Si pudieran volver atrás…
Justin echaba de menos aquellas horas en las que se quedaba después de que cerrasen el restaurante, tomando un té helado y hablando para llenar las horas antes de volver a su barco.
—El lenguado me parece bien, _______. Gracias.
Asintiendo con la cabeza, ella se volvió hacia su cuñado, Bo Rokowsky.
Justin le daba las gracias al cielo todos los días porque su hermana Paige había encontrado un tipo estupendo como Bo después de un primer matrimonio desastroso, pero también se maravillaba de su capacidad para poner el cuello en la guillotina por segunda vez.
Luego observó los labios de _______ mientras recitaba la carta y se preguntó por qué seguía torturándose a sí mismo yendo al Beachcombers para hablar con ella.
Tendría más suerte si le pedía una respuesta al lenguado relleno.
Las mujeres como _______ McDermott, que llevaban con ellas el olor a pan recién hecho y finales felices, no necesitaban a un tipo como él en sus vidas. Él había probado lo del matrimonio una vez. Incluso pensó que el suyo con Sonya era un matrimonio sólido, pero su relación se rompió cuando más se necesitaban el uno al otro.
Y eso lo llevaba a su primera y más dolorosa pena: haber apartado la mirada durante cinco malditos segundos para poner el cebo en la caña cuando Emma estaba nadando. Había otros niños en el agua, y otros padres… y una poza inesperada a la orilla del río.
No, él había terminado con los finales felices, no creía en ellos. Tenía casi cuarenta años y había decidido permanecer soltero para siempre. El trabajo en la clínica veterinaria era una distracción y pasar el rato con su sobrina le curaba un poco del deseo paternal que, de alguna forma, seguía anidando en su corazón.
Esperando que Bo se decidiera, Justin apartó la mirada de _______ y la fijó en cosas más seguras, como las cortinas moviéndose con la brisa, el sonido de las velas de los barcos chocando entre sí…
Nada de eso lo ayudaba porque no podía ignorar el calor de _______, a un metro de él.
Entonces sonó un móvil y al menos una docena de personas se echaron mano al bolsillo para contestar, pero Bo era el ganador.
—Sí, claro —asintió Justin. Aunque su cuñado ya no le estaba escuchando, tan enamorado de Paige y de su vida familiar que le hacía recordar sus sueños perdidos.
_______ se quedó esperando, con el silencio incrementado por el ruido de los otros comensales, los cubiertos, las sillas chirriando contra el suelo.
—¿Crees que esto podría ser más incomodo?
Justin soltó una carcajada, aliviado por la broma. A lo mejor había estado preocupado por nada. «El tiempo siempre arregla las cosas», se dijo.
—Quizá si nuestras respectivas familias vinieran a comer a la vez…
Tener a sus protectoras y pesadísimas hermanas a su lado en aquel momento haría que la situación fuera mucho más incomoda, sí.
—Starr está en la cocina y Bo volverá en un minuto. ¿Eso cuenta?
—Bueno, pues ya está. Nos hemos enfrentado con lo peor —bromeó Justin.
—O sea, que esto sólo puede mejorar, ¿no?
Eso esperaba.
—¿Cómo estás?
—Bien. Muy liada —contestó ella, jugando con la cinturilla de su mandil. A Justin le pareció que tenía más curvas que antes. Y esas curvas estaban a la altura de sus ojos.
Se le quedó la boca seca.
Nervioso, tomó un largo trago de té helado antes de dejar el vaso sobre la mesa. Tenía que aclarar las cosas con ella o anclar su barco en otra parte, se dijo.
El barco le había parecido una gran idea cuando vendió la clínica veterinaria y la casa llena de recuerdos en Dakota del Norte para irse a Charleston con su hermana.
Conseguir un trabajo en la clínica veterinaria de Charleston había sido muy fácil con su título de la universidad de Cornell. Y el barco, su nuevo hogar, era un sitio que podía mover cuando le convenía o cuando los recuerdos eran demasiado para él. Una opción mucho mejor que beber, por ejemplo, algo que había empezado a hacer en su casa de Dakota del Norte, llena de recuerdos de su hija.
Pero tres meses antes, en lugar de beber, había metido la pata acostándose con _______ un día, cuando los recuerdos eran insoportables. Ese día Emma habría cumplido nueve años.
Se había quedado a charlar con _______ después de que cerrase el local. Se quedó demasiado tiempo y cuando terminó su tercer té helado estaban besándose.
Le debía una disculpa. Y si ella no le dejaba que lo hiciera en privado, tendría que hacerlo allí mismo, en el restaurante.
—¿Por qué no te sientas hasta que vuelva Bo? Pareces cansada. Era cierto. Parecía tan cansada que casi se preguntó si era el momento de hablar.
—¿Cansada? ¿Eso es todo lo que me vas a decir? —intentó bromear ella, sentándose en la silla que Bo había dejado vacante.
—Aun exhausta, las demás mujeres palidecen a tu lado.
—Ah, veo que sigues siendo un seductor —murmuró ella, colocando el azúcar y la sacarina en sus debidos compartimentos.
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Todα tuyα - Justin Bieber y Tu
FanficArgumento: El resultado de aquella aventura de fin de semana permanecería en sus vidas para siempre... Tres meses después de su apasionado romance con Justin Bieber, ________ McDermott descubrió que estaba embarazada. Sabía que si se lo contaba, él...