Freeze You Out [Yuri On Ice]

IV

Viktor se asombró cuando vio medios de comunicación atiborrando el Ice Castle ¿Cómo es que supieron él se encontraba allí? Ah. Quizás se debía a cierta fotografía con su ubicación posteada hace aproximadamente una semana atrás. Nuevamente su alma de niño ganó al raciocinio del adulto que era, bueno, nunca planeó esconderse. Tarde o temprano el mundo del patinaje artístico y su prensa sabrían dónde se encontraba, y qué lo había traído allí; la fotografía subida a su Instagram sólo agilizó un poquito las cosas.

Saludó cordial, sonrió, entregó autógrafos y se sacó fotografías con aquellas muchachitas que se arrimaron a él en busca del recuerdo conmemorativo. De no ser por la intervención de las trillizas habría sido tragado –no literalmente, por supuesto- por el cumulo de la gente rodeándolo.

Ha pasado buen tiempo desde la última vez que patinara sin espectadores presente, en Rusia siempre estaba Yakov o algunos de sus compañeros, pero ahí en el Ice Castle podía dedicarse y relajarse sin sentir como agujas en su nuca las miradas.

Ai ni tsuite, Agape, amor incondicional y sincero, la personificación del amor que profesó Dios al hombre entregándoles la divina providencia del libre albedrio. Uno que no muchas personas en ese mundo hacían uso... así es como lo veía Viktor, sólo podía cruzarse en su cabeza el sentimiento del amor incondicional de Dios sobre su creación ya que el amor incondicional romántico no lo ha experimentado jamás. Ai ni tsuite, Eros, el amor sensual; de ése sí sabía el ruso, aunque 'amor'... más iba evocado a la pasión, el desenfreno del deseo mismo hasta el punto de consumirte en el. Esos eran los dos programas en los que había estado trabajando con ahínco Viktor para la próxima temporada, siempre iba así de adelantado ¿Por qué? Porque siempre ha privilegiado sorprender al público y por tanto se dedicaba a sacar programa tras programa en busca del idóneo a presentar.

~*~

El seleccionado japonés fue pateado en el piso y posteriormente agredido con múltiples de cuestionamientos respecto a qué planeaba él teniendo a Viktor como entrenador. Era obvio, por el tono del menor, que posterior a encontrarlo en ese estado de auto lamentación en los baños, meses atrás, había entregado al ruso una imagen de él digna de subestimar.

- Yo no logro entenderlo, así que mejor pregúntaselo a él –Dijo finalmente Yuuri.-

Era un adolescente, pensó, no debía rebajarse a su misma línea de diálogo agresivo, además, no estaba en su naturaleza. Katsuki era un pacifista. Además, no quería seguir estando a solas junto a Yuri Plisetsky, no podía definirlo muy bien pero sentía una atmósfera de choque, como si entre ambos repudiaran la mera existencia del otro; no le gustaba experimentar ese sentimiento, él no conocía al menor ¿Por qué 'odiarlo'? se rehusaba a aceptar aquel sentir irracional.