Séptimo recuerdo (III)

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Al día siguiente me pongo en pie con los primeros rayos de sol. Sigo caminando sin rumbo. Sé que hasta mis 18 posiblemente me buscarán, que me declaren como desaparecida, no puedo buscar un hostal ni nada.

Me dirijo a lo que parece ser la zona desfavorecida. Madres y niños durmiendo en la calle, mendigando por comida, cuerpos que parecen que no tienen vida y que nadie ha reclamado.

Casi al final encuentro una casa completamente abandonada. Encuentro donde voy a vivir durante los próximos cuatro meses. 

Parece duro, pero, créeme, es mejor.

AdiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora