Cuarenta y dos.

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Narrado por Gerard.
Su cara se puso carmín de inmediato. Me vio asustado y nervioso, luego sonrió ampliamente mostrándome toda su dentadura. Sus ojos estaban iluminados con un brillo que solo el poseía.
"Si." Asintió. "Si!" Se abalanzó a mi abrazandome fuerte. "Si!!" Sentí algo mojado por mi hombro, estaba llorando. Lo separe un poco de mi tomándole de las mejillas.
"Por que lloras cariño?" Pregunte
"Estoy tan feliz." Rio. Le sonreí y me abrazo de nuevo.
"Yo igual lo estoy" Afirme. "Yo igual..." Nos quedamos un momento en silencio, compartiendo nuestras emociones de alegría.
"Bien..." Se separo de mi aun con las mejillas rojas y la cara hecha un desastre lleno de mocos. Un hermoso desastre. "Tengo que organizar una boda así que no trabajaré por un largo tiempo y Arthur tendrá que ayudarme asi que dile que se vaya despidiendo de andar con un arma en los pantalones." Respingue al instante al escuchar lo que el pelinegro decía.
"Claro." Asentí. Tome la caja que había dejado a un costado, agarre el anillo tomando su mano para acto ultimo colocarselo. "Lo que mi prometido diga." El tono rojo tomo un aspecto aun mas pronunciado al decir estas ultimas palabras. Reí.
"Bien." Desvío su mirada haciendo un puchero. Vaya que era lindo. Suspire sin dejar de verlo porque... quien se cansaría de ver a alguien tan bello.
El timbre sono interrumpiendo nuestro momento.
"Debe ser la comida china" Dije al aire. El me volteo a ver al instante con cara de niño que oye la palabra "dulce".
"Si!... digo... que bien... deberías ir a verlo, enseguida bajare..." Alce una ceja asintiendo, aguantando la risa. Me puse mi ropa interior seguida por unos pantalones y camine hasta la puerta. "Hey!!" Oi tras mio.
"Si?"
"Acaso no olvidas algo?" Dijo. Mire a mi alrededor sin pistas.
"El dinero lo tengo abajo." Dije encongiendome de hombros.
"No imbecil!" Fruncio el ceño. "Ponte una camisa! O acaso quieres que te vean el pecho desnudo!!?" Le mire divertido.
"Claro, como no se me ocurrió ponerme una?" Me fulmino con la mirada.
"Muy gracioso Gerard."
"Lo digo enserio!" Levante mis manos en modo de defensa.
"Mira, te amaré mas que a mi vida pero si te veo zorreandole a alguien mas te corto los huevos!!" Respingue sonriendo. Al parecer me había comprometido con un hombre sumamente posesivo.
"Yo solo te amo a ti tontito..." Le jale hacia mi dandole un beso leve para luego tomar la camisa que traía en sus manos. "Te espero abajo." Le guiñe el ojo para despues ir en busca de la comida china. Pague y luego serví esta en platos.
Mi celular sono en el momento.
"Si?" Respondí.
"Hola Gerard..." Me puse algo nervioso al oír la voz del otro lado de la linea.
"Tía Linda..."
"Digamos que no lo soy pero si así me quieres llamar, no te lo impediré." Suspire hondo.
"A que debo la llamada?" Mi voz cambio de un tono curioso a uno frio y tosco.
"Necesito que hablemos... de mi niño.
"Acerca de que?" Ironice. "Sabes que Cheech básicamente le dio por su lado?, donde estabas tu cuando eso paso?"
"No digas estupideces!" Grito. Se ollo una fuerte inhalación. "Quiero que nos veamos, por favor... yo extraño a Frank y se que tu me puedes ayudar a verle..." Pensé varios segundos analizando la situación. "Por favor... ademas... hay algo que esta pasando aqui en el cartel, Gee... temo por mi vida."
"Bien." Respondí de inmediato. No me parecía extraño que Linda se sintiera en pelinegro pues Cheech era capaz de desaparecerla por sus bolas en cualquier momento. "Te parece mañana a primera hora?"
"Si me parece bien, gracias.... y Gerard, No le digas nada a Frank, no se si lograré despistar a los hombres de Cheech y no quiero ponerle en peligro."
"No hay problema con ello, no pensaba decirle, Frank no se enterara de nada.
"De que no me enterare exactamente Gerard?" Me sobresalte enseguida volteando a ver al castaño.
"Yo... te marco luego para darte los detalles Arthur, hasta mañana."
"Es el?..."
"Si... Frank y yo cenaremos, nos vemos." Colgué.
"Estas seguro de que era Arthur?" Me miro desconfiado.
"Lo era cariño." Sonreí evitando su mirada "Debes tener hambre, cierto?, ven, comamos!" le indique el lugar a mi lado en la mesa. Bufo para luego sentarse resignado.
"Entonces si era el... de que era lo que segun yo no me debo enterar?...." Me metí un gran bocado a la boca viéndole algo distraído.
"Bueno... yo... te estaba planeando una fiesta..." Si que soy muy ingenioso, idiota.
"Una fiesta... aja." Tan facil soy de leer!.
"Si cariño. Algo así como una fiesta de compromiso, con las mas allegados a nosotros claro, quería que fuera sospresa, pero ya que lo sabes..." Reí algo nervioso llevándome otro bocado de comida a la boca, rogando que me crea. Me miro analizandome.
"Esta bien..." Suspiro resignado. Sentí que mis pulmones volvían a respirar. "Lamento haber arruinado la sorpresa." Era sincero. Le tome de la mano negando.
"No importa... ahora come." Ordene, el castaño solo asintió.
Y así pasamos una noche en calma. Terminamos de comer y tomamos un baño juntos, la bañera era nueva, y para ambos era una experiencia.
Luego nos acurrucamos en la cama cayendo en los brazos de Morfeo.

Al despertar me tope con unas pestañas extremadamente largas y negras en profundo. El pelo de Frank ya estaba algo largo, cubría un poco su frente mas de lo usual, tenia la boca un poco entre abierta con los labios pálidos como su piel. Podría pasarme toda la vida viendole en aquella posición y jamas me cansaría.

Me adelante sin hacer mucho ruido tomando mis cosas para darme una ducha rápida y salir de la casa antes de que el castaño lo notara.

Recibí un mensaje sobre ir a un cafe a las afueras de la cuidad. Confirmé con Linda la hora de mi llegada y sin mas me dirigí hacia ahí.

Despues de un no tan largo trayecto llegue.

Este era un cafe muy viejo. Entre al lugar algo calido, meseras sirviendo cafe, solo dos, ambas ya muy pasadas de edad.
Revise el lugar, solo había dos oficiales desayunando y Linda al final en una mesa algo apartada.
"Al fin llegaste" Me dijo al tomar el asiento a su frente.
"Hola tia Linda, me alegra verte." Dije sinceramente. Nunca se había portado mal conmigo, aunque tampoco teniamos la mejor relación.
"Suena raro la palabra tía saliendo de tu boca."
"No quiero incomodarte."
"Y tu madre?" Sentí desdén en su voz.
"Vive con mi padre ahora, no tienes que preocuparte por ello."
"Vaya... Phil debe estar removiendose en su tumba por el hecho de que llames padre a Donald Way." Aprete la mandíbula algo irritado por el comentario. "Lo siento no era mi intención." Dijo, mas no pareció de verdad sentirlo.
"Aquí estoy, dijiste que querías que habláramos..."
"Así que directo al grano, no?"
"Tengo un imperio que dirigir."
"Un imperio que le hurtaste a tu tio."
"Sabes bien que mi padre se estaba volviendo fuerte, yo solo me gane muy merecido alguna que otra cuidad para asi hacernos iguales."
"Sabes que al final valio mierda; Phil te dejo esa herencia y Cheech solo vuela cabezas cada dia por ello." Suspire.
"Esa herencia se la he traspasado a Frank." Su mirada se enfocó en mi.
"Como has dicho!?"
"Que Cheech no te lo dijo?" Se veía confundida. "Esa herencia no me pertenece, no soy un Iero. Le debo mucho a Phil, asi que traspase esa herencia a Frank."
"Por que coño harías eso!?"
"Hmmm amor?" Me encogi de hombros tomando el cafe que se hallaba frente mio, ya frio.
"Amor!?, no me vengas con esas Gerard"
"No son "esas" como tu las llamas, es un sentimiento y es real Linda!"
"Así?, entonces porque impediste aquella boda!, eso le iba a salvar la vida!, eso impediría que Cheech siguiera hundiendolo en su cochino mundo!!" Sonaba mal, muy mal. Entendí que realmente amaba a su hijo.
"Lo amo Linda!, amo a Frank!." Ella solo negó.
"No es verdad."
"Lo es!, es el amor de mi vida!, no podía dejar que se casara, hacer eso implicaría perderlo y eso es algo que jamas haría."
"El no es para ti!"
"Lo es. Y yo soy para el."
"No Gerard!!, nunca lo aceptare, jamas te daré a mi bebe!!"
"Pues lo lamento, por que me quedare a su lado por siempre. Le propuse que se casara conmigo y acepto." Fue como una bomba.
Una, la cual yo detone.
"No!!" El cafe voló hasta la ventana que estaba a nuestro costado, salpicando las sillas y mesas de al lado, junto con nuestros cuerpos. Sus manos golpearon la mesa; se levanto de golpe mirandome con furia. "Tu no te quedaras con mi bebe!!" Ella estaba mal. Muy mal. "Es mio!, yo lo cree!!" Me apunto con un arma, sus manos temblaban.
"Baja el arma Linda, tu no quieres hacer eso." Ella rió histerica.
"Claro que quiero!" Mire de reojo a los oficiales y las meseras pero solo actuaban normal, como si nada pasara.
Dios. Soy imbecil.
Esto era una trampa.
Y yo caí directo.

IMPERIO "Frerard versión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora