As happened to Cinderella [HUNHAN]

Capítulo 3: Cuídame

¡Askjdksjd! No puedo dejar esperandolas tanto tiempo por un capitulo, la historia es demasiada bella ♥  Espero y les guste el capitulo 

"Escuela primaria de Seúl".

Los nervios comenzaron a recorrer cada parte del pequeño cuerpo de LuHan al leer eso. Apretó aún más contra su cuerpo la pequeña mochila color lila que le había obsequiado su tía, y mordió su labio inferior tratando de detener su temblequeo. Su tía, HyeMin, notó el obvio nerviosismo de su sobrino y se agachó a su altura.

- Todo estará bien Lu; será divertido. Habrá nuevos niño como tú y harás nuevos amiguitos. También conocerás a tu nueva maestra de seguro será divertida -

La mujer peinó con cuidado los castaños cabellos de LuHan y arregló el cuello de su delicada y bella camisa blanca con pequeñas flores rosas. El castaño soltó la mochila y se abalanzó hacía los cálidos brazos de su tía y hundió su rostro en el cuello de la castaña.

No quería entrar, quería regresar a casa, tenía mucho miedo, nervios, y estaba seguro que dentro de esa escuela habría muchos niños que se reirían y burlarían de él. HyeMin alzó al pequeño en sus brazos y LuHan se aferró con fuerza a ella.

- No quiero quedarme aquí tía, quiero ir a casa. Los niños se reirán de mí... - El corazón de HyeMin dio un vuelco al oír las tristes palabras de su sobrino.

Sabía que era cierto, que de seguro dentro de la escuela muchos niños se reirían de LuHan. El castaño siempre había sufrido las incontables críticas tanto de adultos como de niños y sabía que las cosas serían iguales aquí.

El pequeño LuHan era tan sólo un niño y ya sufría las consecuencias de la aborrecible sociedad en la que vivían.

- Lu...los niños deben ir a la escuela, es tu obligación, necesitas aprender para ser un adulto inteligente. - La mujer comenzó a mecer al pequeño entre sus brazos mientras acariciaba con ternura su espalda, sabía que las lágrimas estaban próximas a salir de su pequeño sobrino. LuHan  siempre había sido un pequeño muy frágil.

- P-pero tía...n-no quiero. - Y ahí estaba, la voz gangosa y entre-cortada con la que habló el castaño le informó a la mayor que ya había comenzado a llorar.

Dejó a su sobrino nuevamente en el suelo y quedó frente a él para limpiarle las lágrimas que corrían por sus sonrosadas y pequeñas mejillas.