Departamento 813 [Rin x Len] [Miku x IA]

Tres: Tercer Jugador [Primera Parte]

Rin miraba la carta totalmente desconcertada ¿Como la había puesto ahí y no lo había visto? Definitivamente el chico debía de ser un ninja.

El día paso lento y a la vez rápido, había demasiada gente en la mañana y que decir de la noche. El bar no cabía de gente y lo peor era que uno de los chicos que atendía  junto a Rin se había enfermado, dejando a Rin y Al jefe totalmente solos.

-  Kagamine.- Le llamó el jefe desde la barra.- ¿Tienes a alguien que esté disponible para trabajar ahora? Le pagaré. Esto está demasiado lleno.

Rin lo medito un momento, ella no tenía muchos amigos y Miku no era una opción. No metería a su hermana en un bar.

A pesar de que Miku tuviera la misma edad que ella Rin siempre había sido bastante protectora y sabía que aquel ambiente a las 4 de la mañana se pondría tóxico.

En eso que meditaba recordó el número de teléfono que descansaba en su bolsillo. Lo tomo y llamó.

- ¿Alo? 

- Hola...

- ¡Preciosa!¿Como estás? 

- Bien...oye sé que nos acabamos de conocer y todo el rollo pero ¿podrías hacerme un pequeño favor?

- Solo si sales conmigo.

Rin puso los ojos en blanco, estuvo a punto de negarse pero su jefe y ella estaban saturados así que no le quedó de otra.

- Está bien...

Diez minutos después Gumo entraba por la puerta del local justo como Rin le había pedido, se había puesto una camisa blanca y un pantalón negro. Era idéntico al uniforme del jefe.

- Buenas noches hermosa chica.- saludo.

- Deja de llamarme así y ponte a trabajar. ¿Sabes hacer tragos?

- No.

- ¿Cocinar?

- Nop.

Rin se dio un cabezazo internamente ¿Por que había contratado a alguien tan inútil?

- Entonces serás camarero.

- Oki Doki.

Gumo se colocó el delantal negro que todos usaban en la cintura y tomo una bandeja.

La noche paso más rápido de lo que esperaban, Gumo hacia un buen trabajo Y atraía muchos clientes. En especial chicas.

- Lo siento chicas.- Les decía.- Yo ya estoy colado por alguien más.

Y le guiñaba un ojo a la rubia.

Al principio Rin le ponía los ojos en blanco, pero después simplemente lo ignoraba.

Cuando la noche acabo y tocaba cambio de turno, Gumo se ofreció a acompañar a Rin.

Hacia un frío que te congelaba los huesos.

- Así que... ¿Que día te conviene una cita?

- Alto ahí guapo.- dijo con tono molesto. Odiaba que las personas fueran tan insistentes.- Dejemos en claro que es una salida amistosa, no es una cita.

- Ya. ¿Y cuando te conviene?

Rin puso los ojos en blanco. Otra vez.

- Domingo, ese día no trabajo.

Habían llegado a la puerta del edificio y el chico le sonrió mostrando los hoyuelos.

- El domingo a las 5 ¿Te parece bien preciosa?

Rin bufo y asintió.

- No me llames así.

- Entonces dime tu nombre.

- Rin. Kagamine Rin.

- Gumo Megpoid.

Ambos se estrecharon la mano y tras despedirse con una sonrisa el chico se fue.

Al entrar al edificio Rin vio que en su buzón se asomaba un pequeño papel. Era una carta.

Buenos días vecina! ¿Cómo está? Luce preciosa hoy.  ¿Te gustan los gatos?

Atte Dpto 813

Rin subió a su departamento de dos en dos, cuando abrió la puerta el sol de la mañana ya asomaba por la ventana y su hermana estaba dormida en la alfombra abrazada a un pequeño bulto blanco.

Puntos bonus para el jugador número uno.

Rin dio un chillido de la emoción. Amaba los gatos.