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- Ese Cerdo aún no llega -Es Yuri quien lo nota. Son sólo cerca de treinta minutos, pero parecen eras para alguien que siempre ha sido extremadamente puntual como el japonés.- Ayer hizo lo mismo y antes de ayer y antes, antes de ayer -Contrario a lo que se pudiera pensar, el rubio no está boicoteando a su tocayo de nombre, lo que hace es burlarse de como el japonés está evitando a Viktor sin siquiera preocuparse de hacerlo menos notorio.-

Ver el aura del mayor torneada entre colores amarillos y celestes producto de la desazón y la ansiedad de no saber qué sucedía con el moreno era casi una obra de arte para Plisetsky, podría sentarse todo el día a contemplarla.

Y mientras los rusos estaban en el Ice Castle, Yuuri, sintiéndose el ser humano más despreciable del planeta, se apresuraba en vestirse para posterior a ello correr en dirección a las instalaciones de la pista de patinaje. No podía continuar comportándose como quinceañera taimada, era un adulto, Minako y Viktor también, que él fuera una especie de ente asexual que nunca en su vida se ha interesado romántica o sexualmente por alguien de forma seria, aún a sus 23 años, no quería decir que todo el resto del mundo se mantuvieran sin esa necesidad natural. Claro que con la llegada del mayor todo había cambiado.

Precisamente eso lo tenía desestabilizado, sentirse de un instante a otro irremediablemente feliz, con mariposas revoloteando inclementes en su estómago ante la mínima muestra de afecto, mirada o roce proveniente de Viktor, para, al segundo siguiente, sentir la desdicha del peso de la realidad golpeando su puerta al saberse no correspondido en sus sentimientos. Y se sentía egoísta, suficiente hacía acaparando al ruso para sí, cuando él era la estrella del patinaje, pertenecía al hielo no tras bambalinas de un patinador mediocre como él; pensando esto es que solicitó a Viktor también entrenara a Yurio, así sentiría menos la culpa.

- ¡Lamento la demora! -Irrumpió en el lugar con la respiración agitada, afirmando la palma izquierda contra la rodilla de su correspondiente extremidad inferior y mano diestra sobre su pecho, en una pose encorvada mientras recuperaba el aire de su carrera. Pudo inventar alguna excusa, pero le sentaba mal hacerlo.-

- ¡Hasta que al fin llegas! -Por supuesto, ese fue Yuri.-

- ¡Yuuri! -Y ese era Viktor cayéndole en un abrazo. Bien podría reprender el atraso del menor, pero sinceramente estaba más ocupado en mantener entre sus brazos a ese escurridizo japonés que llevaba cerca de una semana escapándosele. Hablaría con él, pero no ahora.-

- V-Viktor -Forcejeó sin verdaderas fuerzas luciendo un sonrojo que disparó como locas tanto las feromonas de cortejo del ruso como una potente aura rosa pastel que no sólo lo envolvían a él, sino también a la persona a quien iban dirigidas.- Tengo que hacer los estiramientos -Argumentó en un vacuo intento por hacer reaccionar a su entrenador y que así lo soltara.-

- Yo te ayudo -Ofreció instantáneamente.-

- N-No es necesario -El carmín pululando más intenso sobre los pómulos nipones sólo acrecentó la respuesta en las reacciones naturales del Madararui que cortejaba.-

Freeze You Out [Yuri On Ice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora