13. Vídeo fantasma

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      -Vamos Eli, no es para tanto – me dice Cat riéndose.

      -¡Sí, sí es para tanto! ¡Casi acabo en la cama de mi mejor amigo!

      -Dudo que llegarais a la cama pero como tú digas Eli… - murmura Bethany con gracia.

      -Bethany no quiero acostarme con Luke. – gruño.

      -Cambiando de tema… - dice Cat - ¿no irás a ver a tu padre, verdad?

      -No lo sé, Cat. No creo que sea bien recibida –le explico doblando una camiseta.

      -Eli… - mi pelirroja favorita me coge las manos entre las suyas y me gira quedando cara a cara – Yo voy contigo.

      -No, no sé lo que voy a hacer pero tú estás bien aquí.

      -Si lo dices por mí, que sepas que yo también voy – me dice Bethany estrechándome entre sus brazos. - ¿Te perderás la oportunidad de restregarle a ese idiota moreno del que tanto hablas lo bien que te lo pasas con cierto rubio de ojo azules?

      -Pensará  que me acuesto con Luke.

      -¿Y? Eres responsable de lo que dices, no de lo que los demás entienden – dicen Cat y Bethany ahora castaña al unísono.

      -Ahora entiendo lo de la tensión sexual… - murmuro pensativa repitiendo las mismas palabras que Bethany había dicho.

      -Eli tienes que volver, además dentro de unos días cumplirás diecinueve – me dice dando saltitos, giro la cabeza para mirar a Bethany detrás de mí.

. . . . .

La lucecita de mi móvil me indica que acabo de recibir un mensaje. Me levanto  de la cama y lo cojo sobre el escritorio, me vuelvo a tumbar sobre el colchón con los gemidos de mis tres amigos de fondo, por Dios… vivo con tres adoradores del sexo siendo una virgen puritana desde su punto de vista… El contenido del mensaje es multimedia y tengo que descargármelo.

Un video aparece ante mis ojos. Son Dan y Rober jugando a unos videojuegos sentados en el sofá.

“¿Entonces la olvidarás? ¿Después de estar tan apegado a ella y defenderla a muerte durante estos últimos meses simplemente harás como si ni hubiera pasad nada nunca?” le pregunta Rober sin dejar de mirar la gran pantalla.

“Sí, es una puta…Se lió con su supuesto nuevo mejor amigo” gruñe Dan.

¿Qué coño?

“¿Te mandaron la foto, eh? Quizá si le das el derecho a la duda quizá cuando vuelva te lo explique” le dice Rober tan pacifista como siempre.

“Que se vayan a la mierda, tanto ella como ese rubito” dice Dan tan tranquilo que hasta en el video se ve que está que echa humo por las orejas.

Y el video se corta. Enfadada y dañada me levanto de un salto y voy hasta el salón.

Cat está tumbada en el suelo con la cara bajo el coño de Bethany que no deja de gemir y Luke visiblemente entretenido con… Vaya, no es tan difícil de ver cómo me imaginaba. El rubio levanta la vista hacia mí con los ojos muy abiertos y una sonrisa lujuriosa que se le borra en cuanto ve los temblores que empiezan a sacudir mi cuerpo desde mi labio inferior a mis manos y seguidamente a mis rodillas, no aguantaré mucho más tiempo de pié.

Se levanta descuidando la atención que le estaba brindando a mi pelirroja amiga y fijando su mirada en mis vidriosos ojos rojos. Después de ponerse un bóxer corriendo me lleva de vuelta a mi habitación donde nos acurrucamos en mi cama mientras lloro desconsoladamente.

¿Cómo pudo decirle eso a Rober? ¿Y de qué foto hablaban? Sé que cuando Bethany y Cat nos encontraron a mí y a Luke en aquella situación tan comprometida no resistieron la tentación de sacarme una foto, pero ahí no estaba liándome ni besándome con él precisamente, además, ellas no harían algo tan rastrero.

Luke me susurra palabras tranquilizadoras en el oído mientras me acuna acariciándome el pelo. Sin poder aguantar más un grito desgarrador sale de mis entrañas alarmando sobremanera a mi amigo que me aprieta más contra él y no cesa en sus intentos de eliminar o disipar el dolor aunque fuera por solo unos minutos.

Cuando vuelvo a levantar la vista con las mejillas sonrosadas y mojadas, el pelo revuelto y enmarañado, los ojos brillantes y rojos y los labios hinchados veo que llevo más de una hora llorando como una magdalena.

Hago amago de levantarme pero Luke me lo impide, casi había olvidado que seguía, ahí. Casi.

      -¿Estás mejor? – Asiento - ¿Seguro? – Niego - ¿Puedo saber por qué de repente te entró semejante llantera? Eli pensaba que te escaparías entre mis brazos, que en cualquier momento… no sé morirías, parecía que te hubieran clavado un cuchillo y estuvieran retorciéndolo.

      -Así es como me siento… - susurro con la voz quebrada.

Luke me deja sobre la cama de nuevo y se levanta tras arroparme.

      -Descansa.

      -Quédate, por favor –le digo alzando una mano.

      -Iré a por un ibuprofeno, ahora vuelvo – me promete.

Oigo el agua deslizarse en el interior de un vaso y un… quizá un cubito de hielo, ahh… y a mis dos amigas gritándole en susurros a Luke. Luke vuelve en un tiempo record considerando que tuvo que sortear el intenso interrogatorio de esas dos locas, me acomodo sobre su pecho después de haberme tomado la pastilla con un vaso lleno de agua congelada con hielo, que sinceramente amortiguó un poco el dolor de cabeza, me dejo llevar por los brazos de Morfeo.

Amor, Sexo Y Otras Drogas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora