/•Cap.3•/

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El caos reinaba en Möbbius, los pequeños habían logrado sus sueños... Matar a inocente por placer, el matar lo pensaban como un divertido juego como el gato y el ratón, donde ellos eran los felinos que destripaban sin remordimiento las entrañas de aquellos ratoncitos mientras la más pequeña lamia las tripas de algunos de los cadáveres para finalmente arrancarles las cabezas de un golpe, atando los cabellos a su cintura mientras la sangre manchaba su falda amarilla y sus zapatos azules.

- ¡Miren!, ¡Un perro!. - grito emocionado el chico del grupo para ir donde aquel cachorro le ladraba tomándolo de las patas delanteras. - Tranquilo perrito. - susurró para así... Como si se trataba de un saco, sostuvo fuertemente las patas del perro comenzando a golpear su torso y cadera con fuerza contra una pared de ladrillos mientras se escuchaban los huesos del perro destrozarse. - ¡QUE DIVERTIDO!, ¡SANGREEEEEEEEE!. - gritó excitado por la sangre que salpicaba en su rostro y brazos -.

- ¡Oye!, ¡Que yo también quiero jugar!. - chillo molesta la más pequeña corriendo donde el cachorro proporcionándole una patada en la cabeza llegando a arrancársela de golpe acabando con el sufrimiento del canino. - ¡Jijiji!, ¡Que divertido!. - decía entre pequeñas risitas -.

Mientras los pequeños se divertían torturando y mutilando a vivos y muertos, otro par de erizos se las intentaba ingeniar para salir de la ciudad.

- Ven rápido. - indico el mayor haloneando al contrario -.

- Pero estoy muy cansado... ¡Ha!, idiota, estoy descalzo, me di con una piedra. - alego adolorifo deteniéndose, sentándose en una roca -.

- Tsk, que niña eres para tus cosas. - alego el mayor por las quejas de su "amigo" divisando sus pies rasguñados y ensangrentados por tanto correr y caminar descalzo. - Esta bien, descansemos un momento. - agregó un poco cabreado dirigiendo su mirada a las afueras. - Ya no queda mucho, vamos. - sentenció volviendo a levantarse -.

- Ha no, acabo de sentarme, además me duelen mucho. - gruñó molesto por la prisa del erizo -.

- Tsk. - tuerce los labios tomando al erizo cargándolo como caballito. - Ahora deja de quejarte. - ordeno mientras corría rápidamente a las afueras -.

*En otro lugar aún más lejos*

- Yo creo que nos perdimos. - dijo entre susurros una eriza rosa de largos cabellos -.

- Yo no sabía por donde se iba... - alego el erizo albino para caer de repente todos al suelo debido a los sismos que había al mismo tiempo que se escuchaban risas diabólicas de niños -.

- ¡¿QUÉ COÑO FUE ESO?!. - pregunto nerviosa la felina violeta -.

- Tranquilos todos, no hay que pensar en lo peor. - dijo el azulado intentando calmar a sus compañeros -.

- ¿Creen que sean niños diabólicos?. - pregunto asustada la rosa -.

- 😨 ¿Y.... Qué puede ser peor que eso?. - pregunto el azulado nervioso temblando levemente -.

- Que sean más de uno o dos... Ha no, yo ya me voy. - sentenció la felina dispuesta a irse por otro camino -.

- ¡Espera Blaze!, no sabemos que esta pasando, es mejor que no nos separemos. - advirtió el albino -.

La felina al escuchar sus palabras se digno a detenerse un momento, era verdad lo que decía el albino, no tenia idea a lo que se enfrentaban, no podía darse el lujo de salir a buscar a la demás gente.

De la nada escucha unos quejidos para correr hacia ellos, mientras la seguían los otros tres.

- ¡Shadow!. - chillo emocionado el azulado lanzándose sobre este abrazándolo con fuerza. - Que bueno que estas bien. - movió alegremente su colita para notar a su hermano recostado en el suelo mientras sostenía su vientre. - ¡Zonic!, ¿Qué te ocurre?. - preguntó preocupado dejando de abrazar al veteado agachándose al nivel del mayor -.

- Ha, Z...Zhadow.... Aah. - se muerde el labio inferior mientras tenia el rostro rojo -.

El más pequeño se extraño por su comentario llevando su mano a la frente del mayor notando que estaba ardiendo.

- ¿Y ese chico?, em..... Zhadow. - pregunto mirando al veteado -.

- Fue a buscar a Mephiles, él esta en Möbbius. - dijo con seriedad pero con notoria preocupación -.

- ¡¿MEPHILES ESTA EN MÖBBIUS?!. - pregunto preocupado el albino. - ¡DEBO IR A BUSCARLO!. - grito preocupado mientras el temor lo dominaba, mandando todo a la mierda para ser detenido por sus amigas -.

- Silver, no seas imprudente, allí esta el peligro, no podemos volver. - dijo la eriza intentando detenerlo -.

- ¡Debo hacerlo!, ¡No puedo dejarlo solo!, ¡Dejenme ir!. - pedía entre gritos intentando safarse -.

- Hemos dicho que no, te quedas aquí. - ordenó la felina -.

- ¡No!, ¡No!, ¡NO!, ¡Sueltenme!, ¡SUELTENME AHORA!. - gritó para elevar a las chicas en el aire. - Iré. - dijo decidido para despertar del pequeño transe dejando a las chicas en el suelo. - Y...yo lo... Siento. - desvía la mirada apenado por lo que hizo -.

La tensión aumentaba debido a la acción del albino, acabándose con la llegada de un veteado.

- Zhadow, ¿Lo encontraste?. - pregunto atento el veteado más joven -.

El mayor no respondió, solo guardo un intenso e inquietante silencio mostrando su mano donde ya hacia el colgante de su hermano, ganándose la mirada de sorpresa y tristeza del menor, acercándose a este para abrazarlo imaginando lo peor.

El albino derramó un par de lágrimas para limpiarse las con su brazo, no creía, no, que quería ni aceptaba que su veteado había muerto. Por lo que se dispuso a correr rápidamente a Möbbius.

El albino se perdió ante la vista del pequeño grupo, corriendo sin parar hacia Möbbius.

*Cerca de allí*

El amarillo cansado deposita al veteado en el suelo tomando un descanso.

- Eres liviano, pero ya me cansé. - exclamó exhausto sentándose en una roca -.

El veteado solo cayo por un momento hasta que escucho unas risas cerca de ellos.

- ¿Qué es eso?. - pregunto el veteado lleno de confusión intentando levantarse -.

De la nada, el cuarteto de niños sale de los arbustos entre risas, donde la ardilla y el erizo demoniaco retuvieron al amarillo impidiéndole atacar.

- Hola. - saluda la eriza rosa caminando frente al veteado -.

- ¿Amy?. - pregunta extrañado por su "aparición" -.

- Ppppfffff, ¡Jajaja!, que simpático, pero no. - suelta una carcajada. - Soy Rosy, y..... - lleva una de sus manos al mentón del veteado mirándolo a los ojos. - Tu tienes algo que quiero. - susurro con maldad -.

- ¿Y qué podría tener yo que lo quieras?. - pregunto serio -.

- ................. Tu poder. - susurro en el oído del veteado -.

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Suspensooooo! Soy tan mala \_:3_/ ¿Cómo es el clima donde viven?, acá hace un calor de la puta madre xc bloqueador haya voy

Entre la guerra y el amor [Cancelada]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora