Hablando Demasiado

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Nadie decía alguna cosa y Lluvia trató de evitarlos a todos, caminando apresuradamente para subir las escaleras.

—Tenemos qué hablar. —dejó salir papá en un tono seco. Demasiado serio, diría Lluvia. Ella sólo se paralizó en el segundo peldaño y giró hacia atrás.

—¿Pa... pasa algo?—-dijo con un hilo de voz que logró salir de su garganta.

—Ven, cariño. —ordenó amable mamá, con ese mismo tono con que la llamó la tarde que los Smith los habían visitado. ¿Y si era eso? ¿Volverían a visitarlos? No era posible. No después de lo que había pasado aquella noche.

—¿De qué cosa tenemos qué "hablar"? —cuestionó Lluvia resaltando la palabra "hablar" y caminando hasta donde estaban ellos.

—Hija... —comenzó a hablar papá. Eso no sonaba nada bien.

—¿Sí? —se acercaba cada vez más lento.

—Quiero... quiero pedir disculpas por lo que pasó anoche... perdón, estaba ebrio y no sabía lo que hacía... —Ella no quería escuchar más.

—Está bien. No pasa nada, adiós. —habló Lluvia muy rápido y una vez más se apresuró pasa subir las escaleras. No logró poner un pie ni en el primer peldaño cuando papá la llamó de nuevo.

—Espera... —dijo demasiado calmado, jamás lo había visto así. Parecía otra persona. —eso no es todo.

—Si es por lo que pasó la noche que vinieron los Smith... —hablaba rápido de nuevo.

—Justamente es eso y... ven aquí, por favor. —pidió mamá. Brad no había dicho una palabra hasta entonces pero mostraba la misma expresión que sus padres.

Lluvia caminó hasta el sofá enfrente de ellos y la hicieron sentarse. Ahora se encontraban frente a frente. Los nervios corrían por las venas de Lluvia y papá siguió hablando.

—Sabemos que hay demasiados problemas en casa... y también sabemos que les afectan demasiado a ti y a Brad. Sinceramente, no sé si todo esto tenga remedio. —"oh, no", pensaba Lluvia, "seguro se van a separar". Papá dio un suspiro y continuó. —Mamá y yo hemos decidido... darnos... un tiempo, ya sabes, para arreglar las cosas y saber lo que realmente debe pasar. He sido un mal padre todos estos años, pero quiero cambiar, sé que puedo. Mamá cree lo mismo... ya hablamos sobre esto con Brad y está de acuerdo, ¿tú qué dices?

Ella separó sus labios para emitir una respuesta a aquella pregunta. Pero de pronto, todo le daba vueltas y sus padres se desvanecían, para, un segundo más tarde, estar justo como cuando ella había llegado. Todo aquello no había pasado... mamá no había llamado su nombre, ella no se había sentado en el sofá y papá no había pedido disculpas... Todo estaba como antes. Ella seguía parada en la entrada y ellos, sentados en el sofá con la misma seca expresión que tenían cuando ella había llegado. Se apresuró y caminó hasta las escaleras, comenzando a subir y deteniéndose en el segundo peldaño, esperando escuchar la voz de mamá llamando su nombre y que aquella alucinación se volviera realidad:

—Lluvia... —llamó mamá. Lluvia sentía felicidad.

—¿Sí, mami? —la llamó "mami". Nunca hacía eso, pero estaba feliz.

—Por favor, sube a tu cuarto y no salgas. Tendremos visitas. —esas palabras no eran exactamente lo que deseaba escuchar y mamá ni siquiera la había mirado al decir aquello.

—¿Vendrán los Smith de nuevo? —se notaba preocupación en la voz de Lluvia.

—¡Sólo haz lo que te digo! —dijo mamá firme y Lluvia sólo obedeció desilusionada.

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