo merecía.

-¿Qué quieres?- me preguntó cerca de la barra.- ¿Un cubata o prefieres jugar otra partida al pin pon bebiendo tequila?- bromeó.

-Una coca cola gracias, creo que en esa fiesta bebí lo suficiente como para todo el año.-respondí.- ¡Esa noche fue horrorosa!

-No parecías pensar lo mismo cuando saltaste a mis brazos...- siguió y le empujé suavemente con mi hombro.- Era broma sentémonos un rato  en esas mesas de ahí.

-¡Ashley! - alguien gritó súbitamente por detrás mío.- Sabía que vendrías.

Me giré para encontrarme de frente con Sergio. Vestía con una camisa negra y unos pantalones desgastados. Su pelo negro estaba alborotado y no podía negar que resultaba realmente atractivo.

-Hola.- lo saludé.- Si bueno... mi mejor amiga no me ha dejado ninguna otra opción que venir, pero tienes razón, esta fiesta está  realmente bien.

-¡Me alegro que te lo estés pasando bien! Unos amigos míos están preparando un juego en la segunda planta y mucha gente va a subir, ¿Te animas?- me preguntó.

Miré a Danel que se había mantenido ajeno a la conversación con cara de pocos amigos. En realidad me apetecía quedarme con Danel, pero ¿No estaba dejando mi orgullo a un lado al estar así con él después de todo lo que ha pasado? ¿Era verdad que él no era como había demostrado ser hasta hoy?

-Sí, espérame arriba, ahora subo.-le dije mientras me acercaba a donde Danel para hablar con él.

-Así que me abandonas así, como si no acabásemos de estar bailando juntos durante casi media hora.- comenzó. - O mejor, como si de verdad quisieses irte.

-Mira Danel, después de todo lo que ha pasado...- le dije viendo como bajaba la mirada afligido.- Has hecho muchas cosas hasta  este momento y una de ellas ha sido obligarme a odiarte. Si como dices tú no eres así en realidad, demuéstralo.

-Ya te he dicho que lo siento.

-Y yo te digo que ha pasado demasiado poco tiempo, yo también lo siento pero por mucho que lo intente ahora mismo no me siento cómoda.

-Quedemos un día.

-¿Me estás pidiendo una cita?

DANEL

¿Le estaba pidiendo una cita? Sí. No. Yo era Danel, ni pedía citas ni las aceptaba. Pero esa regla se iba a la mierda después de ver a Ashley.

-No lo sé, ¿Qué respondes?

-No sé que pretendes y tampoco sé si debo confiar en ti. Pero si tantas ganas tienes de conocerme estoy segura de que encontraras alguna manera de dar conmigo que no sea pedirme quedar en una fiesta, después de discutir y siendo casi las 3 de la mañana. Buenas noches.- contestó.

Me di cuenta que era la primera vez que quería algo de verdad y decidí que no iba a parar hasta conseguirlo. Me fui hacia la terraza solo con mis sentimientos y me apoyé en la barandilla mirando hacia la nada. Me sentía vulnerable e indefenso, algo a lo que no estaba acostumbrado. Sin embargo, tenía un un sentimiento de armonía, deseo, ilusión, felicidad y la esperanza de conseguir una plenitud que nunca había llegado a tener. Me gustaba, me gustaba mucho aquella sensación.

-¿En qué piensas?- me preguntó Ian acercándose por detrás.

-En que espero que te haya ido mucho mejor con Lena que a mí con Ashley.-le dije.

-¿Tan mal ha ido?

-Dejando a un lado que me acaba de dejar solo por irse a jugar con un tío, que me ha dicho que no iba a quedar conmigo y ni siquiera tengo su número. Pues no, no ha ido tan mal.- respondí irónicamente sin siquiera mirarlo.

Ian oprimió una carcajada.

-¿Sabes qué es lo peor? Que nos lo merecemos.- dijo pensativo.- Te mentiría si te dijese que a mí me ha ido tan mal para que te sintieses mejor pero Lena es graciosa, divertida, inteligente... es perfecta y ni ha mencionado el incidente del bolso.

-Me alegro tío.- le contesté sinceramente.

-Hemos quedado para ir al cine el siguiente sábado.

-¿Que qué?- le miré incrédulo mientras una plan comenzaba a coger forma en mi mente.

-Ya, ya sé que los de la banda se reirían de mí si supiesen que tengo una cita y además en el cine, pero no se lo digas por favor. Quiero que todo salga bien y creo que estoy preparado para dejar los principios de la banda a un lado por un día.

-¿Sabes qué? Yo también.- contesté sin pararme a pensarlo.- dile a Lena que lleve a Ashley al cine, aunque tenga que ser a la fuerza. Tú y yo amigo, tenemos una cita el siguiente sábado.