Horrocruxes

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Pov Remus



Tonks me mandaba cartas casi a diario. Estaba preocupada, pero no me lograba convencer de contestarle. ¿Cómo le explicaría todo lo que pasaba por mi cabeza? ¿Cómo la volvería a ver a los ojos? 


Sabía que Tonks estaba ahora mucho peor que después de la muerte de Sirius, y bastante más deprimida. Incluso me reveló que su Patronus era una especie de perro... por mí.
Pero por más que intentaba obligarme a sentir algo por ella, por corresponder sus sentimientos, simplemente no podía.


Incluso antes, nunca había sentido nada por ella. Cuando me juntaba con Sirius y James, siempre la veía observándome pero yo... ella... ella era como mi hermana... y yo observaba a Sirius. Sí, durante mucho tiempo me había intentado convencer de que era mi imaginación y después de que era una simple etapa de adolescencia pero muy en el fondo sabía que no era cierto.


Y ahora. Ahora ella seguía aquí para mí, sin que yo tuviera que pedírselo. Y yo no podía corresponderle. ¿Qué tan cruel podía llegar a ser?


Aún no había hablado con Tonks ni con Severus. La ansiedad me estaba volviendo loco. Al igual que la situación en el castillo y no saber nada de Harry.


¿Cómo es que habían tantos dementores alrededor del colegio? Simplemente no dejaban de aparecer más.


...¿Cómo estarían Harry y sus amigos? 

Ellos eran como mi familia, no sólo porque Harry me recordara a James, más bien porque siempre habían estado ahí para mi sin importar los peligros y sentía la necesidad de protegerlos.



Miré al cielo. En poco más de una semana sería luna llena. Esas eran las peores noches. Otra vez tenía que pasar el día encerrado odiándome a mí mismo, con miedo de llegar a lastimar a alguien. Soportando el dolor y esperando a que todo ese proceso terminara.


Busqué en mi cajón pero no pude encontrar la poción que me tomaba en esos días. Tendría que ir a pedirle más a Severus.


Me encaminé hacia el despacho del profesor sin saber muy bien como dirigirme a él. Hace varios días que no lo veía o simplemente lo ignoraba.



Llegué y toqué la puerta, El profesor estaba preparando una poción y simplemente dijo "Adelante" sin siquiera mirar a la puerta.
Avance unos pasos cuando me miró.
-Remus –dijo.
-Hola –contesté quedamente –me preguntaba si... podías prepararme más poción de matalobos.
-Eh... claro, déjame ver si aún tengo acónito –dicho esto se volteó hacia su armario y revolvió algunos frascos y contenedores.
No sabía que decir. Severus se volteó nuevamente, ahora con un frasco con pétalos azules.
-Creo que para mañana en la noche estará lista –dijo. Esto era incómodo.
-Bien... gracias. Ahora me retiraré –dije.
Caminé hacia la puerta cuando su voz me detuvo.
-¿Hice algo mal?
...
-¿Qué?
-Ya no me hablas, ya no me vienes a visitar... ni siquiera me miras a los ojos. ¿Me estás evitando? ¿Te hice algo?
-No... Severus, yo...
Y no pude más, salí al corredor sin mirar atrás.

Recuperando a mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora