IMPERIO "Frerard versión"

Treinta y seis.

Narrado por Gerard.

"Te ha quedado muy linda la casa." Me hallaba acariciando su cuerpo, estando en una posición la cual era llamada la "cucharita", el de espaldas a mi en una cama demasiado amplia.
"Enserio?" Se volteo enseguida mirándome divertido. Asentí "Te habías tardado en reconocerlo." Dijo con un puchero.
"Lo lamento..."
"Bueno, eso ya no importa." Y de verdad no importaba. Comprendí aquella noche anterior que realmente los sentimientos de Frank hacía mi eran fuertes, incluso mas que los mios, y eso que yo lo amaba con el alma, pero perdonar a un idiota como yo... el era digno de admiración.
Un sonido irrumpió con nuestro tiempo juntos, era como la quinta vez que lo hacía, provenida de mi celular.
"Responde de una vez, el sonido es molesto!" El castaño rodó los ojos incorporándose en la cama. Mirando a un punto vago.
"Bueno." Respondí enojado.
"Soy yo Gerard."
"Alicia..." Al oir el nombre, Frank me miro irritado saliendo de la cama. Suspire. "Que necesitas?"
"Te he molestado?"
"De hecho si, estoy con Frank." Mi voz sono segura y feliz de poder expresar mi amor cursi. El castaño me miro enseguida ya con sus boxers puestos sonriendo al instante con un pequeño tono de carmín en sus mejillas, enseguida se aventó hacia mi abrazándome "Ay... pesas mucho" Bromee, a lo cual me fulminó con la mirada.
"Ya veo... puedes venir a la oficina?"
"Que oficina?"
"La tuya."
"Alicia, me tomare el dia libre hoy, mejor nos vemos mañana y....
"Es urgente!!" Protesto. Algo andaba mal, era extraña su voz.
"Que tan urgente?" Respondí intrigado.
"Es sobre nuestro contrato..."
"Esta bien. Voy para alla." Colgué. Respire hondo para luego sonreir. "Debo ir a la oficina."
"Que!?, dijiste que pasarías el día conmigo..."
"Lo se cariño, pero mira, Alicia es mi socia y tengo un contrato muy importante con ella. No puedo perderlo."
"Esta bien..." Suspiro rendido para luego sonreir amplio. "Y si me llevas contigo?" Se acomodo de tal forma en la que quedo encima de sus piernas mirándome entusiasmado.
"No creo que te agrade aquel ambiente, esta lleno de sicarios y... "Su mirada lo dijo todo y lo entendí a la perfección." Oh... lo siento se me olvidaba el detalle.
"Ultimamente no caes en la cuenta de que yo igual soy un sicario y no uno cualquiera. Pero si no quieres que vaya..." Su voz desilusionada me hizo reir, se paro indignado dispuesto a ignorarme.
"Hey, hey, hey...." Le sostuve del brazo jalándolo hacia mi, moviéndole para que quedara yo encima de el. "Nunca dije que no quiero que vayas cariño..." Le mire tranquilo para añadir. "De acuerdo si iras pero con una condición..." Este rio de una manera tierna e incluso inocente asintiendo muchas veces.
"La que sea, dime"
"Que me des un rico y saludable desayuno matutino."
"Claro, dime como lo quieres, brocoli?, zanahorias?, algo de huevo y pan tostado?" Su distraída respuesta me sorprendió. Me acerque a su cuello aspirando su aroma para luego morder leve el lobulo de su oreja.
"Yo hablaba de otro tipo de desayuno..." Susurre. Sentí su cuerpo estremecerse bajo mio.
"Oh..."
"Si... Oh..." Replique su respuesta. Baje lentamente besando delicadamente su piel, viendo a la vez las manchitas severamente rojas que poseía su cuerpo. Reí para mis adentros. "Son mias, yo se las hice. Me pertenece a mi..."; Tome sus boxers quitandocelos de un jalón, enseguida tome de sus caderas volteando su cuerpo, quedando este ahora boca abajo.
"Gee..."
"Si?..." Mi voz se había puesto ronca. Abrí sus piernas para mi, tomando de nuevo sus caderas haciendo que se empine, quedando una vista de sus glúteos completamente parados.
Me acerque a su zona intima empezando un vaiven con mi lengua que pronto le hizo gemir; la movía en circulos y luego le daba pequeñas embestidas con esta.
"Bas...ta!" Gruñó. Sonreí obedeciendo dejando lo que hacía, bese su espalda dejando una que otra marca, luego poco a poco fui introduciendome, hasta que al final, metí lo que restaba de golpe. "Gerard!" Se sobresalto. "Avi..same idio..ta!" Sus manos apretaban las sabanas mientras sus jadeos empezaban a resonar mas y mas constantes por la habitación.
Yo me movía moderado disfrutando cada sensación que se podía experimentar con el simple hecho de entrar y salir.
Un verdadero desayuno matutino.

"Es muy... formal?" Frank miraba curioso la casa de mi padre, que a la vez, era mi oficina.
"Bueno, tu casa es estilo oriental."
"Es que nunca imagine que tu casa fuera tan formal, ni parece nido de narcos."
"Eso me ofende" Trate de parecer indignado, el me miro como diciendome " Encerio piensas que me crea esa?", para luego bajar del auto y dejarme solo en mi actuación. Reí bajando luego y entrando junto a el.
"Arthur." Mi mano derecha se hallaba ya esperandome con irritación.
"Creí que llegarías mas temprano..."
"Oh..." Le sonreí en modo de disculpa. "Lo siento..."
"Si ya vi la causa." Refiriéndose a Frank. "Pero me alegro."
"Frank, el es Arthur, mi mano derecha, piensa en el como la tuya igualmente." El castaño le tendió la mano a lo que Arthur correspondió.
"Vale, un gusto. "
"Igualmente jefe." Respondió respetuoso. "Alicia te espera Gee." Se volvió hacia mi para luego incitar a que lo sigamos.
Llegamos a la entrada de mi despacho y Arhur se retiro.
"Deberías quedarte aqui, esperame, no tardaré." Frank me vio inseguro para luego solo asentir.
"Bien, pero me debes un almuerzo donde yo desee." Exigió.
"Lo que tu quieras y mas" Sonreí depositando un pequeño beso en su mejilla para luego entrar al despacho.

"Gerard..." Apenas entre, la chica se paro de donde se hallaba sentada y corrió hacia mi. "Gracias por venir." La separe de mi para ir a sentarme.
"Bueno, habla rápido, que tengo un día por delante ocupado."
"Con ese chico cierto?"Su voz estaba llena de desprecio.
"Si, con Frank. Que te sucede Alicia?, no imagine que fueras de esas homofobicas...
"No me sucede nada, simplemente no puedo creer que tu seas asi... Gerard, yo pienso que tu estas confundido, te hace falta una buena mujer en cama!" Parpadee sorprendido para luego reir con ganas. "No es gracioso!!"
"Lo siento" Dije limpiando las lagrimas que me habían salido. "Es que lo que has dicho fue tan estupido, no pude evitar reir."
"Gerard piénsalo!, No me puedo creer que tu nunca hayas estado con ninguna mujer!"
"Tienes razón. No siempre fui homosexual. Me he acostado con mujeres Alicia, pero sabes que paso?, me enamore de Frank y ahora no quiero conocer a nadie mas. Ahora ya deja ese tema y dime que sucede. Dijiste que era urgente, mas te vale que lo sea y no me estes haciendo perder el tiempo.
"Podemos intentarlo Gerard... salir un par de veces, ese niño no tiene por que enterarse..."
"Ese, tiene nombre. Si no tienes nada mas importante que decir por favor vete." Me pare dispuesto a abrirle la puerta.
Te hare sentir hombre!" Se interpuso en mi camino tomandome de la camisa, mirándome suplicante. "No te vas a arrepentir."
"Basta Alicia. No te hagas esto."
"Mírame!, soy hermosa, te puedo complacer como solo una mujer lo haría." Volví a reir.
"Ya te he mirado Alicia, una y otra vez, y jamas has despertado ni un solo espermatozoide en mi."
"Gerard por favor, solo intentalo, no te pido nada formal, probemos y yo se que te gustara. Y si no, que se que no será así, te dejare en paz. Si?" Insistió. La mire con fastidio.
Un beep sonó al momento haciendo un gran alivio en mi pecho.
"Si."
"Es Donald, Señor." Dijo mi secretaria al otro lado.
"Dile que pase." Respondí para luego ver a Alicia. "Retírate por favor. No quiero nada contigo, ni ahora ni nunca, evitate la pena de ser rechazada de nuevo. Nuestro trato es estrictamente profesional."
Me miro furiosa.
"Maldicion" Gruño. Escuche la puerta empezar a abrirse, y tomándome desprevenido, la chica jalo de mi cuello dándome un beso lleno de saliva, intente soltarla enseguida, pero se mantenía pegada a mi como un Koala a un árbol.
"Gerard." Utilice fuerza de mas al escuchar la voz del castaño a nuestro costado. La separe de mi limpiando enseguida la saliva y el labial con el que me habia manchado, viendo a Frank mirarnos hecho furia.
"No es lo que parece..."
"A no?" Dijo sarcástico. Realmente estaba enojado.
"No. Definitivamente no."