2. ¿Problema solucionado? No lo creo...

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      -¿Cómo te las piensas arreglar para que te dejen salir? – me pregunta Cat mientras bajamos las escaleras.

      -Umm… veamos… ¿sobornando a mi hermano pequeño?

      -No, al final se chivará…

      -¿Saliendo y volviendo sin que nadie se entere? ¡Yo que sé…! – exclamo.

Al final de las escaleras doy un salto.

      -Mami…

      -Ni lo intentes Elicia Carter Hanson – me advierte mi madre sin mirarme.

      -Venga, se por una vez la mejor mami del mundo – le pido con mi voz de angelito.

      -Me gustaría saber porqué dejé que tu padre escogiera el segundo nombre, ¿Carter? Uhg, es nombre de chico… - murmura mi madre sin hacerme caso.

      -Mamá, venga, solo vamos a Dany’s – le digo sabiendo que ella no se negará.

      -Voy a llamar a Shannon para asegurarme de que estuvisteis allí toda la noche… Las dos – nos dice mi madre.

      -Okey – le respondo casi saltando de alegría.

Cuando llegamos a Dany’s, Cat y yo nos sentamos en nuestra mesa de siempre y es entonces cuando recuerdo la nota que me dio Shannon.

La abro.

Elicia Carter Hanson, te quiero en mi casa a las doce, ¿quedó claro? Venga, te echo de menos, seguramente traerás también a Cat, de verdad, ¿no das un paso sin ella?

Te espero, besos D.

Nunca he ido a casa de Damien la verdad, nunca lo he considerado necesario, ahora siento curiosidad.

Sí, ahora que supuestamente ya no eres su amiga, ahora que él está con Ellen es cuando tienes curiosidad por ir a su casa, por Dios Carter… madura un poco.

Cat me arrebata la nota de las manos y sonríe poco antes de devolvérmela.

      -Ve, – me dice sonriente y justo cuando estoy levantándome termina la frase y eso me hace pararme – ve y arréglalo todo con él como haces siempre.

      -¿Siempre hago eso?

      -Carter no nos engañemos, estás loquita por sus huesos, pero nunca has intentado ser algo más que una amiga, apuesto lo que sea a que él te ve como un chico más – dice entre risas.

      -Umm… Sí, iré – me levanto con ímpetu de la mesa y me acerco a Shannon – Mi madre quizá llame, ¿puedes…

      -…decirle que pasamos aquí toda la noche? Sí cariño, dentro de poco empieza la marcha de verdad, ¿seguro que no te quedas? – me pregunta.

      -Tranquila Shannon, yo lo haré, seguro que entre las dos conseguimos a dos buenos chicos, ¿eh, eh? – esas dos son como dos diablos, aunque de Cat tampoco es extraño ni nada nuevo…

Me bebo lo que queda de mi cerveza de golpe y salgo corriendo, aun me queda un buen camino hasta la casa de Damien puesto que está a las afueras del pueblo muy, muy cerca del bosque.

Oh, Dios mío, ¿la casa es esta? Aparco frente a la casa y subo unas escaleritas hasta el porche, justo antes de que llame al timbre, un sonriente Damien, me abre la puerta.

      -Has venido – murmura.

      -Tú me invitaste, ¿recuerdas? – Damien me sonríe y se hace a un lado para que pueda entrar.

Amor, Sexo Y Otras Drogas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora