/•Cap.10•/

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Pov ???

Una canción, una vida, una melodía, ¿En qué se asemejan?, en todas ellas existe un hecho real, un sentimiento el cual no te has atrevido a revelar, ¿Tristeza?, ¿Odio?, ¿Melancolía?, ¿Soledad?, puede ser pero... ¿Quién soy yo para decirlo?, alguien que ha estado dormido por... ¿5 años?, es realmente reconfortante y solitario.

Y tan ridículo como el día en que me capturaron.

Lo recuerdo como si fuera ayer, yo rodeado de extraños policías mientras me apuntaban con sus armas, ¿Acaso creían que con unos juguetes como esos me detendrían?. Recuerdo como los despedace, fue tan hermoso ver y sentir la cálida esencia roja carmesí en mi rostro y en sus cuerpos, su color era tan increíblemente atractivo que decidí morder a cada uno de ellos, era un placer tan exquisito e inigualable su sabor.

Recuerdo la gran sonrisa de satisfacción en mi rostro, la felicidad en mi momento, jamás experimente tanta felicidad en mi vida, tanta energía, me sentí tan poderoso en ese momento, me sentí tan excitado al ver como la sangre de mis víctimas recorría mi piel, provocando en mi algo tan extraño que no me ocurrió nunca, me había corrido en mi ropa.

Me encontraba muy "sucio" a mi parecer, tuve que ir a una maldita tienda cerrada para cambiarme. La verdad, siempre me ha dado gracia lo poco que la gente cuida sus tiendas, que un niño de 13 años entre con tanta facilidad a esta sin destruir nada ni llamar la atención, que sistema de seguridad tan mala.

Al cambiarme, logré ver como unos viejos erizos con lo que parecían batas caminaban hacia las afueras de la ciudad, ¿Hu?, ¿Qué harán tantos viejitos por ahí solos? Inconscientemente se me formó una gran sonrisa en los labios, hoy estaba de suerte, logré escapar de casa, me volví un asesino en serie, mate a los putos que me molestaban, la policía me encontró y los mate, tuve mi primer orgasmo y ahora a matar a ancianos, ¡Yupi!, la vida me ama.

Cuando me dirigí a matar a los pobres ancianos divise a alguien conocido que no había visto hace años con ellos, ese peculiar erizo azul marino con esos ojos tan tétricos que harían temblar a la misma muerte en persona.

Exe, aquel que conocí de pequeño, el que me llevo a abrir los ojos y dejar de soportar las torturas de esos estúpidos que me lastimaban en la escuela.

Aún lo recuerdo... Aún lo recuerdo.

*6 años antes*

- Bien estúpido, danos lo que queremos. - me ordenó un zorro de pelaje rojo aún más alto que yo -.

Yo no podía reprimir a sus dichos. Mi padre me dijo que no quería que lo molestará más con eso de que me molestaban en la escuela, alegando que yo era un niño malo y que por ello a mi me molestaban. No me quedo de otra que obedecer a los muy pendejos, en absolutamente todo, si ellos me ordenaban golpear a un animal lo hacia, si me ordenaban golpear a alguien, darles mi almuerzo, robar dinero de la cartera de la profesora yo lo hacia.

De todos modos si hacia algo mal o no les gustaba debía afrontar golpes, que me desnudaran y sacaran fotos mientras acercaban su miembro a mi boca obligándome a lamerlos como si de un helado se tratase.

Aguante mucho dolor físico y emocional, hasta el punto en el que me dejaba golpear por todos los niños de mi escuela, día a día soportando los golpes, burlas, insulto y violaciones, todo por ser un niño malo.

A pesar de que nunca lo dije, las palabras de mi padre siempre me han afectado mucho, nunca entendí el porque, pero siempre he sentido algo dentro de mí que me faltó, y ese algo hace que mis emociones se descontrolen, nunca lo pude entender. ¿Será por la falta de mi madre?, no lo sé.

Entre la guerra y el amor [Cancelada]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora