[Esta novela se encuentra en edición y será sometida a numerosas modificaciones constantemente.]
Will
-Will ven a bailar con nosotros. -Me pidió Charles.
-No, gracias. Me temo que la única mujer hermosa esta ocupada. - Dije refiriéndome a Jane.- Sin mencionar que ustedes no estaban sólo "bailando". Tres son multitud. -Agregué.
-Si lo sé, es bonita.
- Pero ten cuidado su apellido es Bennet. - Le advertí.
-Oye, vamos. Ven a bailar un poco con nosotros - Insistió.
Y ahí estaba Jane. Junto a lo que parecía lo más hermoso en la fiesta.
-Amigo ¿Quién es la linda chica que acompaña a tu novia? - Le pregunté Charles.
Junto a la tal Jane Bennet había una chica muy hermosa. Algo vulgar por el vestido que traía, parecía más un pequeño pedazo de tela que un vestido. Pero dejaba mucho a la imaginación. Ya quería tener ese pedaso de tela en mis manos y a ella en mi cama.
-No lo se Darcy. ¿Un amiga tal vez? No estuvieron casi nunca juntas en esta fiesta. - Dijo mirando la algo extrañado y confundido.
-Si, porque tu no te le quitabas de encima. Seguro no tuvo ni tiempo de estar con su amiga. - Le dije sin mirarlo a la cara. Solo podía ver a esa chica.
-Bueno, están juntas en otros momentos. Quiero que este conmigo en la fiesta. -Parecía un niño pequeño que quería un dulce muy caro.
-No te preocupes, ahora será su amiga la que no tendrá tiempo de estar con Jane. -Le dije ya acercandome. -Señoritas, señoritas. Lamento interrumpirlas pero me temo que mis deseos por bailar con esta misteriosa y hermosa criatura no me permitieron esperar más. O quizá fue el vestido. - Dije mirando a la amiga de Jane.
-Y tú debes ser Jane. - Dije apenas mirandola. Ella asintió un poco tímida.
¡Vaya, si que era tímida!
Charles ya estaba ahí para secuestrar a su pareja de baile y se la llevo antes de que ella pudiera intentar armarse de valor para contestarme.
-¿Así que soy una criatura hermosa? ¿O mi vestido tiene propiedades mágicas? Igual tengo que advertirle, yo jamás usaría este vestido... digamos que perdí una apuesta.
-Se te ve muy sexy, si me permites. - Le susurre al oído.
Entonces la música paró y una mujer de subió a un escenario.
No cualquie mujer...
Beth
La Sra. Bennet.
Sí, ahí está ella. Sobre el escenario. Lista para arruinar lo poco que me iba a salir bien esta noche.
-Señores y Señoritas... Señor Hemsort deje de hacer lo que esta haciendo por favor y escuché un segundo. - el chico que habian regañado estaba metiendo la lengua dentro de la boca de otro chico. - después podrá... continuar.
-Quería darle la bienvenida a nuestros alumnos de intercambio directo desde Inglaterra, Londres. Creo que he visto a mi adorada Jane bailando con uno de ellos. Pero bueno, no quiero importunarlos más. Continúen.
Y la música volvió.
-Así que Jane si es hija de la directora. - Dijo algo enfadado. La verdad no sabía que pensar. Después de todo el chico no era para nada como yo pensaba, Bingley parecía realmente querer estar ahí con Jane - Bueno, debe ser la única de las Bennet que es hermosa y educada.
- ¿Cómo es eso? ¿Desprecias a Jane por ser una Bennet? - Contesté realmente sorprendida. Parecia que hasta me causaba gracia. -Bueno yo creo que es agradable y hermosa. Me gustaría saber porque no la encuentra tan... bueno a su alcance. A juzgar por su tono de superioridad. ¿No cree que todas las hermanas Bennet sean... de su agrado?
-No, lo siento. Me temo que me enteré de su situación actual y ni aunque quisiera podría bailar con una de ellas. Aunque Jane si es bastante preciosa.
- ¿Y Elizabeth? Oí que es la segunda mayor de las hermanas. -Pregunté cautelosa.
No me había visto, obviamente, pero no se rebajará, es claramente una persona orgullosa.
- Sí, la he visto. -Mintió. Mentiroso. Yo jamás le había visto en mi vida - Bastante tolerable me atrevo a decir, pero no tan hermosa como para tentarme.
- Ya veo. - Dije riendo y me aleje tambaleandome como pude.
-¡Espera!- Grité.
Me seguió hasta los límites del campus, donde la música de la fiesta ya no se oía tan fuerte.
Y entonces comenzaron a caer unas gotas de agua. Comenzaría a llover fuerte en cualquier momento.
Me sentía patética, corriendo bajo la lluvia porque un idiota me había despreciado.
ESTÁS LEYENDO
Orgullo y Prejucio: la nueva generación
Romance¿Qué hubiera pasado si Orgullo y Prejuicio viajara al siglo XXI? Si las hermanas Bennet hubieran sido solo cinco adolescentes populares que solo desean encajar en la sociedad y enamorarse...