Ya ha llegado el día de la ceremonia de inauguración. En el instituto todos andamos revueltos, incluidos los profesores. Nuestro tutor ya se ha acercado a nuestro puesto en varias ocasiones preguntándonos cómo nos iba. Nuestra clase decidió al final montar un café con libros. A mí me ha tocado aconsejar a los clientes qué libro escoger. María ayuda preparando los cafés y Carla y Alfonso hacen las veces de camareros. Toda esta semana ha sido caótica con todos los prepararativos. A pesar de lo ocupada que he estado, he echado en falta a mi compañero de pupitre. Todavía no ha vuelto a clases desde la muerte de su madre. María me dice que se encuentra bien pero que necesita tiempo. La verdad es que no paro de mirar hacia la puerta por si lo veo. Y me parece verlo cada vez que un chico rubio entra a nuestra clase. Estamos alcanzando bastante fama. Cada vez vienen más personas. La fiesta de la inauguración viene genial para recaudar fondos para el viaje de fin de curso. Todavía no tenemos el destino, pero parece ser que todos los años van a Italia, y supongo que este curso será el mismo destino.
Todas las clases de segundo de bachillerato somos las encargadas de montar un puesto para recaudar dinero. Llevamos toda esta semana decorando nuestra aula y el resultado ha sido espectacular. Al fondo de la clase montamos la cocina, la cual consta de cuatro mesas con termos de leche, café y agua. Bizcochos caseros hecho por nosotros mismos, o más bien, por nuestras madres. Y toda clase de infusiones, y especias, como canela o cardamomo. Esta se encuentra separada de la cafetería por un biombo hecho de cartón. Los clientes nada más entrar se encuentran con mesas decoradas con manteles blancos y una vela en cada una de ellas.
La pizarra se ha usado a modo de carta, donde con letras de colores se puede ver todo lo que ofrecemos; pastel de zanahoria, tarta de tres chocolates, bizcocho de limón y otros postres caseros. Y por último, estoy yo, rodeada de libros. Hemos colgado unas estanterías en un rincón y hemos colocado en ellas libros de la biblioteca del centro. Yo soy la encargada de recomendar las lecturas. En la otra esquina hemos puesto un sofá de dos plazas para aquellas personas que les apetezca leer mientras toman algo. La verdad es que nuestra clase está triunfando entre los demás alumnos, pero yo no tengo mucho éxito. Solo se me han acercado un par de chicos y era para preguntarme el nombre de Carla. No es de extrañar, tanto a ella como a Alfonso les han disfrazado de camareros y son la atracción del puesto.Una de las chicas de la cocina se me acerca para sustituirme y aprovecho para descansar. Antes de salir María se me acerca y me ofrece un té.
-Toma, té negro con leche - me dice mientras me da una taza humeante.
-Está bueno - digo sorprendida.
¿Es que lo dudabas?- me pregunta inquisitivamente.
No -le contesto medio en broma.Mientras conversamos sobre el éxito de nuestro café se nos acerca Carla y le pregunta a María por Liam. Eso me hace recordar el día de la cafetería cuando vi como él la besaba. María le dice lo mismo que a mí, que no sabe mucho.
-Ya lleva una semana sin venir, supongo que ya mismo volverá a clases. Este curso es muy importante porque en junio tenemos el examen de selectividad y no puede permitirse el faltar más días si quiere aprobar.
-¿Has ido a su casa? -Le pregunta a María con cierto pudor.Resulta curioso ver cómo una chica como ella, tan guapa y con tanta gente que la admira que le dé vergüenza hacer ese tipo de preguntas. A mí también se me ha pasado por la cabeza un par de veces preguntarle eso mismo, pero luego no he sido capaz. Al hacer esta pregunta, me da que pensar que entre Carla y él no hay nada, a pesar del beso, y eso me reconforta.
Las dos esperamos la respuesta de María.
-Sí, estuve en su casa después del entierro de su madre.
-Yo quise ir, pero al final no tuve valor - nos cuenta Carla cabizbaja.
-No te preocupes, seguro que lo entenderá - me sorprendo a mí misma consolándola.
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Mi historia y su historia
RomanceMi nombre es Nara. Acabo de mudarme a una nueva ciudad debido al acoso que sufrí en mi instituto. El primer día de clase conozco a Liam Solberg, el chico más espectacular que jamás he conocido. Y me enamoro. Pero él tiene su propia historia, muy dis...