Capítulo 14

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¿Ese gemido había salido de su garganta?

Entonces Justin empezó a ponerle crema en las piernas, muy despacio,

subiendo hacia las caderas, hacia el borde del bikini. Luego los brazos, los hombros.

Le estaba poniendo crema en todas partes, excepto...

Entonces sintió sus manos sobre su abdomen, sobre su niño. Y se obligó a sí

misma a no intentar disimular la hinchazón. Aunque sería imposible, claro.

¿Y cómo no se había dado cuenta de lo poco que le cubría la parte de arriba del

bikini? Sus pechos habían aumentado de tamaño con el embarazo. Casi dos tallas.

Y eran más sensibles.

—Si te tumbas boca abajo, te pondré crema en la espalda.

________ disimuló una mueca de desilusión. Había pensado que quería...

Pero no, porque Justin había jurado no mantener relaciones sexuales hasta que

hubiera visto al ginecólogo. Al día siguiente. Sólo tenía que esperar veinticuatro

horas.

Una eternidad en aquel momento.

—¿________? ¿Estás despierta?

—Sí, pero me temo que ya no puedo tumbarme boca abajo.

Justin se tumbó a su lado.

—No te preocupes, te daré crema así. No te muevas. ¿Te importa si te quito la

parte de arriba del bikini?

¿Tomar el sol sin sujetador?

—Yo nunca...

—¿Pero quieres hacerlo?

—¿No habías dicho que no iba a pasar nada?

—Te he mentido.

________ sintió un escalofrío.

—Menos mal.

—Aquí no hay nadie más que tú y yo. Y te he visto desnuda. ¿Por qué no te lo

quitas?

Ella pareció pensárselo un momento antes de asentir con la cabeza. Cuando

Justin desabrochó el sujetador, sintió el fresco de la brisa y el calor del sol al mismo

tiempo, sus pezones levantándose para recibir el sol.

Para recibir a Justin, que acababa de inclinar la cabeza y estaba chupando uno

de ellos. Lo chupaba con fuerza, haciendo círculos con su lengua mientras, con dos

dedos, tiraba del otro pezón, atormentándola...

Y luego nada.

________ abrió los ojos y lo encontró respirando agitadamente. Magníficamente

excitado bajo el bañador.

Alargó la mano para tocarlo, pero él se lo impidió.

—Hoy no, ________.

—Pero acabas de decir que aquí no hay nadie. No puedes dejarme así...

—Lo último que deseo es hacerte daño —murmuró él, besándola, su lengua

explorando apasionadamente el interior de su boca—. Confía en mí. Entonces metió

Todα tuyα - Justin Bieber y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora