Capítulo 8

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Aunque ________ había descansado un poco, el sueño no había conseguido

calmarle los nervios. Sus hermanas, sin embargo, le habían quitado muchísimo

trabajo de encima en un par de horas.

Habían cerrado uno de los comedores privados para los invitados a la fiesta de

Rena Price, que estaba esperando un niño, y habían dejado los otros dos abiertos

para el resto de los clientes. En el comedor pequeño, los treinta y cuatro invitados

entregaban sus regalos a Rena, que estaba sentada en el centro, como si fuera una

abeja reina.

Normalmente, ________ disfrutaba mucho con esa clase de fiestas, pero aquel

día no. Si pudiera solucionar el problema con Justin...

No por primera vez, miró hacia la puerta del restaurante, esperando verlo

entrar en cualquier momento. Las luces del muelle estaban encendidas y las del barco

de Justin también.

Él estaba en el muelle, su alta figura claramente distinguible desde allí. Sin

duda, esperaba que se fueran los clientes para entrar como una tromba y pedirle

explicaciones. Estaba bebiendo algo, té frío sin duda. Justin no bebía alcohol. Nunca.

Una vez había querido invitarle a una copa y él le dijo que no podía beber porque

tenía que estar alerta si lo llamaban para alguna urgencia. Y luego empezó a besarla

en el cuello...

Y ________ se olvidó de todo lo demás. Incluyendo los preservativos caducados

de su mesilla.

—Bueno, ahora que hemos terminado con los regalos —estaba diciendo Starr—

ha llegado la hora de sugerir nombres para el niño.

________ hizo una mueca. ¿Podía ir peor aquel día? Entonces miró hacia el

muelle, donde Justin seguía esperando.

Los invitados empezaron a dar nombres absurdos para el niño de Rena,

haciendo que despertara cada uno más risas que el anterior, hasta que le llegó el

turno a ________.

—Venga —dijo Ashley— tú también tienes que jugar.

—No puedo, tengo que ir a... ver cómo está el bar.

Starr la regañó con la mirada, pero luego siguió haciendo su papel de anfitriona

como si no pasara nada.

________ se levantó. Lo último que necesitaba en aquel momento era hablar de

niños.

Antes de entrar en el bar se dejó caer en uno de los sofás de la entrada,

aprovechando que había poca gente. La puerta estaba abierta para dejar entrar la

brisa del mar... Siempre le había gustado el olor del mar. Y aquel sitio.

Algunas cosas eran más importantes que el dinero, pensó entonces. Tu casa, tu

familia, el amor. Cuando la tía Libby murió, ________ había dejado su trabajo como

Todα tuyα - Justin Bieber y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora