38

5.3K 682 187
                                    

—...entonces David subió, continuó el camino hasta su hogar. Sintió la tranquilidad de los pajaros en su cantar y sonrió, pensó en todo lo que tuvo que pasar para estar ahí... —louis de pronto interrumpió la lectura de Harry.

—hemos tenido que pasar cosas difíciles... —murmuró el ojiazul acomodándose unas gafas oscuras que el doctor le recomendó. Harry por su parte le miró algo adolorido por esas palabras.— Tú en un comienzo con el cáncer, yo ahora con mi ceguera... —le regaló una sonrisa, mientras que el rizado cerraba el libro para mirar a su novio— Lo bueno, tal como decía aquel libro es que hemos pasado por mucho, pero eso nos hace estar aquí y ahora... Juntos, ¿no crees?.

—s-si... —le habló con una triste sonrisa— Gracias a ti, sigo viviendo.

Louis le vio algo extraño, por lo que se salio de sus mantas para acercarse a Harry, se sentó en sus muslos y le miró los ojos a través de las gafas. El rizado vio como Louis le quitaba el libro de sus manos para dejarlo a un lado de ambos, y así poder tomar sus manos.

Le acarició los dedos con delicadeza mientras que ambos guardaban silencio, uno muy extraño. Harry quería llorar, sentía como sus lágrimas se estaban acumulando en sus ojos y Louis prontamente se acercó a su cara. Rozó sus narices y comenzó a respirar su mismo aire, le sonrió y le confió un suspiro. Harry por su parte cerró los ojos y se dejó acariciar por Louis que le regaló caricias sin sus manos, se acurrucó a él como cual cachorro acaricia a su cachorra, eran dulces caricias de sus rostros y que a Harry me rompían el corazón.

—cariño, tú lo eres todo. —le aseguró y Harry quiso llorar, se aguantó cuando Louis jugó con sus narices, para luego besarlo.

Fue un beso húmedo, pero que Harry sintió tan dulce y tan fuerte que jamás lo olvidará, ni cada cosa que el ojiazul le ha entregado estos meses juntos. Es por eso que se aferró a él tal como si su vida dependiera de ello, y Louis lo imitó rodeándole el cuello con sus brazos acercándolo más a él. Para que cuando acabasen de besarse siguiesen abrazados, entregándose caricias.

Harry no lo soltaría y es que tenia miedo de que eso provocase que luego ya no este más con él. Y Louis no hacía nada para evitarlo, todo lo contrario. Se dejaba abrazar, y es que amaba sentirlo a su lado.

—mamá no me dijo nada malo cuando le conté... —el ojiverde rió leve al escucharle decir eso— No te rías, me dijo que ya lo sospechaba por como nos tratábamos.

—somos muy evidentes, quizás. —alzó los hombros mientras soltaba una risa.

—si, quizás. —murmuro el ojiazul— y tu... ¿le contaste a Anne? .

—no, mamá dijo que no quería saberlo. Ella esta tranquila con que yo sepa que hay que cuidarnos... —Louis asintió sonriendo.

—lo dice tal como si lo hiciéramos todos los días. —habló avergonzado el ojiazul mientras que jugaba con su móvil y Harry le miró desde el otro lado de su cama.

—podríamos hacerlo todos los días si quisiésemos. —Louis soltó una carcajada nerviosa y le miró sonrojado.— ¿por qué te gustó? ¿o no?.

—no te responderé eso... —el ojiverde bufo.

—oh vamos... —Louis negó y Harry sonrió al verle avergonzado— Somos novios, podemos hablar este tema. —Louis rió cuando Harry se acercó a él coquetamente— A  mi me gusto mucho.

—¿en serio quieres saberlo? —Harry asintió sonriendo— Si, me gusto. —habló mirándole los ojos— Fuiste delicado conmigo.

—siempre he sido delicado contigo. —el ojiazul asintió.

—si, eres un osito... —le habló acariciándole la mejilla y Harry se acurrucó en su mano.— Mi osito precioso.

—estamos melosos hoy... —habló riendo y Louis asintió ante su comentario.— Me gusta estar contigo...

—y a mi me encanta verte sonreír. —Harry sonrió ante su comentario sin poder evitarlo.— Creo que es lo que más me gusta de ti...

—¿más que mis rizos? —hablo tocándose el cabello con un dedos y haciendo un puchero falso. Louis hizo rió ante sus gestos.

—tus rizos me gustan mucho cariño, pero tus sonrisas son las que agradezco ver en estos momentos. —Harry sonrió mirándole los ojos tras las gafas.

—¿puedo verte los ojos sin estas gafas? —pregunto algo curioso y Louis negó.

—No puedes quitármelas si hay luz, debe estar oscuro. —el ojiverde no lo dudó y se puso de pié con ayuda de sus muletas para apagar las luces de la habitación.

—quiero ver tus ojos bebé. —el ojiverde se quito las gafas cuando Harry se había sentado a su lado, muy cerca suyo para mirarle.

Los dedos de Harry tocaron la mejilla de Louis mientras que ascendían hasta el cabello, y arreglaba algunos mechones rebeldes que caían sobre su frente. Mientras que eso hacía, el más bajo estaba sonriendo mientras que le veía actuar así de tierno con él.  Y en verdad Louis no tenía de que quejarse con Harry, él siempre había sido atento y amable con el. Y eso era lo que amaba de aquel chico de ojos verdes que tanto le quitaba el sueño.



  †  

  —¿cuándo pretendes decírselo Harry? —el mencionado no dio señales reales de responder aquella pregunta y Anne lo notó por como le miraba. Y es que suponía lo que Harry pretendía hacer, pero no estaba bien que le ocultase a Louis lo que le estaba pasando, no cuando su vida estaba en riesgo.— ¿Sabes que tarde o temprano tendrás que enfrentarlo?. 


 — no quiero que piense en esto, no ahora. —su madre bufó. 

— lo único que estas logrando ahora es perder su confianza. —Harry hizo una mueca.— Y yo no te he criado así con tu padre, tu sabes que debes enfrentar las cosas y mentirle a tu novio no es para nada bueno. 

  —no le estoy mintiendo... 

— le estas ocultando información, y eso por teoría es lo mismo. —Harry negó imposibilitado a creer aquello.—  Si no se lo cuentas tú, yo se lo contaré... — el ojiverde volvió a negar incrédulo esta vez con algo de molestia. 

  — no me puedes hacer esto... —hizo una mueca sintiendo como sus lagrimas volvían a aparecer en sus ojos. 

  —tú no le puedes hacer esto a un chico que te ama. —la mujer sintió como esas palabras le hacían daño a Harry. Pues sabía que este amaba a Louis y que le era importante.— Debes contarle... créeme que todo será mejor así. 

  El ojiverde no dijo nada, de hecho no podía hacerlo ni aunque quisiese puesto que sus lagrimas volvieron a caer sobre sus mejillas. Y es que no podía pensar en todo el daño que esta noticia le causara al ojiazul, por eso pretendía conociéndoselo.  Era lo mejor para todos. 

Era lo mejor para su novio. 


Endúlzame. (l.s.) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora