Sus palabras han sido duras, no tanto por lo que ha dicho sino más bien por las formas, me he sentido como si quisiera apartarme de su vida. Recorro el pasillo y bajo rápidamente las escaleras. Agudizo el oído por si lo escucho tras de mí, pero eso no sucede. No lo entiendo, ¿por qué me ha hablado de ese modo? Es normal que sienta curiosidad por su vida pasada.
Cuando llego a casa veo que mis padres no están y una nota: " Hemos salido a hacer la compra, en el horno tienes lasaña y también puedes prepararte una ensalada, todos los avíos están en la nevera".
Voy directa a por la lasaña y me la como directamente del recipiente, no quiero andar después fregando los platos, y la ensalada ni me planteo hacerla, estoy muy cansada, entre el examen de matemáticas, lo intenso del fin de semana y esta pelea con Liam no tengo ganas de nada. Continúo comiendo cuando escucho cómo suena mi teléfono todavía dentro de la mochila, dejo el tenedor rápidamente y me lanzo a por él, seguro que es Liam pidiéndome perdón por su actuación de hace un momento. Rebusco y por fin doy con él, pero no es Liam, es de María."¿Qué tal la reunión?"
Vuelvo a la mesa para seguir comiendo mientras le escribo la respuesta.
"Al final hemos escogido desfile y fiesta posterior"
"Como siempre, ¡qué originalidad!"
Con el móvil en la mano dudo si contarle mi discusión con Liam, pero decido no hacerlo, tendría que explicarle todo y no me apetece, mañana lo haré.
Recojo lo poco que he ensuciado y me voy a mi cuarto a echarme un rato sobre la cama, giro la cabeza y sobre la mesita veo su libro "El guardián entre el centeno" y me pongo a leerlo.
El tiempo pasa velozmente y me doy cuenta porque la oscuridad ha invadido mi cuarto, miro el reloj y solo son las 19:00 horas. Me han gustado los primeros capítulos del libro, y creo que es posible que Liam, en cierta manera, se sienta identificado con Holden, el protagonista. Me quito el uniforme y me pongo unos pantalones de deporte y una camiseta de algodón ancha para estar cómoda, me voy al baño y en frente del espejo recojo mi cabello en un moño y me pongo en la nariz una banda para limpiarla de los indeseados puntos negros. Una vez regreso a mi cuarto miro en mi agenda cuáles son las asignaturas del día siguiente para preparar la mochila, y en esas ando cuando escucho la cerradura de la puerta principal.-¡Nara!¿Estás en casa? -vocifera mi madre.
-Sí, estoy en mi cuarto.
-Ven aquí, tenemos visita.
Sorprendida me pongo en pie para ver de quién se trata y cuando llego al salón me quedo sin habla. No tengo ni idea de cómo ha podido pasar esto, pero junto a mis padres, allí en medio de mi salón se encuentra Liam.
-¿Os apetece tomar algo?¿Un té, un café? Aunque es demasiado tarde para un café, os quitaría el sueño.
-Gracias pero no se moleste -anuncia un Liam al que no reconozco en tal situación.
-Por dios, no me hables de usted, llámame Ágata.
-A pesar de que me habéis dicho que no, yo lo voy a preparar.
-Nara hija muévete -me pide mi madre en un tono casi imperceptible- y quítate eso -y me señala su nariz.
Mierda, la banda de los puntos negros, me la quito de un tirón y el daño que me produce hace que una lágrima se escape de mi ojo izquierdo.
Mi padre, como si la película no fuese con él se sienta en el sofá y pone la tele.-Nara, si quieres puedes enseñarle tu cuarto a Liam y yo ya os aviso cuando el té esté listo.
Doy media vuelta y me voy al dormitorio y miro atrás y veo cómo Liam me sigue, lo espero detrás de la puerta y una vez que este entra la cierro.
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Mi historia y su historia
RomanceMi nombre es Nara. Acabo de mudarme a una nueva ciudad debido al acoso que sufrí en mi instituto. El primer día de clase conozco a Liam Solberg, el chico más espectacular que jamás he conocido. Y me enamoro. Pero él tiene su propia historia, muy dis...