Veintidos: Otra idea [Primera Parte]

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Narra Ia

Ese día estaba particularmente frío, mi nariz estaba roja y por no decir rota. Las manos me temblaban de tanto frío, la gente me miraba con preocupación y muchos con miedo, algunos se acercaban e intentaban convencerme de ir a un hospital. Yo les dije que no.

La fachada de aquel edificio siempre me había parecido de lo más hermosa, su arquitectura era exquisita y los balcones llenos de plantas le daban ese toque especial. Toque el botón con el número 626  y la dulce y cantarina voz de Miku salió por el pequeño altavoz.

- ¿Si?

Sonreí, necesitaba escucharla. Pero cuando estaba por hablar una voz se coló por el altavoz desde atrás.

- Miku ¿Donde están los apuntes?

Luka estaba allí, lo cual fue suficiente para que no contestar y marcharme de allí. Odiaba esta sensación que me quemaba por dentro.

Me aleje a pasos lentos y silenciosos, caminando bajo la niebla que comenzaba a formarse, y entre lágrimas me reí. El clima era tan extraño como me sentía yo, en la mañana era tierno y cálido pero ya entrada la noche el frío era gélido y la niebla no dejaba ver más allá de un metro.

Habíamos estado grabando pistas y demos a lo largo de la semana y en nuestro único día libre, o sea hoy, me dediqué a estudiar para poder sacar los exámenes lo cual fue una mala idea pues me encontré con mis amistosos amigos de universidad.

Cuando llegue a casa la sangre había parado por lo que pude quitarme la mano de la nariz, abrí la puerta lentamente dejando que el frío se colara poco a poco. Todo estaba igual de solitario que siempre, eran estos los momentos en los que extrañaba profundamente a mi familia.

Flash Back

- ¡LLEGUE!.- Grite mientras dejaba mi mochila a un lado de la puerta.

Mi madre me saludaba desde la cocina mientras yo corría a saludar a mi pequeña hermanita de cinco años, mis padres me habían tenido muy jóvenes por lo que mi hermana era casi diez años menor que yo.

- Hola a mi pequeñita favorita.- exclamé.

Mi pequeña adoración me sonrió mostrando sus únicos dientes mientras estiraba los brazos para que la alzara, lo cual hice sin chistar.

Era la mejor parte de mi día, hacerle mimos a mi hermana.

Fin del flash back.

Emma era mi pequeña adoración ¿Cómo estaría ahora? El otro día me envió un mensaje diciendo lo genial que era que estuviera en una banda.

Borrando mi recuerdo me acosté sobre el sofá y observe él techo con los ojos pesados.

¿cuándo se había vuelto todo tan complicado?... Probablemente todo empezara cuando tome la estupida decisión de venirme lejos. No sabía ni porque seguía aquí, no tenía nada.

- Fue ella y lo sabes.- me conteste.

Y me odiaba porque era verdad.

El día que Miku y yo nos habíamos conocido estaba 100% dispuesta a regresar a mi antigua vida... Pero algo me obligó a quedarme y aún que al principio no la quisiera cerca poco a poco me convencía más y más.

Y luego cometí el intento de suicidio, el cual fue aún más Estupido por dos cosas:

1.- Viví.
2.- Me di cuenta de lo irremediablemente enamorada que estaba de ella.

Y dolía, demonios que dolía. Es por eso que odiaba estar cuando Luka andaba cerca.

Sé que no soy la mejor persona apta decirlo pero estoy un noventa y nueve por ciento Segura de que Luka se traía cosas entre manos, no me inspiraba confianza y por lo que pude notar a Rin tampoco incluso El otro día ,en la universidad, Luka había estado hablando con un chico...no me importó en lo más mínimo pero en cuanto me vio ella actuó de manera muy extraña, incluso desconoció al muchacho, y después otro día la vi sacando fotos a los pasillos y llevándose un montón de libros de la biblioteca todos eran anuarios de los graduados de la Uni.

La nariz comenZo a dolerme sacándome de mis pensamientos, por lo que fui a la cocina y saque una bolsa de hielo, luego doble hacia el baño y comencé a limpiarme y curarme las heridas, el hielo lo aplique sobre la zona de mi nariz para bajar la hinchazón.

Después de eso tome un somnífero y me fui a dormir.

(...)

- LEVÁNTATE MALDITA MARMOTA.

Dio un brinco ante semejante levantada callando de boca al suelo, mataría a quien me estuviera interrumpiendo. Dormir era mi arte sagrado.

- ARRIBA ARRIBA ¡LLEGAMOS TARDE!

- ¿Miku?.- pregunté.

¿qué hacía Miku aquí?

- No, tu abuelita.- frunció el ceño.- por supuesto que soy yo pequeña marmotita de nieve, Oliver me mando por ti llegamos una hora tarde.

Me levante de un salto, mi cuerpo estaba adolorido de ayer pero lo ignore completamente metiéndome como una bala al baño.

Miku comenzó a hablarme a través de la puerta.

- ¡Esto es un desastre!.- exclamó.- ¿No ordenas tu casa acaso?

No respondí, estaba demasiado ocupada quitándome la mugre y la sangre seca de encima.

- ¿Puedo ordenar un poco?

- Haz lo que quieras.

Silencio...Amado silencio.

Ni siquiera me detuve en la pregunta, simplemente pensaba en que Oliver me mataría, me daría de esos golpes en la nuca que nos dejan con los ojos llorosos. Odiaba la impuntualidad.

- Mierda, mierda, mierda...

Termine. Me cambie algunos vendajes y oculte lo mejor que pude los moretones de la cara. Me puse lo primero que encontré

Departamento 813 [Rin x Len] [Miku x IA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora