Lucy
Caminamos hasta casa, entre bromas, reíamos sin parar, es la segunda vez en mi vida que me lo paso genial. La gente pasa y se nos queda mirando, como si estuviésemos locos.
Llegamos a casa y en cuanto abrimos la puerta, Sting nos espera con los brazos cruzados y mirándonos con su ceño fruncido.
–Llegamos-hablamos Larcade y yo a la vez, mientras que Sting tiene poca paciencia y suspira fastidiado.
–Lucy, el director me ha llamado diciéndome que has tenido otra pelea-dice con un tono enfadado.
–Maldito viejo-murmuro por lo bajo.
–Contesta-dijo en un tono serio.
–Si, pero empezó la canosa, yo solo me defendi-dije y me miro con una ceja alzada.
–¿Te defendistes?, la nueva palabra de Lucy-dice y emboza una sonrisa.
–Lo quieras o no también tengo que defenderme de esa zorra, mira mi labio-digo y con mi dedo índice señalo la pequeña herida de mi labio.
–Dejalo, discutir contigo es peor que otra cosa, anda vete a curar la herida y vente a comer-hablo y de un suspiro, subí las escaleras lentamente y me metí en mi habitación. Cerré la puerta, quede parada y me deslice por la puerta, mientras que mis manos las dirigía a mi cabeza.
Me dolía y imágenes de pequeña con esa mujer me atormentan cada día, cada noche, cada vez que cierro los ojos. Quito mis manos y suspiro fastidiada, cansada de todo, miro hacia el techo de la habitación por largos segundos. Me levanto despacio y lenta me dirijo hacia el baño, mi rostro se refleja en el espejo. Odio mi cara, por el simple echo de parecerme a ella, pero no puedo hacer nada, a veces trato de olvidar las cosas, pero me es imposible. Cojo el botiquín, lo abro y agarro el bote de alcohol y un poco de algodón, echo el liquido del alcohol en el algodón y me lo acerco a la herida.
Doy pequeños toques despacio el algodón por la herida, me quejo un poco, quema, eso es lo que siento. Tiro el algodón y me salgo del baño, me dirijo hacia la puerta donde salgo de la habitación y la abro mientras de mi escapan grandes bocanadas de aire.
Salgo de la habitación y bajo las escaleras poco a poco, mientras que mis pasos retumban en el pequeño espacio. Miro las fotos que están colgadas de las paredes, eran magníficos recuerdos.
Miro la que más me encanto, eramos Sting y yo, eramos unos críos, cuando me mude aquí, sonreímos felices, como una verdadera familia. Acerco mi mano a la foto y con la yema de mis dedos acaricio la foto.
Suspiro feliz y bajo los pocos peldaños que me faltan. Me dirijo hacia la cocina para poder llevarme algo a la boca, mi estomago pide comida a gruñidos.
La imagen de mi antigua familia aparece ante mis ojos, mi padre, sentado en su sitio de siempre y leyendo su querido periódico, mi hermana comiéndose los labios con su novio, a quien mas odio, Zeref, mi madre sentada en su sitio mientras que espera el desayuno de la cocinera de la casa, mientras mi madre se pintaba los labios de un rojo chillón. Y yo apartada de la familia, sin mi eran felices, no me había dado cuenta hasta hora.
Agito mi cabeza rápido y vuelvo a mi ser. Miro al frente y con una sonrisa fingida me acercó hasta la mesa y me siento en el sitio al lado de Larcade y en frente de Sting.
–A comer-dice Sting en un tono alegre.
Larcade y yo con aye!, felices empezamos a comer los deliciosos espaguetis de Sting.
🚬
Acabamos de comer los espaguetis, ahora estamos jugando a just dance el juego favorito de Sting y mio.
Larcade participaba pero se veía ridículo bailando, al final gano Sting en bailar, pero lo pasamos bien en ese rato.
Al rato la noche cayo y las estrellas adornaban el cielo oscuro. Sting preparo una pizza para cenar, encantados la empezamos a comer como cavernícolas.
Acabo mi trozo de pizza y me dirijo hacia mi cuarto, hoy había echo suficiente por hoy. Abro la puerta y entro despacio, mis ojos ocultados por mi flequillo y mis labios en una fina linea rectos.
Voy hacia el armario y cojo el pijama para ponermelo, me lo deslizo por mi cuerpo y cuando estoy lista, me quedo quieta en el sitio. Avanzo de nuevo al armario y meto mi mano para alcanzar algo que nadie sabe que tengo en mi poder.
El metal frío toca mi piel y su forma hace que se adapte a mi mano. Miro el cargador y esta igual que siempre, apunto al frente y mi ojo estabiliza al frente, haciendo que estoy apuntando a alguien o mejor dicho a ellos.
No volverán ha acercarse a esta casa, por encima de mi cadáver, protegeré a Sting y a Larcade, no les harán daño, esa es mi promesa.
Continuara........
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Imposible De Conquistar [TERMINADA]
Roman pour AdolescentsLucy Heartfilia apodada la solitaria. Lucy una chica rebelde, tatuada, fría, fumadora y con una maldad que nadie se mete con ella. Natsu Dragneel apodado el amigable. Natsu un chico alegre, a su bola, ayuda a quien lo necesite y enamora con su sonri...