Baby Jimin [아기] || yoonmin🍼.

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Desperté y vi a Jimin durmiendo a mi lado, me tenía fuertemente abrazado de la cintura.

Lo observe un momento, marcas rojas casi violetas al rededor de su cuello, el collar que le había regalado caía hasta la cama, estaba desnudo y sus piernas enredadas a las mías.

Suspire y quite su mano, me senté en la cama analizando todo lo que había pasado estas últimas semanas.

Después de haber tenido mi recaída, hable con Namjoon y me pidió consultar con algún doctor, le hice caso y había estado yendo a terapias.

He estado teniendo unas migrañas horribles desde hace un tiempo, lo único que hacía era distraerme haciendo música, me mantenía pensando en otra cosa y no en Jimin con otro hombre.

Había tenido esa visión de mierda donde veía a mi Jimin muerto, realmente fue muy real y junto con ella le acompaño un dolor de cabeza horrible. Fui hacia él y ahí estaba, llorando y luciendo hermoso a la vez, como siempre. Lo perdone aunque haya sido un tonto, pero... lo amo.
Y luego vi esa pulsera de mierda, me fui molesto, al otro día me pidió disculpas y dijo que no la utilizaría más, hasta ahora no lo ha echo.

Estuve un poco molesto con él, pero dos días después el dolor fue insoportable, así que le pedí a Namjoon y Jin-hyung que me acompañaran de urgencia al médico.

Al llegar ahí, me hicieron algunos estudios y me realizaron una Tomografía Axial Computarizada, más conocida como TAC, para saber que era lo que realmente tenía mi cabeza.

Estuvimos todo el día en la clínica y me dijeron que podría tener cualquier cosa, desde un tumor benigno a uno maligno o simplemente nada.

Asentí y me despedí del doctor pensando en que podría morir en cualquier momento, no quería morir y dejar a mi Jiminnie.

Comencé a alejarme y pasar encerrado, no quería verlo, no quería estar con él si tal vez después, ya no lo vea más.

Comenzó a despertar y me observo con una sonrisa, se sentó de igual forma en que yo estaba y me abrazo para besar mi hombro.

-Hola amor~.

Sonreí por su hermosa sonrisa y esos lindos ojitos que se hacían pequeños.

-Buenos días, bebé.

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