Pov Draco
Estaba en un salón repleto de gente sentada alrededor de una larga y antigua mesa; mortífagos, los muebles habían sido amontonados en las esquinas de forma que no estorbaran y la única luz provenía de la gran chimenea del fondo.
Todos guardaban silencio. Miré a la gente reunida ahí, a algunos ya los había visto; mis padres, Bellatrix, Dolohov y papás de algunos compañeros míos de Slytherin, y a otros era la primera vez que los veía.
Pero la verdadera amenaza se encontraba sentada en la punta de la mesa, dando su espalda al fuego y adquiriendo un aspecto más siniestro; con un rostro liso y pálido que recordaba al de una serpiente y ojos rojos.
Mirar ese rostro me provocaba un miedo apenas soportable por lo que decidí, mejor, mirar al cuerpo que se hallaba arriba de mí.
Sí, arriba.
Era una mujer y se encontraba inconsciente. Estaba colgada sobre nuestras cabezas, dando vueltas mientras esperaba el veredicto final.
La puerta se abrió y entraron Snape y Yaxley.
Al principio pensaba ignorar la plática pero algo de lo que decían logró captar mi atención.
-...planean sacar a Potter de su actual refugio el próximo sábado al anochecer -dijo Snape.
¿Qué? ¿"planean"? ¿Los de la Orden del Fénix? ¿¡Por qué Snape ponía en riesgo a Harry!? ¡Por Merlín, estaba dando información de importancia a muchos mortífagos!
A finales del año escolar pasado yo había confiado en mi antiguo profesor de pociones pero ahora ya no sabía que creer.
Había pasado mucho tiempo en mi casa, a la cual no podía llamar hogar, y había escuchado muchas cosas gracias a las discusiones de mis papás. No había sido como una reunión familiar en esas en las que la familia aclara sus problemas y se dan un abrazo entre todos, no; a mí me habían dejado sin comer varios días y me habían aplicado el maleficio Crucio en busca de torturarme lo suficiente por mis actos con respecto a Harry. Tenía que agradecer que Voldemort apenas y le prestó atención a Fernir cuando intentó contarle sobre lo que había escuchado en Hogwarts; porque es un hombre-lobo, pero prometió "escucharlo" en otro momento... tendría que planear que hacer cuando el momento llegara.
Quería gritarle a Snape que era un cobarde; un traidor, pero no podía, había pasado tanto tiempo sin hablar que tenía miedo de que mi voz saliera muy débil o cortada.
Además, tenía miedo de que si hablaba me torturaran hasta que perdiera la consciencia, haciéndome imposible escuchar lo que pensaban hacer a Harry. Justo ahora, en medio de la tormenta que acababa de desatarse, tenía que ser más fuerte de lo que ya era.
Después de unas horas de escuchar a Snape y a Yaxley, quienes no estaban de acuerdo, Voldemort pareció complacido con Snape, para enojo del otro.
-Muy bien -repuso Voldemort -me ocuparé personalmente del chico. Ya sé que cometí muchos errores en el pasado. He sido poco cuidadoso pero ahora sé que hacer.
Un escalofrío recorrió mi espalda.
-Lucius, tu varita.
-¿Qué, mi señor?
-Tu varita, quiero tu varita.
-Pero...
-¿Acaso no quieres ayudarme? ¿Por qué te muestras tan infeliz con tu suerte?
-No es eso, mi señor lo que pasa es que...
-¡Yo quiero darle mi varita! Permítame darle mi varita -gritó Bellatrix.
-Lucius. Tu varita -mi papá obedeció al instante -Perfecto, justo lo que necesitaba.
-Señor, su presencia en la casa Malfoy nos hace muy feliz -dijo Bellatrix.
-¿Acaso te hace más feliz que el nuevo acontecimiento que acaba de ocurrir en tu seno familiar? -preguntó Voldemort.
-No entiendo a qué se refiere, señor -repuso Bellatrix.
-Sí, la anunciada unión de tu sobrina y el hombre-lobo; Remus Lupin.
-¡No! Desde hace tiempo Narcisa y yo dejamos en claro que ella no era parte de nuestra familia...
-Pero por sangre, lo sigue siendo, ¿Qué me dices tú, Draco? ¿Ya que tu y Potter no podrán tener hijos, cuidarán de los cachorros?
Todos los mortífagos estallaron en risas. Miré rápidamente a mi papá y a mi mamá pero ninguno me devolvió la mirada; tenían la cabeza gacha a causa de la vergüenza.
No entendía porque seguía vivo: me había revelado abiertamente contra todos ellos y había brindado mi apoyo a Dumbledore y aun así no me habían matado.
Claro que ya ningún mortífago me dirigía la palabra; me habían reducido a algo así como basura, pero de todos modos seguían intentando realizarme un lavado cerebral para convencerme de odiar a Potter sin utilizar el maleficio Imperio. No sé, tal vez tenían algo planeado para mí. Tendría que pensar en esa posibilidad más tarde, ahora tenía que concentrarme en lo que estaba pasando a mi alrededor.
-Silencio -pidió de manera imperativa Voldemort -No olvidemos que Draco aún es uno de los nuestros, es comprensible que esté confundido. Todas las buenas familias se desvían en algún momento y es nuestro deber arreglar eso. Primero, veremos cómo arreglar el problema de nuestra querida Nymphadora Tonks...
-¡Muerte a ambos! -gritó Bellatrix emocionada.
-...Después, el mundo mágico...
-Ya tenemos gente en el ministro -agregó Yaxley.
-...Y para el gran final, ¡LA MUERTE DE POTTER! -todos los presentes gritaron en aprobación y empezaron a aplaudir mientras mi cuerpo se tensaba.
-¡AVADA KEDAVRA! -gritó entusiasmado Voldemort a la mujer que colgaba del techo -¡Ella enseñaba en Hogwarts acerca de los repugnantes muggles! -los mortífagos se levantaron de sus lugares para celebrar, olvidando por un momento frente a quien estaban.
-Suficiente -dijo Voldemort al momento en que una enojada Nagini se posaba en su cuello.
Todos tomaron asiento.
-Ahora sólo hay que planear la fiesta de bienvenida para nuestro querido Potter -dijo Bellatrix, soltando una estridente risa.
Pov Snape
Había perdido el hilo de la conversación. Eso casi nunca me pasaba, siempre era un frío calculador que no se dejaba llevar por impulsos; por lo menos desde lo que ocurrió con Lily.
Pero ahora millones de ideas corrían por mi mente.¿Remus había anunciado su unión con Nymphadora Tonks?
No es que me molestara su unión... Sí, sí me molestaba pero ese no era el problema ahora.
El problema era que ahora Remus estaba en la mira de los mortífagos y planeaban matarlo.
No podía permitir eso, no otra vez. Necesitaba encontrarlo y avisarle. Ayudarlo a huir. Pero...¿Dónde se encontraría?
Tal vez en Grimmauld Place o tal vez con los Weasleys... No tenía tiempo de buscarlo.
En ese momento una idea llegó a mí; cuando Hogwarts volviera a abrir, Remus estaría ahí. No abandonaría a sus alumnos por nada y menos cuando los mortífagos estaban planeando ocuparse del colegio.
Esa era posiblemente mi única oportunidad.
-Ahora sólo hay que planear la fiesta de bienvenida para nuestro querido Potter -dijo Bellatrix, soltando una estridente risa.
Todos parecieron de acuerdo con la "propuesta".
-Señor –dije con mi voz monótona –Cuando se apodere del control de Hogwarts me gustaría ser yo quien se presente como director –tal vez con un poco de suerte accedería a mi petición.
-Severus, mi más fiel aliado, Severus –dijo con su fría voz y aun así con un tono alegre que era capaz de helar la sangre de quien la escuchara –sería un placer que tú siguieras siendo mi mano fuerte en el colegio.
Perfecto.
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Recuperando a mi Enemigo
Fanfiction[Drarry] Segunda parte de "Amor entre enemigos". Sigue la historia del séptimo y último libro de Harry Potter, escritó por J.K Rowling. Draco es capturado por los mortífagos. Snape intentará salvar a Remus. Harry se ve en una carrera con...