Time to say goodbye

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Pov Harry



Mi mente estaba fuera de control. Mis sentidos debían estar jugando con mi mente, lo que veía frente a mí no podía ser más que una alucinación causada por el estrés y cansancio que una guerra produce.



Me sentía muerto por dentro; aun cuando yo seguía aquí, viendo la cruel realidad, vivo y con un destino que cumplir.


Todo se volvió borroso. Escuchaba ruido de fondo pero no lograba descifrar lo que decían o lo que estaba pasando. Mis lágrimas se encontraban deformando mi vista aun cuando no había notado que estaba llorando.



Y de golpe, la realidad se volvió presente e inminente.



-¡Abajo! –gritó Draco, empujándome hacía el piso junto con él, mientras el castillo seguía derrumbándose lentamente y maldiciones cruzaban por todo el pasillo.




Lentamente miré a mí alrededor. Y algo dentro de mí se rompió... más.


Fred...


Nunca imaginé verlo así...



Fred parecía estar pasando por una crisis. Abrazaba el cuerpo de Percy, protegiéndolo de más daños.



-Perce... -decía Fred con la voz rota –Perce... responde, vamos, Perce... no, no puedes hacernos esto... -el chico lloraba sin control.
-Fred, tenemos que seguir avanzando –dijo Ron, intentando calmar a su hermano, aunque en su cara se notaba que estaba a punto de perderse en el dolor.
-¡No! –gritó el gemelo, abrazando más fuerte el cuerpo de su hermano mayor –Percy, yo..., nunca le dije –el chico había perdido la capacidad de formar oraciones –este no puede ser el final. ¡Percy es mi maldito hermano mayor! Él nos cuidaba A George y a mí... él hizo mucho por nosotros, aun cuando él era el último en admitirlo... Percy –dijo con una voz apenas audible.



Fred soltó un grito ahogado y se recostó en el pecho inmóvil del otro.



Los Weasley eran mi familia. Siempre lo habían sido. Sentía todas las capas que cubrían mi autocontrol desmoronarse. 

Justo cuando mis piernas empezaron a temblar, Draco tomó mi mano y le dio un fuerte apretón.



Hermione grito y sabía que no podíamos seguir ahí más tiempo. Una araña monstruosa del tamaño de un auto pequeño trataba de escalar y pasar el agujero de la pared, uno de los descendientes de Aragog se había unido a la batalla.


Ron alzó su varita como un demente; sus hechizos acertaron y el monstruo voló hacia atrás, sus piernas se movían horriblemente.

Recuperando a mi EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora