Retorno En El Tiempo

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Lluvia no había salido de su habitación en toda la mañana. Eran las once y mamá llevaba todo el día tratando de hacerle abrir, pero cada intento era en vano. La noticia de la noche anterior la había devastado, se sentía demasiado mal. Definitivamente no saldría en las siguientes tres horas. No entendía cómo su vida era tan injusta y por qué cada vez que algo bueno pasaba en su vida, algo llegaba y lo arrebataba de sus manos. Había logrado encajar en su escuela de varios meses, y ahora, cuando parecía estar en su mejor momento, su familia venía a derrumbar sus sueños.

-Cariño, por favor ya sal. -llamaba mamá en la puerta, esperando respuesta del otro lado.

-Bajaré más tarde. -secó sus lágrimas.

-Espero que 'más tarde' no sea mucho tiempo. -respondió mamá cariñosa.

Lluvia analizaba la situación y le daba un millón de vueltas. Valoraba la actitud de mamá y realmente agradecía el cambio que querían lograr, pero se sentía incomprendida por sus padres. Una lucha interna había en ella. Sus sentimientos se encontraban y sus deseos tan indefinidos hacían una mezcla agridulce, haciéndole derramar un mar de lágrimas.

-Lluvia. -llamó Brad en la puerta de la habitación. -ábreme, por favor.

Ella no hizo ruido alguno.

-No te pongas así, hermanita. -dijo dulce.

Ella decidió abrirle. Él aún no ponía un pie adentro cuando ella ya se encontraba abrazándolo a punto de llorar una vez más.

-Ya no llores. -la tomó de las manos y la hizo sentarse en la orilla de la cama. -dime, ¿qué te pasa? -ella por más que intentaba no lograba articular una oración. -respira.

Ella tomó aire y pudo comenzar a explicar.

-Antes me dolía ver a mis padres discutir. -volvió a inhalar. -me hace realmente feliz el hecho de que al fin decidieron remendar todo.

-¿Entonces...?

-Justo ahora había logrado hacer amigos. No me quiero ir.

-Son nuestros padres y como tal debemos respetarlos. -tomó su mano. -tal vez esta decisión no te cayó del todo bien. Y sí, sé qué te duele. Pero ¿por qué no tratas de tomarlo a la ligera? Sé positiva. Sé que no estás de acuerdo. -tragó saliva. -¿Te has puesto a pensar en los beneficios que traerá? Te reencontrarás con viejos amigos, estarás cerca de tus familiares de nuevo, y lo mejor... ¡Nuestra familia estará como antes! ¿No es a caso lo que tanto querías?

-Lo siento, Brad. Ahora mi vida está hecha aquí. -levantó los hombros.

-Piénsalo, por favor. -le dio un beso en la frente. -te quiero, hermana.

Él salió y cerró la puerta. Sé acercó a la ventana y abrió las cortinas. A través de ellas logró mirar a Zaid. Jamás notó que su ventana quedaba a pocos pasos de la suya, y eso le sorprendía. Saludó alegre, mirarlo le levantó un poco el ánimo, y él sólo sonrió confundido al mirar sus ojos llorosos. Logró escuchar del otro lado de la calle el llamado de Lorena a su hijo, y este se alejó de la ventana, dejando a Lluvia con la mano en el aire. Ella suspiró desconsolada y miró el firmamento, observando cada pequeña nube color gris que le cargaba más nostalgia. Seguro llovería, o si el clima llegara a cambiar y el crudo frío de invierno arreciara, podría predecir una nevada.

"Buenos, días, preciosa <3"

"Buen día"

"¿Tienes frío?"

"Sí. Tengo mucho frío, muchísimo, mi alma se ha congelado y mis sentimientos se quebrantan junto con ella. Ven. Ven y abrázame fuerte... Y no me sueltes jamás... :'("

Mar De Lágrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora