0.4

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Traveler

La manera en que los 13 chicos se hallaban acomodados dentro de aquella pequeña camioneta podía parecer bastante cómica, curiosa y hasta ilegal si era observada desde un punto de vista amparador de la ley; ninguno supo cómo, pero desafiaron completamente las leyes de la física al meter 13 personas en un vehículo con capacidad para 5. Sin embargo allí estaban, quizás no todos igual de cómodos en sus lugares, pero sí igual de entusiasmados por su primer viaje "familiar".

SeungKwan y SeokMin lideraban de manera alegre el coro en el que se había convertido aquel vehículo rojo, siendo desde canciones infantiles de antaño hasta famosas canciones de k-pop parte de su variado repertorio. Aunque claro que habían dos personas que se excluían de aquel grupo parlanchín y ruidoso; por ejemplo, un profundamente dormido Dino cuyo casi inerte cuerpo descansaba sobre las piernas de Jun y éste mismo, quien apreciaba en sumo silencio el rostro y detalladas facciones del menor.

Lee Chan no supo cómo ni cuando, pero para el momento en que decidió despertar de su profundo sueño, se encontraba recostado en una de las camas de la cabaña donde se suponía iba a residir 3 días en compañía de sus hyungs. Sin siquiera dignarse a mirar a su alrededor, el pequeño pelinegro frotó sus ojos e intentó mover su dormida pierna derecha, cuestionándose a su vez quién pudo haberlo traído hasta donde se encontraba actualmente; ¿Hoshi? ¿JeongHan? ¿S.Coups? ¿Joshua? ¿Quién lo llevó hasta allí?

—Oh, ya despertaste.

Sacándole de sus pensamientos con su repentina voz, Chan cayó en la cuenta de que no era la única persona presente en la habitación durante todo ese tiempo, puesto que Jun también se encontraba allí.

—Hyung, ¿Qué hace aquí?—Cuestionó el menor mientras sentía como el calor iba apoderándose poco a poco de sus mejillas, ¿Acaso JunHui había estado observándolo dormir?

—No mucho en realidad, desde que te cargué desde la camioneta hasta aquí no he hecho más que esperar a que despertaras. No me entusiasma salir a jugar con los chicos cuando hay semejante temperatura allá afuera.—Dedicándole una ladina sonrisa cargada de coquetería, el chino se dirigió a una de las ventanas más cercanas a la cama del pequeño, apoyando su cuerpo en el marco de ésta y observando sin cuidado a los otros 11 correr de aquí a allá como niños de 5 años.

—Ya veo.

Lee Chan escuchaba y perseguía con la mirada atentamente a Jun buscando algún rasgo del chino que no le pareciera perfecto, sin embargo cada vez que lo miraba quedaba más anonadado al no hallar imperfección alguna en el mayor.

Eso hasta que se percató de que su mochila no estaba cerca de su perímetro, en cualquier caso no habría importado realmente si alguno de los chicos la tenía pues sólo traía su ropa y algún que otro útil de aseo, pero la situación era diferente porque allí se encontraba el diario, su diario.

—H-hyung, ¿N-no has visto m-mi mochila?—Consumido por los nervios, Dino no pudo evitar el entorpecimiento de sus palabras y el temblor de sus manos, pues si mal no recordaba, era él mismo quien guardaba las llaves de la cabaña entre su equipaje y como se encontraba ya dentro del lugar, alguien debió buscar en sus cosas para sacarlas. Quiso confiar en sus hyungs y en que estos no revisarían sus cosas personales, pero hay que ser sinceros, ¿A quién no le llamaría la atención un cuaderno color rosa pálido con lomo de gamuza blanca dentro de la mochila de un adolescente varón supuestamente heterosexual?

—Oh, yo tomé tu mochila.

Mierda.

—Pero SoonYoung buscó las llaves dentro.

Doble mierda.

—Y fue MingHao quien guardó de nuevo tus cosas, las dejó junto al equipaje del resto.

Triple mierda.

¿Habrá visto el diario?

. . .

MingHao no era una persona metiche ni mucho menos, pero en cuanto observó que los chicos habían mostrado repentino interés por el peculiar diario de Chan, decidió ser él mismo quien cuidara de éste hasta que el pequeño despertara para luego entregárselo en sus manos y así estuviera a salvo.

Como claramente el chino menor temía por la integridad psicológica del pequeño pelinegro, escondió el diario entre sus ropas y llevó éste hasta la habitación que se le indicó que utilizara durante la estadía, teniendo como primer y único objetivo guardarlo bajo el colchón o en algún lugar poco común, pero claro que sus planes se frustraron. Quizás culpando a su torpeza o a su poca dimensión del nuevo lugar, el chico de adorables facciones tropezó estruendosamente con una de las patas de la cama y el cuaderno de color rosa voló por los aires hasta caer abierto en el suelo, listo para leer.

MingHao le agradeció eternamente a los cielos el encontrarse solo en la habitación y que nadie (Hoshi) hubiese visto semejante acto torpe.

"The8"
"MingHao"
"Channie"
"Jun"
"Hoshi hyung"

El coreano del adorable extranjero claramente no era el mejor ni mucho menos era su idioma hábil, pero si algo sabía The8 era distinguir nombres y claramente el suyo (y el de sus amigos) estaba ahí, cosa que le pareció bastante peculiar.

¿Qué escribiría Dino de él y Jun?

¿Debería preguntarle?

. . .

Aquella noche, Lee Chan no pudo escribir en su diario.

hyung, notice me ➳ junoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora