As happened to Cinderella [HUNHAN]

Capítulo 11: No me olvides.

Nada puede llevarse esta tristeza, porque nada se compara, nada se compara contigo. Ha sido tan solitario sin ti aquí, como un ave sin una canción, nada puede parar estas lágrimas solitarias de caer, dime cariño,¿dónde me equivoqué? Podría poner mis brazos alrededor de cada chico que vea, pero ellos solamente me recordarían a ti... - Sinead o'connor- Nothing compares 2 u 

Cuando lei este capitulo tuve sentimientos encontrados, espero y les guste el capitulo c: 

@ComprometidaconSJ espero que te guste el capitulo, este va para ti. Por siempre estar mostrandole apoyo a la historia y tus siempre lindas palabras ♥ 

 Días, semanas, y meses, pasaron con rapidez en la bella y gran ciudad de Seul, pero LuHan  aún no comprendía porque SeHun estaba tan indiferente con él, y eso lo deprimía demasiado. El pequeño castaño ahora lloraba por no ir a la escuela, se sentía solo sin la compañía de SeHun, y al verlo jugar tan alegremente con Irene, y que pasara de su presencia como si no existiese, no ayudaba en mucho a su caído ánimo. 

HyeMin ya no sabía qué hacer con el pequeño, rara vez en el día lo veía sonreír, él simplemente llegaba de la escuela y se encerraba en su cuarto. El ojiavellana se preguntaba una y otra vez que era lo que había hecho mal, en que había fallado, pero por más que buscaba una respuesta coherente en su pequeña mente de infante, no hallaba nada, yeso lo frustraba. 

El alejamiento de SeHun, le permitió poder acercarse más con su pequeño y risueño amigo JongIn. Pero aunque JongIn lo hiciera reír vagamente con bromas tontas o muecas raras, JongIn no se comparaba a SeHun. Nadie se comparaba a SeHun. 

Ciertas veces, en las que LuHan regresaba de la escuela y salía a pasear al perro de su tia, se encontraba con ambos niños jugando alegremente en la calle, y su corazón volvía a encogerse, porque SeHun parecía querer acercarse a él,pero Irene lo tomaba de la mano y lo alejaba. Y LuHan volvía a preguntarse qué había hecho mal. 

Entre lágrimas, muecas de tristeza, y una gris e interminable soledad, el invierno arribó a la ciudad y con él, el cumpleaños número nueve del pelinegro. La mamá de SeHun se había encargado personalmente de entregar las invitaciones a muchos niños en la escuela,pero obviamente exceptuando a LuHan. 

Esto no había extraño demasiado al castaño, pero igualmente le dolió. La fiesta de SeHun era tema de conversación entre muchos niños, se comentaba que por que sus padres eran señores de mucho dinero, le llevarían a los power rangers en persona, y toda la escuela estaba revolucionada ante eso. 

LuHan  simplemente quería poder ser sordo para no oír todas aquellas palabras que dolían, y se enterraban muy en el fondo de su ser, recordándole que él y SeHun ya no eran nada más que simples vecinos.