IMPERIO "Frerard versión"

Treinta y cinco.

Narrado por Frank.

Mi cuerpo se estremecio al escuchar sus súplicas.
Se hallaba arrodillado aferrándose a mi, temblando tal cachorro mojado.

Juro que lo intente, intente con todas mis fuerzas ignorar el golpeteo de mi corazón e irme de aquel lugar que solamente había sido un infierno para mi en las ultimas semanas.

En vez de ello, sin razonar, ya me encontraba arrodillado junto a el, extendiendo mis brazos para así rodearlo y apretarlo a mi.

Su cuerpo paro de temblar, sus sollozos se enmudecieron.
"Frankie..."
"Shh..." Acomode mi cara en su cuello aspirando su aroma, ya extrañaba poder olerle. "No hagas que me arrepienta." Dije sin mas.
"Te... te quedaras?" Se despegó de mi viéndome con una débil sonrisa. Yo solo asentí riendo." P-por que?..."
"Hmm... yo igual te amo." Dije despreocupado. "Pero aun así te castigare con todo lo que tenga, no te la perdonare fácil." Advertí picando con mi dedo su pecho "Te has portado como un idiota!, sabes como me has lastimado!?" Me exaspere poniéndome irritado; unas cuantas lagrimas me salieron.
"Shh... perdon cariño..." Con sus dedos, limpio estas que estaban ya en mi mejilla, besando las que aun no descendían de mis ojos. "Lo siento. Me merezco todos los castigos del mundo." Sonreí muy apesar de mi enojo.
"Idiota!"
"Pero soy tu idiota!" Nos miramos sonrientes. Para luego poco a poco juntar nuestros labios en un muy leve beso; era tan insignificante, contrabajo nos tocamos, fue mas bien un simple rose, un rose en el cual pude sentir su sabor de nuevo.

Nos despegamos para mirarnos de nuevo, ambos sabíamos lo que queríamos, así que simplemente lo tomamos.

En un segundo, el me había tomado de nuevo deslizando sus manos por mi espalda para asi de un tirón besarme otra vez, necesitabamos sentirnos...

Mordio leve mi labio inferior haciendo que medio habra mi boca, logrando así meter su lengua, que enseguida jugo con la mia, intercambiando nuestros sabores, recordando lo que era tener un buen beso.
Mis manos subieron a su cuello, rodeandolo, reclamando su tacto, al pasar delicadamente mis dedos por su cabello y sus hombros, y de ahí volver a su cuello y clavículas, sintiéndolo con mi ser todo el.
Respingue enseguida al sentir como me cargo llevándome al sillón mas cercano que había sin despegarse de mis labios que ya se ponían un poco hinchados.

Se separo logrando asi ambos respirar, su mirada era de lujuria, dudaba mucho que la mia no.

Me bajo el pantalón delicadamente junto con mi ropa interior; jamás dejo de mirarme.
Se acerco a mi desabrochando leve y tentadora cada botón de mi camisa, dejando un rose por cada parte que sus dedos tocaban, cada vez mas intensa.
Al terminar, su boca fue ascendiendo desde mi ombligo con besos humedos hasta mis tetillas dejando pequeños mordiscos que me hicieron cambiar mis jadeos por mi primer gemido.
"Ahh.." Casi como un suspiro. "No es jus..to"
"Que co..sa?" Dijo entre besos, que al sentir la pequeña hinchazón de aquello, diría que realmente estaba siendo marcado; un yo, con cuerpo de porcelana, teniendo chupetones por todo el abdomen.
"Querer arreglar esto con sexo!" Logre decir haciendo que el pelinegro me mirase.
Sonrió.
"No tendremos sexo, cariño. Te hare el amor y luego, hablaremos seriamente las cosas." Mi cara enrojeció enseguida. Desvíe la mirada a la vez que oía a lo bajo su risa burlona.
Idiota.
"Mi pequeño tomate, muestra esa cara lasciva tuya que tanto me encanta..." Su susurro me estremecio logrando erizarme, dejando mi piel de gallina. Voltee enseguida dispuesto a insultarle, pero me fue imposible gracias al agarre de sus labios junto con sus manos que aferraban mi cuello en dirección a el.
Caí de nuevo.
Pero esta vez consciente, pues de igual manera, disfrutaba de la danza que ambos efectuabamos; quería apoderarme mas y mas de el, mis manos se apresuraban torpes a quitarle la chaqueta, dejando desabrochado su pantalón, sacando a la intemperie su dura ereccion.
Nos separamos lentamente tomando aire de nuevo, luego tomo de mis piernas jalando de estas para así quedar semi acostado en aquel incómodo lugar.
Me sonrió pícaro para luego bajar hasta hasta mi ya humedo y erecto miembro, lo que vino a continuación, ya se lo podrán imaginar.

Una ola interminable de sensaciones me desbordaron cayendo en la pasión.
Su lengua ataco ese lugar intimo haciendo circulos con su lengua, y dandome pequeñas embestidas con esta; sabía que mi cara ya era de un tono rojo sangre elevado.
"Hmmm... Aghh... Ah..." Tome mis manos tapando mi boca, omitiendo la salida de mis obscenos gemidos.
"Déjame escucharte..." Negué. Enseguida empezo a subir dejando un rastro humedo hasta llegar a mi miembro; absorviendo, lamiendo y levemente mordiendo.
Me estaba matando. "Gee.. Voy a... AGH..." Me estremecí al sentir que llegue a mi liberación, sosteniéndome de sus hombros, tirando mi cabeza hacia atras por el impacto de esta.
Respire agitado mientras el pelinegro subía hasta mi con besos en todo mi cuerpo.
No habia terminado de tomar el aire suficiente cuando Gerard ya había tomado mis gluteos cargándome de nuevo haciendome quedar a horcajadas con el sentado ahora en el sillón.
"Que... Aghh." Unas pequeñas lagrimas me salieron gracias al bruto de mi pelinegro que había decidido que era buena idea introducirme tres dedos sin un maldito lubricante. "Idio..ta!."
"Lo siento" Respondió riendo. Solo bufé apretando mis manos en sus hombros. "Frank... mírame." Negué con la cabeza, mis ojos se habían cerrado fuertemente esperando que el dolor cesara mientras el seguía moviendose en un lugar inhabitable durante mas de un mes.

Poco a poco el dolor cesó empezando el placer de verdad, ese que me hacía arquearme.
Respingue al notar como Gerard tomó mi miembro haciendo que se frotara con el suyo aun si parar de darme aquellas pequeñas penetraciones.

"Aghh.. hmmm..." Lo mire a los ojos; lo que yo creí que sería una mirada burlona era mas bien una cara de sentimientos de dolor, de culpa, mezclado con felicidad y excitación. "Amor?..." Dije entre jadeos. El paro de hacer todo eso para luego abrazarme apretándome a su pecho, ocultando su mirada. "Que sucede?... " Me entró un miedo tremendo al no oír respuesta por su parte. "Gerard!?"
"Lo lamento tanto..."Escuche a lo bajo. "Lamento tanto el daño que te he hecho, soy un estupido." Me relaje enseguida podiendo al fin respirar sin dificultad. "No merezco tu perdon, Frankie, no merezco que estes conmigo. Te he lastimado, es imperdonable..." Me desespere.
"No, No..." Hice que me mirara, sonreí. "No me digas eso... todos merecemos una segunda oportunidad, ademas, no podría soportar que te alejes de mi de nuevo Gee..." Me mostro una débil sonrisa que dejaba al descubierto un oyuelo. Reí. "Mira que llorón me saliste!"
"Calla" Dijo haciendo un pequeño puchero. Ambos nos miramos sonriendo con calma.
Encamine mis dedos hasta quitarle su camisa dejándolo a mi merced.
Si cuerpo bien formado me esperaba; Lo tome, besando cada parte de el, marcandole como mio.
Llegue a sus labios atrapándolos suaves, tomando sus mejillas para no separarme de el; mientras sus manos que me despojaron de mi ultima prenda, acariciaban mi piel y apretaban mis glúteos.
Me separe de el para tomar de su pantalón y bajarlo completamente junto con su ropa interior quedando así igualmente como Dios nos trajo al mundo.
Subi como un gato, sin dejar de mirarlo para luego lamer su explendor; el mayor solo se estremeció ante mi haciendo pequeños gruñidos. Di una fuerte absorción para luego subir quedando a la par y bajar autointroduciendome aquel monstruo que había crecido aun mas en tan solo segundos.
Poco a poco baje hasta no quedar algún espacio disponible entre ambos. 
Empeze a moverme mordiendo mis labios del punzante dolor, pues unos dedos no se comparaban con el tamaño que ahora era intruso de mi.
"No te fuerces..." Susurro. Yo negué sonriendo a medias.
"Estoy bi...en" Dije apenas audible. Escuche su risa juguetona, aquella que extrañaba.
"Tontito." Sus manos me sostuvieron, tomando el control de la situación. Se movio primero de una manera suave, dolorosamente rica. Un meneo, mis caderas girando en su entorno.
Cuando me acostumbre, me dispuse a dominarlo de nuevo enrollando mis manos en su cuello, besandolo como distracción.
Un vaivén empezo de mi parte, subiendo, bajando, subiendo, bajando.
Firme y lento.
Brusco y rapido.
Termine el beso al sentir la necesidad de gemir.
"Aghhh... hmm.. ah..." Sentía como mordía mi clavícula y besaba mi cuello, gruñendo a lo bajo. Tomo de mis glúteos aumentando aun mas el salvajismo que estabamos viviendo.
Sentía como el llegaba a su éxtasis al notar como sus últimas estocadas me daban como si clavara algo en la pared con un martillo.
Algo caliente inundo mi interior, sus manos me estrujaron mas, y su cuerdas vocales crearon un sonido de gloria.
Sin parar, me auto penetre de la misma forma en la que el había hecho a lo último, temblando en el acto, viendo el paraiso al llegar a sentir como su miembro tocaba un punto que extrañaba sentir, me estremecí aun mas, besándole de nuevo, lo cual el correspondió ayudándome a dar mi última penetrada, liberando mi semilla en su abdomen.
Visite de nuevo el paraíso de Adam y Eva.