Prólogo

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*Prólogo*

Nos encontramos en un parque del siglo XX, es primavera un momento muy bueno para las flores y las bodas..

En el parque se encuentran dos jovenes adultos frente al río mirando como el agua corre río abajo.

-¿Lo recuerdas?- pregunta un atractivo joven de ojos amarillo ámbar himnotizantes y cabello negro.

-¿El qué?- responde con una pregunta una chica pelirroja con unos ojos azules hermosos.

-Cómo comenzó todo.

La joven se queda pensativa.

-¿Cómo olvidarlo?, al conocerte eras una idiota y después demasiado sobreprotector- se queja la pelirroja.

-Eso no fue así- La chica le lanza una mirada reprochadora- vale, puede que haya sido un poco sobrepotector y un pelín idiota al principio, pero tú, princesa, tú eras demasiado celosa e histérica- reprocha él.

Ella suelta un bufido.

-Lo que tu digas- dice un poco indignada.

-Pero, como siempre, princesa, sigues siendo perfecta para mi...- dice el joven girando la cabeza para mirar a su pareja.

-Tu también, con tus defectos y tus virtudes- dice esta clavando sus ojos azules en sus amarillentas pupilas-, y créeme, tienes muchos defectos.

-¿Segura?- dice dándola un leve beso en la frente.

-Mmmm... no mucho déjame pensar.

Los dos jóvenes acercan sus cabezas y cierran los ojos al unísono dispuestos a fundirse, con un beso, el uno con el otro.

-¿Y ahora?- insiste el chico, abriendo poco a poco los ojos.

-No tienes tantos defectos- dice ella aun con los ojos cerrados.

El chico de pelo moreno sonríe y vuelve a besarla más intensamente.

-Ejem, ejem- dice el chofer de los jóvenes interrumpiéndoles- ya es casi la hora punta, si no llegamos a tiempo lady Tilney se enfadará.

Los jóvenes se separan a regañadientes y entran en el carro.

-Mañana, por fin será el día- dice la pelirroja.

-Yo estoy listo, ¿y tú, futura señora De Villiers/Bernhard?

-Estoy lista si tú lo estás, señor De Villiers alias señor Bernharnd.

Ambos ríen y al volver la calma se dan ese beso que les quedaba pendiente.

Llegan a casa de lady Tilney y esta ya les estaba esperando.

-Llegáis tarde.

-Lo sentimos lady Tilney, el tiempo se nos escapó de las manos- se disculpa el pelinegro.

-De acuerdo, joven, que sea la última vez que se lleva tanto tiempo a mi querida Lucy.

Lucy suelta una risita.

-Entendido, lady Tilney.

-Ahora márchese joven, Lucy tiene que prepararse para mañana y no necesitamos ninguna distracción- prosiguió la señora.

-Pero lady...- intenta protestar pero Lucy le interrumpe.

-Paul- le replica Lucy-, hazla caso, no tienes que estar aquí. Deberías preparar tu traje junto con Millhouse, además, no puedes verme preparada para la boda hasta mañana.

-¿Pero eso no es el vestido?- dice Paul confuso.

-Puede ser, no me acuerdo, pero vete, todo tiene que quedar perfecto para la boda- dice ella arrastrándole hacia la puerta.

-Todo sera perfecto si tu estas allí, princesa, además te voy a echar de menos...

La pelirroja se sonroja un poco y le da a Paul un pequeño beso en los labios.

-Esto te bastara hasta mañana por la mañana.

-Pero Lucy...- tarde, ella ya ha cerrado las puertas.

"Mujeres...- piensa- mejor dicho... mujeres Montrose..."- rectifica.

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Es cortito, lo sé, pero es el prólogo y no sabía que más escribir, así que os dejo con esto.

En multimedia he dejado una foto de la película "Rubinrot", es decir, Rubi.

Espero que os haya gustado y que sigáis leyendo, besos ;-)

Lucy y PaulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora