/•Cap.5•/

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*Con Silver*

El pequeño albino corrió sin parar hasta que, sin darse cuenta, tropezó con la raíz de un árbol cayendo de golpe por una bajada hasta llegar al desolado y sangriento Möbbius.

- ¿Q...qué ocurrió.... Aquí?. - se pregunto tembloroso intentando levantarse -.

Logro levantarse con algo de dificultad debido a rasguños sufridos por la caída, despertando su atención cuatro "niños", dos llenos de sangre mientras los otros dos ayudaban a los heridos.

- ¡DUELEEEE!, ¡MI SANGRE ARDE!, ¡MALDITO!, ¡DUELE!, ¡TE MATARÉ FLEETWAY!. - gritaba adolorido -.

Las palabras del erizo azul marino sorprendieron al albino, quien los miraba desde un par de metros.

Recordaba que aquel agresivo erizo amarillo era muy amigo de su Mephiles, ¿Y si él lo ayudó a escapar?, ¿Y si Mephiles estaba vivo?, quizás ahora ni siquiera estaba en Möbbius.

Su felicidad se hizo notable en su angelical rostro al ver esa posibilidad, corriendo donde los pequeños sin sospechar peligro alguno.

- O....oigan, de casualidad..., ¿No han visto a un erizo negro de vetas azul grisáceas?, lo he estado buscando. - pregunto con cierta timidez -.

El albino no obtuvo respuesta, solo unas sonrisas sádicas y macabras por parte de los erizos y la ardilla.

- Si..... Y tú lo verás muy, muy pronto, jajaja. - ríe con malicia el azulado debido a la furia que tenia, atacándolo con sus garras el brazo derecho de éste -.

- ¡Aaaaaaaaaaaah!. - el albino soltó un grito adolorido llevando su mano izquierda a su herida evitando desangrarse. - Mmgh!, ¡¿Por qué hacen esto?!. - les pregunto desesperado dándose cuenta de que ellos eran los responsables de aquella tragedia -.

- ¡Jajaja!, solo queremos destruir a todo ser viviente, es solo un juego casi infinito... ¡Uno muy divertido!, pero para eso debemos encontrar a todos quienes tienen poderes sorprendentemente poderosos y así destruir a la humanidad. - respondió la rosada con una gran sonrisa tomando su martillo. - Adiós tontito. - se despidió feliz apunto de "aplastar" literalmente al albino -.

De un segundo a otro, el golpe esperado por el albino jamás llego, abrió sus ojos encontrándose sentado sobre una moto mirando nuevamente a la niña descubriendo una familiar silueta. El desconocido volteo a ver al albino para así, el más joven derramar unas pequeñas y finas lágrimas.

- S....s.......Scourge... Eres tú. - dijo con felicidad y tristeza al descubrir la verdad, extrañándose un poco al verlo de pies a cabeza -.

Sinceramente, para el albino había cambiado muchísimo, su antiguo amigo era un poco más alto que hace tres años, tenia su ojo derecho cubierto con vendajes, llevaba puesta una camisa de mangas cortas, un chaleco negro atado a su cintura haciendo juego con su pantalón gris oscuro.

Lo que más destacaba en el erizo era un peculiar sombrero de vaquero que llevaba puesto, lo más extraño para el albino era que estaba seguro que era para mujer.

- Silver..., ponte el casco. - le pidió casi en orden volteando a ver a los "niños". - Vaya, por lo visto se han vuelto más lunáticos, pero siguen siendo débiles. - se cruza de brazos mirándolos con ironía -.

- ¡Grrrrrr!, ¡CALLATE!. - grita furiosa la eriza rosa por su comentario sacando su martillo. - ¡TE APLASTARÉ!. - advirtió apuntó de atacarlo hasta que su compañero más sádico la detuvo, Exe -.

- Rosy..., dejamelo a mí, yo lo quiero matar... Yo quiero encrustar mis garras en él mientras veo su sangre escaparse de sus heridas, yo lo mataré. - se promete así mismo mirando sádico a su "rival" -.

Entre la guerra y el amor [Cancelada]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora