Veintiséis

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Narrado por Frank.

Sentía que el oxigeno me faltaba, me hacía falta algún inhalador, apesar de que no sufría ninguna enfermedad de los pulmones; Gerard sostenía mi mano firmemente, yo solo rezaba por conservar nuestras vidas, mas la de el.
"El jefe esta dispuesto a recibirnos en el punto que habíamos quedado a las afueras de Massachusetts." Dijo Derek. El había sido el único mal afortunado en ya haber hablado con mi padre. El pelinegro a mi lado asintió.
"Tu padre esta esperando ya en aquel lugar, esta muy feliz por tu logro y..." Rodé los ojos al ver como aquel tipo que supuse era la mano derecha de MI pareja, se acercaba confiado a susurrarle algo. Idiota es MIO!!, respira Frank, respira.
"Oh, que bien." Estaba sonriendole!!!, era el colmo!!, le susurraba en mi cara sin respeto y el otro sonreía. Le solte la mano de inmediato apoyándome mas a la ventana, me senria irritado. "Hey... que pasa?" Gerard se acerco a mi abrazandome con tranquilidad. Yo solo sonreí y le mire.
"Nada, nervios..."respondí, luego vi al tipo tras el, sonriendole en victoria. Ja!, me ama a mi idiota!.... Ya Frank basta. Ash....
"Frank!"
"Si!" Genial. Tan idiota me ponia el pelinegro que ni cuenta me había dado que ya habíamos llegado al lugar asignado. Baje con cuidado con Gerard a mi lado, las manos me sudaban.
"Frankie..." Gerard jalo de mi brazo parando a un costado de la entrada de la hacienda. "Yo estaré contigo en todo momento cariño, no debes preocuparte." mi mirada estaba baja, quería que la tierra me tragara.
"Gee... no puedo."
"Como?"
"Yo quiero estar contigo. Pero debo hacer las cosas bien. Dejame terminar apropiadamente mi compromiso y hablar personalmente con mi padre." Rogaba por una respuesta positiva, pero nada sucedía; pasaron varios minutos en los que hubo silencio, Gerard estaba pensando las cosas muy detenidamente.
"Esta bien." suspiro mientras se rascaba el mentón con barba de dos dias. "Pero ni creas que dejare de verte y hacerte mío." Me tomo de la cintura atrayendome a el, sentía como respiraba mi aroma, sus labios pasaban por mi cuello dominandome. Era débil ante el.
"De...de acuer...do." mi voz se cortaba, estaba seguro de que mi dolor en la entrepierna era por lo apretado de mi pantalon. El pelinegro me beso apasionado, jugando con nuestras lenguas, luego con lo carnoso de nuestros labios, nos saboreamos hasta separarnos para así respirar. "Gracias." dije abrazándole para acomodarme entre su cuello.
"De nada amor" sentía su corazón palpitar... sentía su cuerpo estremecerse.
Tras nosotros un carraspeo nos hizo separarnos. Me tense al ver al mismísimo Donald Way parado con una sonrisa cálida y acogedora.
"Oh papa!!, ya estas aqui!!" Gerard se acerco a saludarle y tras el, una persona ya muy conocida se les unió. Donna.
"Hola Frank." me sonrió tranquila mientras me daba un corto abrazo. "Como estas cariño?"
"Amm... bien Donna, gracias." sonre. "Mama extraña tus comidas." alcance a decir antes de congelarme con la presencia muy cercana de Donald.
"Hola Frank, es un gusto conocerte al fin. Soy Donald Way, el padre de Gerard y tu suegro." Rio. Yo sentí solamente como el calor se subió a mis mejillas desviando mi mirada fugaz.
"Papa!" le reprendió Gerard. "Aun no he hecho las cosas oficiales. "
"Oh, lo lamento, pensé que ya era un hecho, te has atrasado hijo."
"No es asi señor ." Dije al fin. "Yo le he pedido a Gerard que me espere, pues tengo un compromiso arreglado y mi padre aun no sabe mi orientación y mi relacion con el, apenas solucione aquellas, entonces si, sera oficialmente mi suegro." Tanto Gerard, como Donna se quedaron con la boca abierta ante mis palabras. Cabe mencionar que no eran los únicos; mi corazón latía desesperado ante mi propia respuesta. Pero, eso era algo que Donald me transmitió. Comodidad. No era la persona que yo creo...
"Donald Way." Mi comodidad se esfumó. Todos ahí presentes volteamos a ver la llegada del nuevo acompañante, mi padre.
"Oh!, pero si ha llegado el gran Cheech Iero." Mi padre le miro furioso mientras yo solo percibía tranquilidad en Donald. Que hombre extraño.
"Veo que tambien te hayas aquí Donna." Era sorprendente ver como mi propio padre caía sumiso total como un cachorro ante una mujer.
"Hola Cheech, me alegro de verte bien." Sinceridad. Amabilidad, tranquilidad, comodidad y sinceridad. Los Way eran un manojo de educación. Ya veía de donde Gerard era tan....
"Acaso no piensas venir a saludar a tu padre o vas a quedarte ahí parado todo el dia!?" respingue al instante por el comentario. Camine hasta mi superior con la mayor firmeza posible.
"Hola papa." lo que sucedió despues, fue algo de lo que mas esperaba. Un sonido como cuando te mandan a la contestadora por telefono, un pitido; pues aquella cachetada que mi enojado padre me había proporcionado, llego a expandirse hasta mi oido.
"Que diablos de sucede imbecil!?" Un Gerard aun mas furioso se encamino a defenderme de mi padre, saco su arma apuntando libre hasta el.
"No!" me interpuse. "Baja el arma." el me miro intrigado. "El tratado Gerard." mencione. Este pareció entender la situación bajando el arma y bufando resignado.
"Tranquilos todos. " Hablo Donald." Arthur, esta listo el almuerzo?"
"Si Donald."
"Que te parece si comemos Cheech?" Mi padre le mato con la mirada antes de sonreir cínico y asentir.
"Ya quiero probar la comida que has pedido."
"Excelente." y así pasamos de una tarde tranquila a un lugar hecho un manojo de nervios. Por primera vez, los carteles Iero y Way se veían para formar parte de un almuerzo.

Caminamos hasta sentarnos cada quien en su lugar. Gerard se sento a lado mio actuando neutral pero educado, poniendome un trapo con hielo adentro, en mi cachete ya hinchado.
"Y Linda?" menciono Donna.
"En casa, debe estar recibiendo ahora a la prometida de Frank, Jamia Nestor.
"Ah, la hija del diputado..."
"Así es... Phil le consiguió una prometida a Gerard... Lindsay. Como van las cosas con ella?" Pienso que Gerard se contuvo mucho ante cada palabra venenosa que mi padre disparaba disfrazada de cinismo.
"Me temo que he roto nuestro compromiso. Ahora tenemos una bella amistad."
"Oh claro... ella no quería andar con alguien que es inferior a su nivel." Apreté mi mandibula al oír cada palabra hipócrita que salía del hombre que me dio la vida. Se había amargado al saber que Donna había regresado con Donald, me atrevía a pensar que aquello le importaba mas que el hecho de que los Way se hayan convertido en nuestros iguales.
"Bueno, la realidad del asunto es que... simplemente no le quería, por que andar con alguien a quien no quieres?" mi padre mordisqueo hasta tragar un pedazo de carne y luego miro en una dirección en particular.
"Es verdad Donna... por que?"
"No entiendo de que hablas." se defendió la mujer al instante.
"Oh vamos... sabes de lo que hablo. "
"No, creeme que no lo se Cheech. Y realmente no me interesa en lo absoluto."
"Porque?, por que fingir que eres feliz al lado de este hombre!?"
"Cheech..." advirtió mi tio Phil, que hasta ahora se habia ahorrado cualquier comentario en todo momento.
"No Phil!, responde Donna, este hombre a tu lado es un don nadie de los carteles, yo soy Cheech Iero!!, acaso prefieres a un hombre muerto de hambre que a mi!?.
"Cállate." me sobresalte al oir como el pelinegro a mi lado colapso aporreando sus utensilios en la mesa.
"Que has dicho!?"
"Que te calles Cheech!"
"Quien te crees para pedirme tal cosa!!?"
"Quien te crees tu para decir que mi padre es un don nadie de los carteles!, para tu información desde hoy he tomado Boston, lo cual me hace ser el que domina en Massachusetts. Eso me hace tu igual!. Así que deberías mejor restractar tus palabras." La gota que derramo el vaso.

IMPERIO "Frerard versión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora