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Tonight we'll be free.

25 de Diciembre, 18:00.

Lee Chan no tenía la menor idea de cómo era que Jun se encontraba fuera de la tienda de música donde él estaba comprando, esperándolo con una caja de regalo entre sus manos y una ligera sonrisa destinada a la nada. El frío coloreaba con acuarelas el ápice de la nariz del mayor y sin duda aquellos guantes negros en sus manos le hacían lucir como todo un personaje de anime. Todo en Wen le hacía lucir perfecto, él era perfecto.

—No sé cuánto más tiempo te quedarás allí en la puerta, pequeño. Pero hay gente que desea entrar o salir y yo llevo esperándote 20 minutos aquí.—Sacándole de sus pensamientos con su voz, JunHui al observar que Chan se encontraba anonadado por su presencia, atinó a brindarle a éste una sonrisa mientras entrelazaba sus manos. Dino esbozaba calor mientras que él estaba congelado; aquel contraste despertó al menor.

—Hyung, ¿Qué haces aquí? ¿Por qué traes un regalo y cómo supiste que estaba allí?—Sujetando con fuerza la mano del chino y apretando su cuerpo contra el brazo de éste, el pequeño pelinegro depositó en la comisura de los labios del mayor un pequeño beso y se sintió realmente feliz de tener a Jun a su lado en aquella fecha, ganándose así una gran cantidad de malas miradas por parte de transeúntes que avanzaban por las calles centrales.

—Le pregunté a tu madre y creí que sería una buena idea pasar por ti porque necesitaba preguntarte algo. Ella está cien por ciento de acuerdo con mi petición, ¿Vale?—
Al acabar aquella frase, Jun rió y apoyó su mentón en la parte superior de la cabeza de Lee Chan, aprovechando cada centímetro de estatura que los diferenciaba al máximo.

—¿Qué petición?—Cuestionó el menor con confusión.

—¿Te gustaría pasar ésta Navidad conmigo? Hasta traje un regalo para sobornarte.—Alzando la caja que llevaba en el lado contrario a Chan, Jun agitó ésta a la vez que movía las cejas efusivamente y le arrancaba una carcajada al pequeño.

—¿Mamá está de acuerdo?

—Sí.

—Entonces sí.

. . .

Quiero creer que esos son Jun y Dino.—Murmuró el muchacho de ojos de rendija mientras acercaba la taza a sus labios y ajustaba la vista para confirmar sus suposiciones.

—Creo que sí son, hyung ahora tiene el cabello oscuro.—Dirigiendo también su mirada a la pareja que avanzaba tranquilamente por la calle, el chino esbozó una ligera sonrisa al sentir el calor de la taza recorrer sus manos. Deseaba que Jun estuviese sintiendo aquel mismo calor en su corazón por el muchacho al que llevaba de la mano. También deseaba que el pequeño sintiese aquella sensación quemante que se tiene en la garganta al beber algo muy caliente, quería el chico comprendiera lo que es querer a alguien verdaderamente, arder por esa persona.

—¿En qué tanto piensas, gatito?—Cuestionó SoonYoung cuando se percató de que MingHao llevaba demasiado tiempo en silencio observando ambas figuras alejarse entre la gente.

—En que se ven bien, cariño.—Susurró el chico de excelente aegyo mientras esbozaba una ligera sonrisa dirigida exclusivamente a Hoshi. Cuando supiera expresarse mejor en coreano le contaría todas sus mariconerías.

hyung, notice me ➳ junoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora